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Enid bufó molesta, quién iba a estar aporreando con tanta fuerza su puerta a las 3 de la mañana. Tapó su cabeza con la almohada con la intención de ignorar a quien sea que fuera, pensaba que si veía que no iba a obtener respuesta, se largaría. No ocurrió. 

Enid, enfadada, se puso de pie y abrió la puerta dispuesta a gritarle a la persona de su puerta que se fuera. Soltó un grito ahogado al ver a un chico castaño, sucio de tierra y con hojas por todo su cabello, tenía los ojos rojos de llorar y múltiples arañazos en los brazos, cargando con el cuerpo inconsciente de Wednesday. El chico entró sin siquiera pedir permiso y acostó a la pelinegra en su cama. Enid estalló

- ¿QUÉ COÑO LE HAS HECHO?- El chico no dejaba de llorar mientras intentaba explicarle que la encontró así en el bosque. Enid relajó un poco el tono de voz pero seguía exaltada.

-Ella estaba contigo, como pudo haber pasado eso si estabas ahí.- La mirada de la rubia estaba prendida por la ira. El chico habló entre jadeos.

-Vimos a...un chico meterse al bosque... entonces fuimos detrás...el chaval nos atacó... y me lanzó lejos... cuando llegué... ella... estaba en el suelo... yo no pude hacer nada... te lo juro por mi vida... te lo prometo...-Apenas se le entendía, hablaba entrecortadamente, pero Enid lo entendió, apartó con más brusquedad de lo que debía al chico, pero no le importaba. Agarró delicadamente del rostro de su compañera de habitación, acarició su cara y una lágrima salió de sus ojos, odiaba verla así.

Se levantó y revisó a la pelinegra de que no estuviera sangrando y que no tuviera ninguna herida grave. Seguido de esto trató de echar al castaño, pero este se negaba, se negaba a irse sin asegurarse de que la chica estaba bien. Después de mucho insistir consiguió que se fuera con la condición de que Wednesday lo llamaría nada más despertar.

EL castaño apuntó su número en un papel y se lo dejó en el escritorio a la pelinegra y cuando el chico por fin abandonó el cuarto, Enid dejó salir todas sus emociones.

Impotencia.
Rabia.
Traición.
Preocupación.
Y sobretodo dolor al ver a Wednesday en ese estado.

¿Cuántas veces tendría que verla así? Ni siquiera es la primera vez que vivían esta situación, era otro deja vu más. 

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Wednesday abrió los ojos con dificultad y como pudo se incorporó. Vio a Enid durmiendo en la otra cama de espaldas a ella. Todo estaba borroso, ¿Cómo había llegado a su cama? Dios ¿Y Tyler? lo último que supo de él fue cuando lo vio volar por los aires.

Se levantó lo más rápido que pudo e intentó caminar hacia la puerta, pero antes de siquiera llegar, la mano de Enid la detuvo.

-¿A dónde crees que vas Wends?- La pelinegra vio rabia en la mirada de la menor, pero debajo de toda esa ira había preocupación, pero la mayor no podía verlo.

-Tengo que buscar a Tyler, tengo que asegurarme que esté bien.- Enid rodó los ojos disgustada.

-¿Ese chico castaño con quien ibas de la mano en la feria? Está bien, él te trajo, estaba muy preocupado por ti, deberías llamarlo, te ha dejado su número en la mesa.- La menor escupió esas palabras con desprecio, Wednesday la miró sorprendida pero la ignoró y agarró con desesperación el papel, pero ella no tenía télefono.

-Enid, dame tu móvil.

-No.

-Por favor.- la mirada de súplica de la mayor la hizo ceder y de mala gana le cedió su teléfono. Esta lo cogió y llamó al castaño.

3 pitidos y sorprendentemente cogió la llamada a pesar de se las 5 de la mañana.

-¿Si?- La voz ronca de tyler hizo a la pelinegra suspirar de alivio.

-Tyler, ¿Qué ha pasado?- El castaño le explicó lo que ocurrió pero Wednesday se quedó atónita, según el chico cuando la encontró en el bosque inconsciente no había nadie más, ni siquiera el cuerpo sin vida de Rowan. 

-Pero si yo lo ví morir delante de mis ojos, no puede ser.

-Wednesday, no había nadie más, te lo prometo.-ambos se quedaron callados unos minutos mientras la pelinegra intentaba pensar, pero Tyler rompió ese silencio.- Dios, no te imaginas lo preocupado que estaba por ti, cuando te vi ahí tirada en el suelo... no te imaginas el susto que me has dado.

-Gracias por preocuparte, yo estoy bien, tú también te llevaste un buen golpe.- Enid ponía cara de asco mientra escuchaba la conversación.

-Ya de paso dile que lo amas Wends.- La pelinegra la mandó a callar, la rubia estaba más que insoportable.

Los "tortolitos", apodo puesto por Enid, colgaron la llamada y quedaron en verse en unos días.

Una vez colgada la llamada, la mayor tuvo que enfrentarse a la ruda mirada de su compañera de habitación. O eso es lo que ella esperaba, de un momento a otro los ojos de Enid se pusieron llorosos y se agarró con fuerza a la pelinegra.

-No vuelvas a darme estos sustos Wends, por favor.- La nombrada seguía de piedra, como podía haber cambiado de actitud en menos de un segundo, que tiene ¿un interruptor?

Enid sin previo aviso la sujetó del rostro y puso sus labios sobre los de la pelinegra. Wednesday no se apartó pero tampoco devolvió el beso, simplemente se dejó hacer, estaba muy mareada como para ponerse a pensar en lo que estaba ocurriendo.

La menor, al no ver respuesta, se separó para observar esos ojos cafés que la miraban con curiosidad, Enid vio cansancio en su mirada, acarició con suavidad la mano de la pelinegra y tiró de ella hacía la cama de la rubia. Wednesday la seguía sin entender sus intenciones, pero también sin cuestionarlas.

-Duerme conmigo Wends, por favor.-A la mayor no le hizo falta ni siquiera pensarlo, asintió y se escondió bajo las sábanas rosas de Enid, respiró profundo, inhalando el suave olor de la menor.

Poco después la rubia se metió también a la cama y abrazó por detrás a la mayor que nada más sentir sus cuerpos rozarse entró en un estado de paz indescriptible, cerró los ojos y no tardó en caer rendida, había sido un día duro para ella. Enid se pasó más de una hora acariciando la espalda de la pelinegra, viendola dormir, con el rostro relajado y sin esa expresión tan serio y ruda. Dejó un beso en la cabeza de la mayor y se pegó más a ella, atrayendola hacia su pecho para sentirla más cerca, para su sorpresa Wendnesday había despertado y se dio la vuelta para ver la cara de la menor. Sus ojos se encontraron y la pelinegra, le sonrió, Enid se enamoró más de lo que ya estaba, era hermosa.

-Enid, ¿estás enfadada conmigo?- La menor negó con la cabeza mientras le acariciaba las mejillas con suavidad. La pelinegra dejó un beso en su mejilla y escondió el rostro en el cuello de la contraria.

La rubia moría de ternura, cualquier resto de rabia que había llegado a sentir ese día desapareció con ese gesto. Entonces Enid soltó una sonrisa victoriosa, que te jodan Tyler, y aún con el sentimiento de victoria cayó dormida.

Otro capítulo maaaas, estoy pensando en que extensión debería darle a esta historia, ¿que opináis?

Cualquier falta ponérmelo en los comentarios y no olvidéis votar :))

Un beso

Ana <33

Only You My Girl || WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora