-Enid, despierta, no puedo levantarme si estás encima y vamos a acabar llegando tarde.- La rubia soltó un quejido y se agarró con más fuerza a la mayor.
-Enid por favor, no podemos perder clases.- La pelinegra ya sonaba molesta.
Con clara desgana, Enid se separó de los brazos Wednesday aún con los ojos cerrados, quería dormir más. Odiaba muchísimo los lunes.
La pelinegra no pudo evitar sonreír por lo adorable que estaba siendo Enid, estaba despeinada con los labios entreabiertos y se frotaba los ojos mientras soltaba quejidos. Antes de que la rubia abriera los ojos borró dicha sonrisa, todavía tenían un tema pendiente del qué hablar.
Enid soltó un grito ahogado cuando vio la hora y dio un salto, era asombrosa la velocidad con la que se preparó para clases, en menos de 7 minutos la rubia estaba lista.
Wednesday salió junto a ella y cuando sus caminos se dividían al tener distintas asignaturas, la pelinegra se acerco a Enid y dejó un suave beso en su mejilla. La menor se puso roja y soltó una risa nerviosa mientras miraba al suelo. Cuando pensaba despedirse ella de la pelinegra, ya había desaparecido.
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Wednesday miró a ambos lados antes de entrar, no quería ser vista y que la pillaran con las manos en la masa. Abrió lentamente la puerta del despacho de la directora Weems, debería estar vacío según el itinerario de la directora que Dedos había robado de secretaría.
Estaba vacío así que la pelinegra entró rápido y cerró la puerta detrás de ella.
-Tu miras los cajones y yo su escritorio, vamos, no podemos quedarnos mucho tiempo.- Dedos siguió las órdenes de la mayor mientras esta buscaba en el escritorio de Weems.
Buscaban el expediente de Rowan, debía de haber alguna razón por la que él fuera a ser asesinado por el monstruo y esperaba que el informe le diera alguna pista. Rebuscó entre los papeles que había en el escritorio pero no encontró nada, Dedos tuvo más suerte y cuando lo encontró dio un chasquido para alertar a la Pelinegra.
Justo cuando Wednesday guardó el expediente escuchó la voz de las Directora Weems acercarse.
-Mierda, mierda, mierda.- La pelinegra se maldecía mientras se escondía detrás de donde quedaría la puerta al ser abierta, era su única oportunidad de escapar.
Weems abrió la puerta sin notar la presencia de nadie más, Wednesday aprovechó que la mujer estaba de espaldas recogiendo unos libros de la estantería y salió a toda prisa sin hacer ningún ruido, una vez había suficiente espacio para que no la escucharan, salió corriendo hasta los baños, nadie debía verla fuera de clases ya que la mandaría a detención. Se quedaría escondida en uno de los cubículos hasta que sonara el timbre de la próxima clase.
No iba a quedarse sin hacer nada ahí sentada así que sacó el informe policial de su padre, no pudo leerlo antes porque Enid siempre estaba cerca y ella prefería mantenerlo en secreto.
Wednesday abrió los ojos sorprendida, su padre había sido acusado de asesinato durante su estadía en Nevermore pero se le retiraron los cargos. A la pelinegra no le sorprendió que su padre hubiera sido acusado, le sorprendió que su padre nunca lo dijera ni aunque fuera para fardar de ello. Algo extraño había en ese caso y Wednesday estaba decidida a descubrirlo, cuando sus padres vinieran a verla el dia familiar sacaría ese tema a la luz.
Ahora sacó el expediente de Rowan, el chico era un estudiante ejemplar, sus notas no bajaban del sobresaliente, acudía a clases de esgrima y a botánica. Su madre era una gran vidente pero fue asesinada hace 3 años por su propio marido, siendo su tía por parte de madre su nueva tutora legal. Rowan tenía telequinesis y tenía un coeficiente intelectual de 140.