Capítulo 1.

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Vuelve a mí y yo volveré a ti — The Jonas Brothers.


La luz de la noche me da en el rostro directamente de nuevo, como cada noche desde que estoy aquí. Me acerqué a la ventana sin creer en donde me encuentro.

¿Estoy soñando?

Espero no estarlo, porque si es así este sería el mejor sueño del que jamás me han despertado nunca.

¿Cómo puedes soñar con estar en un lugar como esté y amarlo si ni siquiera has estado aquí antes?

Quisiera pensar que no soy la única persona en el mundo a la que esto le pasa, que todos soñamos con tener el paraíso al alcance de nuestras manos, que todos queremos esta paz interior que yo siento ahora, para siempre.

Estoy tan en paz, incluso con las náuseas matutinas que no han dejado de aquejarme por las últimas semanas se han ido ya, estoy tan cómoda, incluso con los treinta y un grados que hace afuera en lo que debería de ser un día cálido de primavera.

Lo sé, no es normal estar a está temperatura en esta época del año.

Pero así es de loco el clima aquí, parece verano todo el tiempo, luego llueve y se siente la humedad emanar del suelo hacía la atmósfera para luego transformarse en vientos cálidos que se instalan para darnos algo de consuelo entre el incesante calor de la ciudad del día a día.

Quisiera nunca irme.

Pero toda cosa que sea demasiado buena para ser verdad, no puede ser duradera, al menos esa es la manera de pensar de mi abuela.

Y tiene razón, era hora de volver, no porque no quisiera quedarme o porque no pudiera, sino porque mi vida no estaba aquí, estaba en mi hogar.

Además pronto no podría viajar tan seguido, tenía ya cerca de los seis meses de embarazo y aunque había estado monitoreándome de manera constante con mi médico de casa y con uno aquí y todo estaba bien, lo mejor era volver a mis raíces para prepararme para la llegada de mi hija.

Así es, tendré una niña.

Al principio no quería saberlo, estaba reacia, pero después de pasarme toda una noche sin dormir y vomitando de los nervios, debatiéndome si quería o no saberlo, llegué a la conclusión de que no podía seguir así.

Tenía que saberlo.

Y aunque ya la amaba antes de saber que sería.

Tenía que reconocer que la amaba más ahora que sabía que sería una niña.

No es que no me gustarán los hombres, secretamente por años le pedí a Dios un hermanito varón, Emma también y sé que nuestra hermana mayor también, pero el universo, Dios, tenía otros planes para nosotras.

Ahora que sabía que planes tenía, me moría de la risa.

Nótese el sarcasmo, por favor.

Por favor.

Aún así, estaba más que ansiosa por regresar a casa, por ver a mis amigos y familia, por enseñarle todo mi mundo y el que sería el suyo a mi hija.

Y por supuesto por hablar con Kieran, porque aunque nada había funcionado entre nosotros, él tenía que saber.

¿Tenía que...?

Aún no estaba tan segura de ello, pero mientras sean peras o sean manzanas, era hora de dejar el paraíso que era Ravena, Italia y regresar a México.

A casa.

A la realidad también.

Justo antes de irme había hablado con todas las personas de mi familia sobre el elefante que había en la habitación, me llevé una muy grata sorpresa cuando mi abuela ya sé había encargado de decirles y también de callar las bocas de los que pudieran no estar de acuerdo con nosotras.

De Regreso a Nosotros. Trilogía: "Viva la Vida".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora