He estado esperándote toda una vida — Liam Payne ft Rita Ora.
Lo que más olvidamos a menudo cuando un día pasa y otro llega es que tenemos una nueva oportunidad para hacer las cosas.
No importa si son cosas buenas o malas.
Es otra oportunidad.
Pero no, como siempre nos llenamos de negativismo, porque aceptémoslo es más fácil enterrar todo lo malo en el fondo de nuestro cerebro, con los miles de malos recuerdos que por toda una vida han sido archivados solo para que nunca salgan.
Aún así y en contra de nuestra voluntad siguen colándose unas pocas veces al año haciendo que nos veamos más humanos de lo que nunca hemos sido.
O de lo que creemos que nunca seremos.
Porque al final eso somos humanos, cometemos errores en el bien o mal de la humanidad creyendo que con eso podremos arreglarlo todo.
Pero qué pasa cuando el error no es la solución que quieres pero es la única que tienes a tu alcance.
Jamás llamaría a mi hija un error, pero si debo admitir que fue el fin y el medio para que hoy aquí esté cuestionándome todo por lo que creí que nunca volvería a tener paz con Kieran.
Muchas veces pensé en simplemente no regresar de Ravena. Porque es más fácil huir que enfrentar el dolor de la pérdida, cerrar el ciclo, perdonar y dejar ir.
Nunca he conseguido saber porque eso es más fácil que quedarte con todos estos sentimientos negativos dentro de ti, que solo se pudren y te pudren con ello al final del día.
No te benefician en nada, solo te dejan una vida solitaria y amargada.
Y eso no era lo que yo quería para mi hija.
Quería una mejor vida de la que yo he tenido con mis padres. No me malinterpreten amé cada segundo que pase con ellos, cada aventura, risa y cada amanecer que vi junto a mi familia.
Pero también hubo mucho dolor, pérdida y vacío al final.
Y no quería nunca eso para ella.
Por ello llamé a la caballería, si estaba dispuesta a ceder y perdonar tenía que hacerlo con ayuda de los que más he querido en esta vida, en este momento, mis amigos.
Qué es la vida sin amigos, ¿no?
En mi defensa por no tenerlos tan presente en estos momentos, tomé el teléfono para llamarlos a todos y cada uno de ellos, esperando y deseando que no quisieran matarme o peor que eso colgar el teléfono sin siquiera darme espacio a pedir perdón.
Perdón.
Amor.
Dos palabras que para mí no eran cosa fácil de decir a través de mi boca y aún en mis locos pensamientos, sueños y deseos que venían de lo más profundo de mi corazón.
¿Por qué nunca será fácil decirlas?
Porque son dos palabras que jamás tendrán poca importancia, quiero creer.
No le dices a cualquier persona que la amas, al menos no en serio, porque claro siempre puedes decirlo en broma, entre risas y con una copa de vino en tu mano.
En una fiesta.
Cuando alguien dice algo gracioso.
"Borracha hasta las chanclas..." como dicen aquí.
Cuando se lo gritas a tu autor favorito o a un actor en la pantalla.
Pero no, está no era esa clase de declaración, esta era la más sincera del mundo o al menos lo era para mí.
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De Regreso a Nosotros. Trilogía: "Viva la Vida".
Chick-Lit¿Qué es el amor sin un poco de drama? La verdad no conozco la respuesta a esa pregunta, nunca la he conocido, porque para mí el amor siempre ha tenido un poco de drama en él, una chispa, una pizca, pero siempre está ahí. El amor es un campo de batal...