Capítulo 20.

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Ven y consíguelo si de verdad lo quieres,

Ven y consíguelo si de verdad lo necesitas — Jhon Newman.


No pude dormir cada día de esa semana, no hasta que tuve los resultados de los análisis en mis manos.

Fue la semana más larga de mi vida.

Comía aún menos esos días, aún cuando a veces mi estómago me pedía comida no se lo daba porque ya conocía el destino del mismo, directo al baño en cuanto terminará el último bocado.

Así que no tenía caso.

No lo intente más.

Hasta que tuve el sobre, el tan esperado sobre entre mis manos.

Sé me salió el corazón durante todo el camino a los laboratorios, y no me dejó de latir hasta que entre los tres, Ricardo, Kieran y yo lo abrimos instalados en la mesa de la cocina de mi casa.

Aquí estaba la respuesta a todos mis problemas, a este circo.

Yo no quería abrirlo, sabía la respuesta.

Pero Kieran y Ricardo sí que querían, ellos no sabían, ellos querían saber.

Lo difícil fue decidir cuál de los dos lo haría, cual abriría el sobre, fue una batalla campal de nuevo solo para abrir el estúpido sobre.

—A ver, vamos a hacer lo siguiente si... —Ambos hombres estaban a punto de irse a los golpes, me tuve que poner entre ellos dos para poderlos detener. En cuanto me vieron, con mi barriga de ya seis meses y medio de embarazo entre ellos, tratando de ayudar, dieron un paso atrás, ellos jamás le harían daño al bebé— Lanzare una moneda, Kieran, ¿qué eliges?

—Cara.

—Bien, eso te deja Ricardo con cruz.

—Bien.

Cuando la moneda se giró en el aire.

Mi corazón se detuvo.

Cuando la moneda callo en el suelo de la habitación y vimos el resultado seguí sin respirar.

—Te toca. —Dije a Ricardo.

El hombre tomó el sobre tamaño oficio en sus manos, delicadamente lo recorrió con sus dedos y luego de unos segundos lo rompió por los bordes sin detenerse. Me miró antes de sacar la hoja de los resultados.

Lo abrió con todas las ganas del mundo, como si quisiera que el resultado fuera a su favor.

Yo solo pensaba en una sola cosa.

Presioné uno si quiere que él bebé sea de Ricardo.

Presioné dos si quiere que él bebé sea de Kieran.

No quería dañar a nadie, no quería que ninguno de los dos se hubiese hecho ilusiones con él bebe, fuera o no de él, yo no quería que nada de esto pasará.

Lo juro.

Cuando saco el papel sus ojos se iluminaron, como si supiera que el resultado sería a su favor.

Solo que no lo era, lo supe en cuanto vi la expresión en su rostro. Sus ojos se llenaron de lágrimas, aunque se esforzó mucho para que nadie lo viera, se giró inmediatamente, tiro el sobre en la mesa y la hoja cayó al suelo segundos después.

Luego se dio la vuelta y salió de manera apresurada de mi casa.

—Lo siento —dije más para mí.

Recogí la hoja del piso y se la di a Kieran, junto con mis esperanzas de nuevo.

De Regreso a Nosotros. Trilogía: "Viva la Vida".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora