Capítulo 10.

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¿Cuándo se perdió tu corazón? — Rooney.


Me fui a casa, sintiendo lástima por mí misma. Después de todo yo había sido la que le había dejado el camino libre a la chica para conquistar a Kieran.

No podía evitar sentir como si me estuvieran arrancando una parte de mí de mis entrañas, sentía un enorme vacío, me temblaban las piernas y quizás estaba o no teniendo un ataque de pánico.

Quizás sí.

Quizás no.

A eso se resume mi vida ahora.

Estaba a punto de sumirme en la depresión total, aunque por alguna razón no estaba llorando quizás era porque ya había llorado bastante por él y ya no me quedaban lágrimas para derramar o porque estaba exagerando debido a las hormonas viendo cosas dónde no las había, o quizás era porque ya no sentía nada por esta situación en la que no importaba cuanto los dos pudiéramos querer estar juntos, no era nuestro destino estarlo.

La puerta sonó, el timbre me trajo de vuelta a la realidad.

Me envolví con una manta y me acerqué a la mirilla de ella, del otro lado un Kieran actuando de lo más normal me saludaba.

Abrí la puerta con la poca dignidad que me quedaba, me las tenía que arreglar para verme de lo mejor o él podría sospechar.

—Hola, solo pase a ver como estabas. —Kieran me daba una de las mejores sonrisas que le había visto en la vida, por lo visto el hombre no se acordaba de haberme visto hace un par de minutos viéndolo con esa chica, al otro lado de la acera de la estación de policía.

Últimamente hacía eso todos los días.

Aunque fuera tarde, solo pasaba a preguntarme lo mismo.

Todos los días.

—Estoy bien, gracias por preguntar. —De alguna manera me las arreglé para salir victoriosa en la respuesta a su pregunta.

—¿Segura?

—Sí.

—¿Has cenado ya?

—No, justamente iba a ponerme a ello.

—Si me lo permites yo podría ayudarte con eso.

Quizás era el hecho de que el hombre me había preguntado lo que quería o quizás era que estaba vulnerable pero le dejé entrar en casa para prepararme la cena.

Solo eso.

—¿Qué quieres para cenar?

—Lo que sea.

—¿Realmente quieres lo que sea? La última vez que dijiste eso termine pidiendo sushi y ambos sabemos que no puedes comerlo ahora.

Debí de haberme echado a reír porque la broma era graciosa, pero no quería reír, yo quería llorar.

Así que eso hice.

Kieran me envolvió en sus brazos, me dejó llorar todo lo que quise nunca pidió nada, no dio un paso en falso aunque yo quería que lo diera, parecía que tanto él como yo ya nos habíamos rendido ante la negativa del universo de estar juntos.

Porque ambos sabíamos que eso nunca iba a pasar.

El comenzó a frotar de arriba a abajo mi espalda con la palma de su mano, eso me hizo parar un poco de llorar como una magdalena.

Levante la mirada y ahí estaban esos preciosos ojos azules saludándome como si nunca me hubieran abandonado.

Casi se me va el aliento cuando Rooney cantó a mis espaldas, ¿cuándo se perdió tu corazón? Tenía sentido para mí, cuando me había perdido tanto, ¿cuándo es que todo esto se complicó?

De Regreso a Nosotros. Trilogía: "Viva la Vida".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora