De Regreso a Nosotros. Trilogía: "Viva la Vida".

Capítulo 33.

Todo lo que necesitaba era el amor que me diste — Selena Gomez.

El arresto de al menos una docena de policías, entre detectives, oficiales y todo tipo de superiores por crímenes en contra de la vida y por nexos con organizaciones criminales se llevó a cabo el veinticuatro de enero del año dos mil veinte a las ocho de la mañana de manera simultánea.

Fue televisado y hecho estratégicamente de manera que todos en este país y en otros lo supieran.

Fue la vergüenza total para nuestra nación, pero también nos quitaron un peso de encima con ello.

Entre los encabezados que más resaltaron estuvieron "Detective local ayuda a desamartelar toda una red de criminales".

Lo único que para mí valía la pena nombrar una y mil veces de ese artículo eran las palabras "Detective local", me llenó de orgullo el saber que el amor de mi vida había hecho todo eso y más por mí.

Por cuidarme, por protegerme, a mí y a su nación.

Nunca tuve dudas de la entrega de Kieran para con su país, o con su división. Era el mejor en su generación de policías, había sido nombrado más de una ocasión policía del año desde que salió de ella, había recibido premios y galardones y todo esto con una sonrisa en su rostro.

Pero ahora mismo que lo veía recibir su medalla al mérito por hacer de su comunidad un mejor lugar para vivir, estaba que rebosaba de orgullo por él y por nosotros.

Lo siguiente que sé después de eso, es que estamos bien de nuevo, no es que estemos juntos, pero por lo menos somos amigos y eso nos hizo somos más fuertes que antes, nada nos detendrá y llegaremos a donde estábamos antes.

O quizás mejor que antes.

Eso espero al menos.

La primera en felicitarme por ello y en ofrecerme una y mil disculpas por su comportamiento es la misma Génesis.

—Siento tanto todo lo que te dije, de verdad que yo no quería pero...

—Pero no te disculpes, era lo que tenías que hacer, era lo correcto de hacer.

Y vaya si sabía de hacer lo correcto.

Toda mi vida, hasta hoy había sido perseguida por mis responsabilidades que me acosaban cual Dementores hasta en mis pesadillas.

Recordándome lo mucho que tenía que pagar.

Vi mi vida, nuestra vida juntos pasar ante mis ojos al pensar en ello.

Y aunque tenía miedo de abrirme, mi corazón, mis secretos, mi pasado y mi vida tengo que reconocer que comenzaba a irse poco a poco.

Espero que no sé tarde demasiado en irse.

Kieran baja del podio, pasa por un mar de gente que le felicita de todas las maneras posibles, le dan palmadas en la espalda, estrechan su mano, le abrazan y le dedicaron sonrisas como si él hubiese salvado al presidente.

Y aunque para algunos pudiera ser poco su mérito me alegraba que los suyos estuvieran aquí para presenciar que este poco lo estaba acercando a lo que siempre quiso ser.

Feliz.

Y esperaba también que en esa felicidad estuviera incluida yo muy pronto.

—Hola. —Sonríe.

—Hola, felicidades detective.

—Gracias significa mucho viniendo de ti. De ustedes.

Hace una pausa y ve mi barriga, asiento hacia él y se arrodilla para hablarle a la nena.