Alexia Villalobos
Kevin llegó y trajo regalos, Max no pudo esperar y lo abrió a medio pasillo revelando un nuevo balón profesional pero más pequeño y una camiseta de la selección con su número y apellido.Mi hijo al ver eso insistió en que se la pusiera y fue entonces cuando pudimos irnos. Bajamos las escaleras cuidadosamente y salimos en silencio hasta llegar a su auto.
Me abrió la puerta para subirme y decidí llevar a Max en mis brazos, luego todavía en silencio Kevin arrancó y nos fuimos, lo único que se escuchaba eran los leves balbuceos de Max que hacían que Kevin riera.
No lo admitiría pero, escuchar su risa provocaba que las mariposas en mi estómago comenzaran a revolotear, por más que me mentalizaban a dejar de fantasear me era imposible, tenerlo tan cerca y no poder tocarlo estaba matándome poco a poco, no podía negar que aún seguía siendo mi más grande debilidad, a pesar de todo.
Pasaron unos 15 minutos y por fin nos estacionamos, Kevin se bajo primero y abrió mi puerta para después tomar en brazos al bebé y extenderme su mano para tomarla. Sin dudarlo la tome e inmediatamente una chispa corrió desde mi mano hasta mi espina dorsal provocando que todo el vello en mi cuerpo se erizara. En ese momento agradecí haberme puesto un suéter ya que así él no se daría cuenta del efecto que causaba en mi.
O al menos eso pensaba, pues por un momento su mirada bajo de mi cara a mis pechos y de inmediato la volvió a subir, y no lograba entender porque había hecho eso hasta que discretamente baje mi mira y me di cuenta de lo que había sucedido. Gracias al top de lactancia que traía puesto y a lo que había sucedió segundos antes mis pezones se habían marcado a través de este suéter y Kevin lo había notado.
Maldita sea
Decidí hacer como que nada había sucedido y me solté de su agarre para empezar a caminar dentro del hotel.
-¿Prefieren comer en el restaurante o pedimos room service a mi habitación?.-me pregunto.
Ir a su habitación sonaba demasiado íntimo y peligrosos, aún no estaba muy segura como era que el reaccionaría estando solo nosotros, pero por otra parte, estar en un lugar público, donde cualquier persona pudiera reconocerlo y tomar alguna foto o video me aterraba, no podía arriesgarme a que alguien decidirá publicarlo y que toda una polémica se armara, y que peor aún, mi hijo y yo estuviéramos de por medio.
-Si quieres en tu habitación, Max se pone algo nervioso cuando hay mucha gente.- le respondí y él solamente asintió y camino en dirección a los elevadores mientras yo lo seguía.
Entramos a este y unos cuantos segundos después estábamos en un séptimo piso, Kevin me dijo que saliera primero y después colocó su mano en mi espalda baja para guiarme hasta su habitación.
De alguna manera toda esta situación hacia que recuerdos volvieran a mi mente, recuerdos bastante fuera de lugar que causaban que los nervios poco a poco volvieran a mi.
Iba tan sumergida en mis recuerdos que no me di cuenta que ya habíamos llegado a su cuarto, abrió la puerta y entramos, Max de inmediato le pidió bajarse y corrió hasta unun gran sofá que había frente a una gran televisión prendida en la cual pasaban algún tipo de caricaturas, Max batalló un poco pero logró subirse a el, luego se quitó sus pequeños tenis y se acosto bajo nuestra atenta mirada.
-Wow, tiene experiencia.-dijo Kevin para después reír un poco mientras seguía viéndolo sorprendido.
Me daba mucha ternura ver cómo se sorprendía cada vez que Max hacía algo nuevo frente a él, así fuera la cosa más sencilla del mundo Kevin lo miraba como si fuera lo más maravilloso que hubiera visto, una gran sonrisa se plasmaba en su rostro y sus ojos brillaban con intensidad. Podría ver esa mirada en él por el resto de mis días.
Unos minutos después Kevin llamó al lobby y pidió bastantes cosas de desayunar para todos mientras yo seguía incómodamente parada sin saber muy bien que hacer, o a donde ir.
-Puedes sentarte en donde quieras Alexia.-me dijo cuando finalmente volteó a verme.
Aún un poco insegura camine hacia la cama y me senté. Unos veinte minutos después llegó el desayuno y nos sentamos todos en el sillón y comenzamos a comer mientras hablábamos de cosas triviales, principalmente preguntas de Kevin sobre el nacimiento y los primeros meses de mi bebé.
Comimos y comimos hasta hartarnos, Max después se acostó nuevamente y a los pocos minutos Kevin me dijo que se había quedado dormido, saco una ligera cobija y lo tapó, después besó su frente y se alejó de nuevo, dejándonos ahora a nosotros dos solos en un incómodo silencio que luego rompió.-Y, ¿qué ha sido de tu vida estos meses?.
-Pues no mucho la verdad, deje la universidad y me dediqué 100% a trabajar y cuidar a Max y eso es todo lo que he hecho, ¿que hay de ti?.-pregunté.
-Pues, sigo con los Tuzos y fui convocado a la selección poco tiempo después, y gracias a Dios me ha ido muy bien.- sus ojos volvieron a brillar y sonrió con felicidad.
-Si lo supe, Diego te mencionaba en algunas ocasiones, felicidad por cierto.- y parecía que la mención de mi amigo había eliminado todo rastro de felicidad en el pues su sonrisa se esfumó y ahora sus ojos se veían enfadados.
-¿Diego y tu son algo?.-soltó bruscamente mirándome directo a los ojos poniéndome nerviosa.
-¿Diego y yo? No, obvio no, somos solo amigos.- conteste con seguridad.
-¿Solamente?, o sea, ¿jamás te ha besado, ni tocado?.-
Y en ese momento quede en blanco, mis mejillas comenzaron a sonrojarse y mis manos a temblar ante su dura mirada.
-Alexia, responde mi pregunta.-
-Y-yo, e-el, s-solo...-mierda.
-Alexia, contesta mi puta pregunta.-su voz cada vez se escuchaba enojada. No sabía que responder.
-Fue solo una vez...-murmuré.
-Fue solo una vez qué Alexia, ¿te beso? ¿Te toco?.-
-Y-yo...tenía poco después del parto, me sentía muy triste con mi cuerpo y entonces...entonces el se dio cuenta y...y quiso hacerme sentir mejor.-murmure en voz todavía más baja sin embargo fue suficiente para que el escuchara y sus ojos se hicieran negros sus facciones se endurecieran, estaba furioso.
Por un momento temí por mi misma, hasta que lo escuché.
-Entonces supongo que tengo que volver a demostrarte que tú eres mía, solo mía.
ESTÁS LEYENDO
Por su sangre [Kevin Álvarez]
Fanfiction[Do you remember?] El aire salado y el óxido en tu puerta Nunca necesité nada más Susurros ¿Estás segura? Nunca lo había hecho antes Pero aún puedo vernos perdidos en el recuerdo Agosto se escapó en un momento en el tiempo Porque el nunca fue...