veinticuatro

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Alexia Villalobos
Cuando encontramos nuestros lugares nos sentamos y empezamos a ver cómo el estadio comenzaba a llenarse.

Max se había querido sentar el solito y miraba con atención a todo aquel que pasara, yo simplemente esperaba y Diego se había perdido hablando con no se quien.

-Mamiiii! Mila!.-Max me hablo y señalo a la cancha en donde los jugadores del altas comenzaban a calentar.

-Mira Max, van a jugar.-le conteste viendo a los muchachos salir.

El se quedó otro rato entretenido mientras yo mataba el tiempo en mi celular, cuando de repente mi niño grito otra vez.

-MAMIIII!.-voltee a donde apuntó nuevamente y alcance a ver el motivo de su grito de felicidad. Kevin había salido de los vestuarios para que comenzaran a calentar ellos también.

Parecía que Kevin había escuchado el grito pues volteó a vernos y sonrió para después lanzar un beso en el aire, luego volvió a lo suyo y comenzó a correr de costado a costado.

-Tevin mami.

-Si mi amor, ¿quieres mucho a Kevin?.-le pregunté en voz bajita tomándolo en mis brazos.

-Ti mami, muchio.-sus ojos brillaron y sonrió grandemente.-Como papi.

Mi saliva se trabo en mi garganta y tuve que toser un poco para quitarme la sensación de ahogo que me había causado su comentario.

-¿Quieres que el sea tu papá, Max?.-mi voz salió temblorosa.

-Ti, como papi Tiego.-

-¿acaso escuché que un enanito me hablo?.-una tercera persona se metió a la conversación y sacó el niño de mis brazos para pasearlo en el aire haciendo que riera a carcajadas.

Algunas personas voltearon a vernos pero gracias a la sudadera y lentes oscuros que tenía mi amigo nadie pareció reconocerlo.

Excepto por unos ojos muy conocidos para mi. Sentí su mirada quemar en nuestras espaldas, solo hizo falta mirar un poco de reojo para presenciar a Kevin mirando fijamente a Max riendo en los brazos de él, y sabía que eso lo enfurecía.

Me quede en blanco unos minutos hasta que el silbato del árbitro me sacó de mis pensamientos, el partido había comenzado.

Una hora después

El partido estaba muy reñido, más de la mitad había sucedió ya y habían pasado muchas infracciones, la mayoría de esas eran causadas por el equipo de los Tuzos que jugaban a la defensiva, corrían a matar y ni así habían podido meter ni un gol, la tensión se palpaba en el aire y los gritos de la gente se daban cada vez más a escuchar.

Incluyendo los de mi hijo que llevaba rato parado en mis piernas para que viera con más facilidad lo que estaba pasando. Para ser honesta, dudaba mucho que entendiera mucho lo que estaba sucediendo o cual era el objetivo, el lo único que hacía era mirar la pelota rodar entre las personas y gritaba cada vez que la afición blanquiazul gritaba, y gritaba aún mas cuando lograba encontrar a Kevin entre la multitud.

-TORRRREEE TORREEE!!!!.-gritaba El Niño imitando a el muchacho que estaba a su lado.

Mire a la cancha y vi como Kevin le robaba la pelota al del equipo contrario, corrió con ella, se la pasó a Chávez y corrió aún más, Chávez se la devolvió, corrió, corrió y

Goooooooool!

Cayo el primero

La afición brincó de sus asientos y gritó con fuerza, Max brinco también y movió sus manos en el aire contento.

-TEVIIIINNNNN!!!!!!!

No pude evitar reírme de su reacción, Diego río junto conmigo y lo levanto en brazos para que festejara mas dramáticamente.

Voltee de nuevo a la cancha y mire como Kevin corría en nuestra dirección, me paralice lentamente y sentí que el alma se salió de mi cuerpo cuando vi como Diego le pasaba de brazos a brazos a Max.

Kevin había tomado a mi hijo en brazos, festejo con el en sus brazos. Frente a miles de personas. Frente a miles de cámaras.

Kevin Alvarez ¡¿Que haz hecho?!

(...)

-Lex, no te enojes, no es nada, fue la emoción del momento y nada más.-Diego llevaba todo el camino intentando tranquilizarme, sin embargo no podía, no quería ni saber lo que la gente comenzaría a especular, no era momento, ni si quiera sabía si eso era lo que yo quería.

Por supuesto que Max se encontraba volado, no dudo que ese hubiera sido el momento más feliz de su vida, desde ese entonces no había dejado de sonreír y parlotear sobre lo 'chido' que sintió con toda la gente. Le encantaba la atención.

-Diego, primero debió de habérmelo consultado, era mi decisión, no la de el y tampoco la tuya.-le conteste mirándolo sería.

-Perdón, no debí haber hecho eso, pero ya es hora de que ustedes dos hablen y decidan lo que pasara.

Suspire y seguí caminando, sabía que tenía razón, teníamos que arreglarlo ya.

-Señorita!!, espere!.-el mismo hombre que había ido a la cafetería en la mañana me detuvo.

Voltee a verlo y se acercó aún más.

-El joven Álvarez me pidió que le dijera que si podían esperarlo unos momentos.

-Dígale a Kevin que tenemos que irnos, que si gusta puede ir al departamento a hablar, con permiso.-y sin esperar que respondiera seguí caminando hacia el estacionamiento.

(...)

-¿ya apabe mami?.

El pequeño castaño miraba con atención a su mamá mientras que con sus piernas chapoteaba el agua que quedaba en la bañera.

-Ya bebé, solo tengo que ir por tu bata y te saco, ¿me esperas aquí?.- el solo asintió y siguió jugando así que salí rápidamente del baño y fui a buscar sus cosas.

Las encontré, estaba por regresar con Max cuando escuché que tocaban la puerta así que corrí y pregunté quien era.

-Soy yo, Kevin.-respondieron.

-Esta abierto, pasa.- no podía dejar mucho tiempo solo al Niño así que solo grite y volví al baño.

-Listo amor.-Max se paro de la bañera con cuidado, estaba por envolverlo en la bata cuando de repente grito y brinco a otros brazos.

-Hola mi Niño.-

-MAXIMILIANO! Estás desnudo!!!!.-

Bueno compañeras, en el siguiente cap se definirá k pasara con su pequeña familia disfuncional

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Bueno compañeras, en el siguiente cap se definirá k pasara con su pequeña familia disfuncional

Por su sangre [Kevin Álvarez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora