veintiuno

4.3K 156 23
                                    

Kevin Álvarez
Mi respiración se cortó cuando voltee y vi a Nailea parada enfrente de mi, todo a mi alrededor se detuvo y de repente sentí mucho calor.

¿Qué se supone que está haciendo aquí?

Ella de inmediato se acercó a mi y me abrazo con fuerza, abrazo que no pude corresponder por el shock en el que me encontraba.

-¿No te alegras de verme?.-me pregunté aún abrazándome.

-¿Q...que haces aquí?.-murmure en voz baja sintiendo la mirada de cierta persona en mi.

-Vine a verte, no podía esperar más.-me respondió rompiendo el abrazo, me miro fijamente y pude deducir que iba a besarme así que antes de que lo intentara me aleje.

-Ehh...tengo que ir al entrenamiento, hablamos después.

Y trote para alejarme lo más que pude, pero entonces mi mirada se cruzó con la de Alexia quien en cuanto me miro bajo la mirada al suelo y tomo a Max de la mano.

No me atreví a acercarme así que solo corrí y comencé a entrenar.

Alexia Villalobos
No era tonta, en cuanto escuché que pronunciaron su nombre la vi. Frente a mi estaba nada más y nada menos que Nailea Vidrio, la novia de Kevin la cual no la pensó mucho y se aventó a sus brazos.

Era demasiado doloroso de ver así que solamente me giré y seguí a Max que seguía corriendo.
Corrí tras de el hasta alcanzarlo y tome su mano, definitivamente no podíamos quedarnos aquí, pero intentar convencer a Max de irnos saldría muy mal.

-Max, bebé, tenemos que irnos ya, Kevin está ocupado y no podría jugar.- le dije agachándome para estar a su altura.

En boquita de inmediato se formó una puchero y sabía que comenzaría a llorar pronto.

-No, no, no llores, iremos con Diego y jugaremos toda la tarde, ¿si?.- el negó con su cabeza y se pronunció más su puchero.

-Tevin.-murmuro con tristeza.

-Veras a Kevin más tarde bebé, cuando ya no esté trabajando.-intente hacerlo entender pero no cedía.

Max no era un niño caprichoso o berrinchudo, simplemente sentía una gran pasión por el fútbol y se ponía muy sensible cuando no podía jugar, y ahora peor, pues parecía que se había apegado a Kevin a pesar de no tener casi nada de conocerlo.

-Mira mi amor, esta ocupado.-y lo tome en brazos para que alcanzara a ver a los jugadores corriendo de un lado a otro.

Volteó a donde le apunte y comenzó a mirar entretenido a los muchachos.

Duramos unos cuantos segundos en silencio hasta que Max dijo algo que me sorprendió.

-TEVINN!!!.- gritó lo más fuerte que pudo cuando al parecer reconoció a Kevin de entre toda la gente.

Kevin pareció escucharlo pues volteó de inmediato y lo saludó con la mano haciendo que Max se riera una vez más, luego volvió a lo que estaba haciendo.

-Ya lo viste Max, le diremos que venga a vernos luego.-parecía que por fin lo había convencido pues lo miro una vez más a la cancha y luego se giró a mi y estiró los brazos para que lo tomara.

Lo agarre y mire por última vez a Kevin, me asegure de que el no nos estuviera viendo y comencé a caminar.

Apenas habíamos dado unos cuantos pasos cuando de pronto alguien habló.

-¿Conocen a Kevin?.- y no tuve que voltearme para saber de quien se trataba.

-Hola, mi hijo es fan, pero ya nos íbamos, adiós.-respondí y acelere todavía más.

Necesitaba salir y llamarle a Diego de inmediato.

Kevin Álvarez
El entrenamiento por fin se había terminado, tenía que admitir que pase la mayor parte del tiempo distraído intentando pensar en que haría. Necesitaba mantener alejada a Nailea de Alexia y Max para que no fuera a pasar nada.

Tenía que buscar alguna excusa para que Nailea me esperara en alguna parte y poder llevarlos a ellos hasta su departamento otra vez.

Piensa Kevin, piens....

Llegue a las gradas donde Max y Alexia se encontraban, pero cuando los busque no se veían por ninguna parte.

Asustado comencé a voltear a todos lados para intentar encontrarlos, tal vez Max quería jugar en algún lado, o alguno tenía que ir al baño, o...

-¡Kevin!.-

Nailea nuevamente había aparecido en mi capo de vista.

-Nailea.- No sabía que hacer.

-¿Ya podemos irnos y hablar?.-me pregunto acercándose a mi intentando besarme de nuevo.

Una vez más logre esquivar su beso y me aleje.

-Y-yo, sólo tengo que hacer algo antes.-volvi a recorrer con la mirada todo el lugar, pero no había rastro de ellos.

-¿Buscas al pequeño Niño?.-mi corazón se detuvo una vez más y giré asustado a verla.

Podría apostar lo que fuera que en estos momentos me encontraba más pálido que un fantasma.

-Ehh, si, ¿los viste?.- mierda, mierda mierda.

-Sii, salieron hace mucho, creo que un muchacho los recogió.-comenzó a hablar.-por cierto, que tierno Niño, que bonito que lo hayas invitado a verte, se veía mu...-antes de que siguiera hablando la interrumpí.

-¿Hablaste con ellos?.-pregunté.

-Muy poco, su hermana parecía apurada, de hecho, te dire algo muy loco; cuando se fueron casi creí haber visto a Diego Lainez jajajaja.

Diego, maldito diego!!! Necesitaba salir de aquí lo más rápido posible y necesitaba sacarme a Nailea de encima.

-Bueno, voy y te dejo al hotel, arreglo unas cosas que tengo que hacer y voy contigo, ¿está bien?.-le dije y comencé a caminar rumbo al carro sin esperar su respuesta.

-No espérate, tenemos que hablar ya, necesitamos arreglar esto, a nosotros.- llego a alcanzarme y tomo mis manos entre las suyas.

Ya comenzaba a desesperarme, pensar que Alexia estaba de nuevo sola con Diego me provocaba una ira inigualable y Nailea no hacía nada más que empeorar las cosas.

-Nailea! Ya, no hay un nosotros, no puedo seguir contigo, ya no.-solté bruscamente arrebatando mis manos de las suyas.

-Kev...nosotros...

-No! Ya no te quiero, entiende! Ya no puedo estar contigo.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Por su sangre [Kevin Álvarez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora