diecisiete

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Alexia Villalobos
Mi piel se erizo cuando sentí sus suaves labios rozar mi pecho mientras sus manos se encontraban jugando con mi espalda, poco a poco subió una mano hasta el broche de mi top y con una facilidad increíble lo desabrocho dejando mis senos al descubierto.

Sus besos bajaron más y más a la vez que mis manos bajaron de su espalda al borde de su short. Para este momento estaba actuando por puro instinto.

Sabía que ya no estaba pensando con claridad, mi mente se encontraba nublada entre el deseo y la lujuria. Nada me importaba más que seguir sintiendo su toque y evitar hacer ruido para no despertar a Max, a pesar de que sabía que tenía el sueño muy, muy pesado, prefería no arriesgarme a que despertara y tuviera el trauma de su vida así que usaba toda la poca razón que me quedaba para recordarme guardar silencio.

Kevin, desesperado por mi jugueteo con la cinturilla de su short decidió separarse de mi y bajarlo completamente por sus piernas, para luego tomar el borde de mis biker shorts y bajarlos también quedando así los dos en la misma posición.

Semi desnudos y ansiosos el uno por el otro.

Luego volvió a posarse encima de mi asegurándose de que su cuerpo rozara con los lugares correctos del mío provocando que más y más suspiros ahogados salieran de mi.

No podía soportarlo más, necesitaba sentirlo o me volvería loca, necesitaba estar piel con piel de nuevo con el.

-Kev...por favor.-gemí en un susurro jalando suavemente el cabello de su nuca que estaba a la altura de mis senos.

-suplica, dime a quien le perteneces.-murmuro contra mi pecho con voz ronca.

-A ti Kev, solo a ti.- mi voz salió en un susurro, casi se escuchaba como un lloriqueo de lo desesperada que me encontraba.

-Muy bien mi amor, buena niña.-me susurró de vuelta mirándome ahora directamente a los ojos.

Sin darle más vueltas a la situación, se levantó de encima de mi y tomó los bordes de su bóxer para quedar totalmente desnudo frente a mi.

Luego volvió a su antigua posición y bajo su mano a mi entrepierna, movió a un lado mi panty y estaba a punto de hacerlo cuando de pronto su celular sonó.

Los dos nos quedamos paralizados, el fuerte sonido de la llamada nos había asustado y sacado de nuestra burbuja.

-Contesta..-murmure.-puede ser importante.-le dije mientras cubría mi pecho con mi brazo.

El se bajo de la cama y busco el teléfono que seguramente se había caído de su short.

Lo tomo e hizo un gesto como de molestia al ver quien había llamado, sin embargo la llamada se cortó y el aventó nuevamente su celular a alguna parte de la habitación y volvió a la cama conmigo.

-¿en donde nos quedamos?.-me pregunto y luego chocó su boca con la mía nuevamente antes de que pudiera responder.

Y entonces su cuerpo se unió con el mío una vez más, haciéndome sentir viva por fin. 

(...)

Me encontraba acostada en su pecho, sus dedos trazaban figuras imaginarias sobre mi espalda desnuda a la vez que yo escuchaba los latidos de su corazón, que poco a poco provocaban que el sueño se apoderara de mi.

Mis ojos cada vez pesaban más y luchaba lo más que podía para mantenerlos abiertos pero cada vez era más difícil.

Estaba apunto de ceder pero antes de caer en un profundo sueño el molesto sonido de un celular resonó por todo el lugar.

Kevin soltó un suspiro de frustración y con cuidado se movió para agarrar el celular nuevamente.

Juro que no quería ser una chismosa pero, inconscientemente mis ojos se movieron a la pantalla y mi corazón se paró por un segundo.

Nai❤️

Nai
Nai
Nai

Mi cabeza comenzó a dar vueltas y vueltas intentando recordar de donde me sonaba ese nombre.

Pensé y pensé hasta que escuché como Kevin contestaba.

-¿Que es lo que quieres, Nailea?.

Y entonces mi cerebro hizo clic y fue como si un bote de agua helada cayera sobre todo mi cuerpo.

Nailea Vidrio
La novia del famoso futbolista tuzo Kevin Álvarez hace su aparición en este partido.

-Si bueno, estoy muy enamorado de Nailea, desde que la conocí fue como amor a primera vista y no me imagino sin ella.

Mi mente había desechado totalmente ese recuerdo de una entrevista que tenía de hace meses que por accidente vi mientras estaba en el trabajo.

Simplemente lo ignoré y seguí concentrada en lo mismo pues jamás por mi cabeza había cruzado que el u yo nos volviéramos a encontrar.

Y ahora estaba aquí, desnuda en sus brazos mientras el hablaba por teléfono con su novia haciéndole sentir la peor persona del mundo.

Poco a poco sentí su cuero moverse hasta que salió de la cama y se dirigió rumbo al baño, con cuidado camino y cerró la puerta.

Y yo aproveche, rápidamente me levante también, me puse como pude mis shorts y la camiseta negra que Kevin estaba usando unos minutos antes. Me puse mis tenis y fui a donde Max se encontraba aún dormido para después tomarlo en brazos y salir lo más rápido que pude de aquella habitación, sintiéndome la persona más sucia del mundo.

Una vez más había caído sobre sus encantos, a pesar de saber que el nunca fue ni sería mio.

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Por su sangre [Kevin Álvarez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora