ocho

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Alexia Villalobos

¿Alguna vez han sentido el mundo detenerse?
Todos están viviendo, el tiempo está pasando, las cosas están moviéndose, sin embargo, yo no soy capaz de sentir nada de eso.

Mi mundo se detuvo y lo único que podía hacer era observarlo. Observarlo hasta estar segura de que en realidad el estaba aquí, que en realidad lo había encontrado con mi hijo en sus brazos, el mismo hijo que una vez el negó. Observarlo hasta darme cuenta que era real, y que no otra otra más de mis pesadillas, el estaba aquí, frente a mi, tan hermoso como siempre, sus ojos brillando y mirándome con preocupación era todo lo que podían expresar. No sabía que hacer, me sentía paralizada.

Podía sentir su mirada quemando a través de mi cuerpo, y su voz suplicándome que hablara con el, pero, ¿podría yo cruzar una palabra con el? no lo sabía con certeza, si, algunas veces este tipo de situaciones venían a mi mente. Pensaba en escenarios ficticios en los cuales el volvía y conocía a mi hijo, escenarios en donde me pedia perdón por todo, escenarios en donde solo éramos nosotros.

Y ahora, lo tenia de frente, con una mirada desesperada, parecía que estaba sufriendo físicamente, como si le doliera verme, ¿que más quiere de mi?...

-Alexia por favor, hablemos.-suplico una vez más.

Por otra parte, Diego seguía sosteniéndome con fuerza, como si tuviera miedo de que me fuera a ir.
No tenía ni idea lo que estaba pasando por su mente pero me imagino que las piezas del rompecabezas estaban haciendo clic y estaba sacando sus propias deducciones.
No era muy difícil adivinarlo. Por fin había logrado lo que tanto quería, saber quién era el papá de mis bebés.

-Esta bien, hablemos.

Respire lentamente y decidí que lo haría, el no lo merecía; lo sabía, pero algo dentro de mi sabía que era lo correcto. Inmediatamente en cuanto dije eso el agarre de Diego se hizo más fuerte, no le gustaba la idea pero lo tenía que hacer.

-Espérame allá, ahorita voy.-fue lo último que dije antes de tirar del brazo de mi amigo para hablar primero nosotros dos.

-Que mierda estas haciendo Alexia!!.

-Diego por favor, te prometo que te contaré todo luego de esto, ¿si?, te explicaré y contestare cada pregunta que tengas pero por favor, quédate aquí con Max, volveré rápido.-dije tomando sus mejillas entre mis manos para intentar tranquilizarlo.

A duras penas el asintió y besó suavemente la palma de mi mano, luego me di media vuelta y caminé hacia Kevin pensando muy bien en que iba a decir.

Llegue hacia donde el me esperaba sentado y me puse a su lado sin saber muy bien que decir, hasta que el inicio la conversación.

-¿El es..es?.-balbuceó nervioso.

-¿Mi hijo? Si, lo es.-respondí firme y nos quedamos en silencio unos segundos

-¿Lainez es, es su padre?.- preguntó.

Suspire levemente y pensé en lo que contestaría.

-Creo que tú sabes la respuesta.

Voltee a verlo y pude observar como sus ojos se cristalizaban, sin embargo no lograba entender por qué hasta que habló de nuevo.

-El es mi hijo, ¿no es así?

-El es mi hijo, ¿no es así?

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Por su sangre [Kevin Álvarez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora