Háblame en español (Wolfstar)

Capitulo cinco

Remus J. Lupin

No hay nada más irritante que sentir nervios por culpa de una persona que apenas conozco, Gal lo llamaría “Amor a primera vista”, vomitivo, Kahel diría que me lo coja. Ninguna de las dos opciones me agrada.

—Hola Remus —dice James entrando al cuarto.

—Hol- ¿Desde cuándo hablas en español? —Él deja escapar una risita y niega con la cabeza.

—Mi madre es mexicana, siempre me dijo que debía amar mí cultura y me hablaba en español —Se encoje de hombros y ahora soy yo quien ríe.

—Bien, es bonito volver a escuchar mí idioma

—Es bonito tener con quien practicar mí español... ¡Mí madre te amará! Tienes que venir a mí casa y...

—James, amigo, cálmate

James respira profundo y suelta una risa, al mismo tiempo, Peter entra a la habitación y nos mira.

—¿James ya te está hablando en español?

—Si, en efecto

Peter asintió y se lanzó a la cama.

—Joder, estoy tan cansado que podría dormir una semana...

—Hazlo, yo te despierto cuando empiecen las clases —prometo mientras abro el libro que estaba leyendo.

James ríe, siempre está riendo, no entiendo como alguien puede ser tan feliz. Según mí psicóloga las personas que más sonríen son las que más peso cargan, y eso realmente me asusta porque no puedo imaginarme a alguien como James sufriendo por algo, es como un ratito de sol.

—¡Oigan amigos! —Sirius irrumpe repentinamente en la habitación, mirándonos a todos con los ojos llenos de emoción —¡TENGO UNA IDEA PARA UNA BROMA!

—Soy todo oídos —Peter, aún acostado, intenta observar a Sirius para darle a entender la veracidad de su frase.

—Bien, ¿Listos? —Sirius se queda en silencio, y, para darle mas dramatismo, James comienza a golpear la mesa con un redoble de tambores —¡Poner tinte rojo en sus shampoos!

El cuarto se queda en silencio, solo dos segundos, antes de que James y Peter muestren su total emoción por la broma.

—Mañana podemos ir al pueblo y comprar los materiales... —Mientras James habla poco a poco empiezan a mirarme los tres.

—¿Que?

—Son muchas cosas para hacer —dice Pete.

—Si, y un par de manos extras nos vendría genial... —agrega Sirius.

—¿Ajá?

—¡Vamos Remu! ¡Por favor! —pide James.

Una idea cruza por mí cabeza, claro que los quiero ayudar, pero debo hacerme el difícil solo para aprovechar esto.

—Solo si Sirius me lo pide en español.

James murmura algo al oído de Sirius, Sirius lo mira confundido y le pide que lo repita, James vuelve a susurrar, Sirius me mira, se arrodilla frente a mí, su cabeza está justo en el lugar perfecto para que mí imaginación vuele, pero me concentro.

—Remus, por favor, ¿Pod..dr...drías ayudarnos con... la b-br-broma? —Pude notar como le costaba pronunciar la r, en especial en la palabra “broma”.

Él no se mueve, estaba ahí, quieto, entre mis piernas, demasiado cerca de lugares que no tardarían en reaccionar a su toque... De repente creo que esta no fue mí mejor o más inteligente idea, pero mí lado más primitivo decide que quiere ver a Black en más situaciones así.