Háblame en español (Wolfstar)

Capitulo diez

Sirius O. Black

¿Cómo es que falta un mes para mí cumpleaños si a penas ayer estaba entrando a clases? Ya estamos en Octubre y realmente no sé cómo sucedió, tal vez porque mis pensamientos estaban muy dispersos con cierto latino de ojos avellanas y cicatrices calientes.

Luego de aquel momento que compartimos en mí cuarto, luego de despertar a su lado, me he dado cuenta que el es demasiado perfecto, quiero decir, en un nivel al que no puedo encontrar un solo defecto en él, y eso es un problema.

—¿Me estas diciendo que te enamoraste de Remus? —pregunta James en los vestuarios.

—Ajá

Él me mira incrédulo, cómo si esperara que yo me de media vuelta y le diga “Estaba bromeando, feliz día de los inocentes” aunque ambos tengas muy claro que el día de los inocentes es el 28 de diciembre.

—¿Cómo? ¿Cuando? —Me encojo de hombros y el suspira.

—Creeme James, no quiero esto, no quiero ponerme así a su al rededor o sentir celos cuando lo veo abrazando a alguien o  estar siempre al pendiente de él, quiero volver a ser yo

Algo que amo de James es que el jamás podría juzgarme, el conoce cada paso de mí vida y conoce todo lo que soy.

—No vas a terminar siendo como tus padres por enamorarte, Sirius

—Eso no lo sabes

(***)

El partido lo ganamos 3-2, y pude ver a Remus en las gradas, pero el no me miró a mí en ningún momento. Me lo merezco, pero soy egoísta y no quiero pensar que no fue por mí y fue por James, o por Regulus.

—¡Vamos Sirius! —Me grita James. —¡La fiesta es en unos minutos!

Me termino de maquillar, el delineado realza mis ojos grises y el top holgado me queda maravilloso, claro, no es por presumir.

—Vamos vamos —digo tomando las llaves de mí moto, veo a James tomando las llaves de la suya.

La fiesta va a ser a las afueras del pueblo, en una casa abandonada a la que todos llaman “La casa de los gritos” a si que es obvio que debemos ir es moto.

—Yo voy con James —dice Peter cuando llegamos a la calle. —Sirius maneja como maniático y hoy no quiero morir

Se sube a la moto y veo a Remus llegando detrás nuestro con un cigarrillo prendido y los ojos a penas maquillados, seguro obra de Lily.

—¿Me toca contigo? ¿No tienes problema con eso? —dice con burla, refiriéndose al hecho de que llevo como dos semanas ignorandolo.

—Subete —digo lo más serio que puedo y no puedo evitar recorrer su cuerpo mientras el termina de fumar su cigarrillo.

Veo su musculosa negra que deja a la vista todas las cicatrices que tiene en sus brazos, veo sus pantalones marrones que le quedan sueltos pero por algún motivo lo hacen ver más atractivo, sus botas negras, su cabello despeinado. Noto entonces que tiene un arete circular. Y creo que mí perdición es cuando su mirada choca con la mía mientras suelta el humo.

Camina hasta el bote de basura más cercano y apaga el cigarro antes de tirarlo en el mismo.

—Vamos, Black

Claro que tiene motivos para estar enojado conmigo, lo he ignorado sin darle motivos y me ha visto coquetear con todo el mundo en frente suyo. Pero no me gusta como suena mí apellido cuando lo dice así.

Se sube a la moto y no puedo evitar que se me corte la respiración cuando siento sus manos en mí cintura.

—Acelera —Me pide, no, me ordena.