Capítulo veinticuatro

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Sirius O. Black

Debo admitir que odio a Remus eufórico.

Bueno, no, eso es una mentira, de hecho me parece hasta tierno, pero lleva tres días durmiendo a las tres de la mañana por ver edits de el Dibu Martínez.

—Remus apaga ese celular o te juro que lo destruyo —dice Peter desde su cama con un almohadón en su cara.

Remus murmura una disculpa antes de apagar el celular y darse media vuelta, de repente queda cara a cara conmigo.

—Estuve pensando... —comienzo.

—Wow, eso es un logro, ahora cállate —Peter desde su cama me lanza un almohadón.

—Jodete wormy

Me paso a la cama de Remus quien rápidamente me hace un espacio. —¿Que estuviste pensando?

Muerdo mí labio de manera ansiosa, buscando la forma de redactar la oración.

—¿Cómo vamos a hacer cuando tengas que volver a Argentina?

Remus queda de piedra, noto en su expresión que es algo en lo que ya ha pensado mucho.

—¿A que vino esto? —pregunta logrando darme una pequeña sonrisa en la cual no creo. —¿Es porque te dije que quiero estudiar en la UBA? —Asiento recibiendo una caricia en la mejilla. —Te prometo que todo va a estar bien, Sirius

—Te creo

Y ahí uno al lado del otro nos dormimos, abrazados.

***

Los inicios de vacaciones respiran en mí nuca y con eso la navidad en las que vamos todos a volver a casa. Todos.

—Tal vez debo pedirle a Remus ser novios ¿No crees? —le pregunto a Marlene mientras ella trenza mí cabello en la sala común.

—¿Para qué? Es decir, actúan como si lo fueran —Se encoje de hombros y yo pienso un rato en eso.

—Se sentiría más real ¿Sabes? Poder decir “Si, tal día empezó todo” o “Él es mí novio” o poder sentir celos sin sentirme estúpido —Marlene pasa a otro mechón de pelo mientras asiente. —¿Cómo se lo pediste a Dorcas?

—No lo hice, solo la bese y asumimos que éramos novias, fue un cuatro de junio hace dos años

Rio porque de hecho ya conocía esa historia, solo que aún recuerdo la primera vez que me la contó “No entiendes Sirius, sus labios saben a fresa, ¿Cómo pueden saber a fresa? Tal vez era el labial... No, no tenía labial, debe ser un sabor natural.” Y así una semana.

—Bien, entonces ¿Cómo se lo pido a Remus?

—Remus no es una persona muy cursi, no creo que quiera algo muy romántico, pero asegúrate de que sea especial y ya

Especial...

Entonces comencé a crear mí plan.

-Paso uno: Lograr despejar un espacio de la biblioteca, iba a ser fácil.
-Paso dos: Mucho, mucho chocolate y cosas de chocolate.
-Paso tres: “Moony ayudame con la tarea” sencillo.
-Paso cuatro: Llevarlo al lugar en cuestión y pedírselo.
-Paso cinco: Prepararme por si me dice que no.

Pasaron los días hasta que logre completar mí plan, había suplicado a la bibliotecaria que me dejara usar aquel pequeño espacio del tercer piso (en realidad era un entrepiso) jurando que luego lo limpiaría. Lo decoré con ayuda de Lily y Peter, y conseguí chocolates, café, té, comida en general, con ayuda de James, Mary y Marlene.

A si que aquel veintitres de diciembre caminé hasta mí cuarto con un cuaderno de literatura latinoamericana en mis manos.

—Hey ¿Moony? —Remus, sentado en su cama, alza la mirada para verme. —¿Me acompañas a la biblioteca? Tengo que estudiar literatura latinoamericana y aquí no me concentro.

Los ojos del chico frente a mí brillan con la mención de la tarea ficticia. Asiente rápidamente antes de marcar la página.

—Espera un segundo —Lo veo ponerse las botas y buscar un suéter, justo mientras se está cambiando me mira con una ceja enarcada. —¿Ese es mí cárdigan?

Miro mí torso, en efecto lo es, le dedico una sonrisa inocente antes de agarrar su mano y guiarlo hacia la biblioteca.

—Sirius

—¿Si?

—¿Por qué estamos yendo hacia el entre piso?

Vuelvo a sonreír con inocencia y cuando termina de subir las escaleras me mira con ambas cejas elevadas.

—¿Sorpresa? —Él suelta una risa antes de darme un beso corto.

—Podrías haberme avisado que iba a ser una cita, no había necesidad de mentir

—Nah, sería muy aburrido

Nos sentamos en el suelo, comemos y hablamos durante un buen rato, sacamos fotos, grabamos.

Pongo mí celular grabando mientras jugamos a quien come más rápido un helado de chocolate. Cuando me gana puedo  ver manchas en sus labios.

Tomo su mandíbula y empiezo a limpiar sus labios con los míos, el ríe y yo quiero ser el culpable de aquel sonido todo el tiempo que pueda.

—Sirius el celular sigue grabando

—¿Y? Ni que lo fuera a subir a ningún lado

Vuelve a reír, está vez más bajo, mirándome a los ojos.

—Remus. —susurro, él asiente. —¿Querés ser mí novio? Digo, oficialmente

Me preparo para un no, para que me mande a la mierda, para que me diga que me odia, porque soy así de fatalista, entonces su mirada se ilumina aún más que cuando lo veo leer y asiente.

—Sirius, si —Entonces vuelve a besarme, con sus manos en mí nuca y las mías en sus brazos.

—¿Sería loco y extraño decir que te quiero? —pregunto en un tono bajo.

—Me parece que el tiempo es muy corto para asustarnos por un sentimiento ¿No? —Asiento con velocidad. —Te quiero, Sirius.

—Te quiero, Remus

N/A:

Es muy corto pero como amé escribir esto 😭😭

Anyways, mi opinión no importa ¿Les gustó?

Los quiero y recuerden que la vida es muy corta para no vivir amores. XOXO.

—JB

Háblame en español (Wolfstar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora