El humo del cigarro se esparcía por la sala de la biblioteca, el aroma a nicotina mentolada embriagaba con su sabor a los viejos libros cubiertos de polvo y desgastados. Una cabellera rubia permanecía apoyada en la sección de medicina, sus pies estaban esparcidos por el piso, su brazo, con el cigarro prendido, afirmado en su pierna. Habían pasado días desde que se ausentó de clases, días y noches enteras en las que no pude enfrentar a Jungkook, días en las que las pesadillas regresaron y la soledad reinó en su desolado corazón. Por lo que había escuchado, él se había incorporado rápidamente a todas sus actividades, su fama regresó y le habían asignado a un nuevo compañero de banco por petición propia, quizás esa fue la razón por la que faltó a las primeras horas de clases, le había dolido saber que Jungkook, así de rápido, lo cambiase por alguien más.
- Creo que esto fue lo que enamoró de ti Taehyung, te ves demasiado sexy con ese cigarro en manos.
- ¿Qué haces aquí?
- Solo necesitaba un respiro, Kai es demasiado pegajoso.
- ¿Quién demonios es Kai?
- Mi nuevo compañero de banco.
- Ahhh si, el motivo por el que no pude asistir a clases.
- Lo siento, creo que es lo mejor para ambos. Además, hay lugares vacíos, si no mal recuerdo te incomodaba sentarte al lado mío y creo que últimamente estuve sintiendo lo mismo.
- Claro, que estúpido, olvidé que hay más lugares en el mundo que no sean a tu lado. Creo que iré a buscar justamente eso. – Taehyung hizo el ademán de levantarse, pero Jungkook lo sujetó.
- Pero aún tenemos cinco minutos antes de la próxima clase.
- Cinco minutos que aprovecharé con alguien que realmente valga la pena.
- Tienes razón Taehyung, definitivamente yo no valgo cinco minutos de tu tiempo y tú no vales mi tiempo. No lo vales, esto es un desperdicio de vida. Ni siquiera sé qué hago aquí. No tienes que irte tú, me voy yo, Kai debe de estar esperándome.
- Espera Jungkook, podrías decirme, ¿qué es lo que intentas decirme?
- No lo haré, eso dije. No perderé mi vida entendiéndote, nunca más. Es lo mejor para todos, para ti, para tu abuelo, para mí.
- ¿De qué rayos estás hablando? ¿acaso te estas drogando?
- No soy yo el que se mete nicotina en los jodidos pulmones. Tu eres el canceroso aquí, no yo.
- ¿Ahora me estas juzgando por un puto cigarro?
- Si. - Jungkook no podía resistirse a reprocharle, él se estaba muriendo por tener una enfermedad que no buscó, que no deseaba, que no tenía cura. El estaba muriendo por ser diagnosticado como paciente con cáncer terminal y Taehyung, él solo buscaba una enfermedad que él, con gusto, habría rechazado por vivir a su lado, al de su madre, por cumplir sus sueños.
- Eres un idiota ¿lo sabias? Mira, son mis pulmones y no los tuyos, las personas están llenas de vicio, de maldad. Hay locos en la calle asesinando, políticos corruptos que empobrecen naciones, violadores y psicópatas y tu vienes a juzgarme a mí solo por un jodido cigarro ¿Qué daño te estoy causando yo a ti con esto? Déjame decidir joder, déjame vivir mi vida y vive la tuya. Al fin y al cabo, el único que se está haciendo daño aquí soy yo, no tú.
- Tienes razón Taehyung, te dejaré vivir tu vida a tu manera, deberías disfrutarla, cada segundo.
Sin decir más salió de allí, no podía quedarse, no cuando en lo único que deseaba era amarlo, refugiarse en sus brazos, sentirse vivo. Jungkook se encontraba en el dilema más grande de su vida. Aun no asimilaba el hecho de que ese chico, el amor de su vida, fuese su hermano, no podía creer que algo tan bonito como lo suyo fuese imposible. Había comunidades que practicaban el incesto, que mantenían la pureza de sangre con los lazos sanguíneos, pero para él, eso no era opción. A pesar de no ser creyente, sus principios morales y éticos se lo impedían. Si lo pensaba, todo estaba a en su contra si de Taehyung se tratase, su enfermedad, su aparente consanguineidad, su total desprecio desde el primer momento desde que lo conoció, su abuelo, su madre. Todo, incluso hasta el hecho de ser completamente incomprendidos, Taehyung buscaba su muerte y el solo quería vivirla a su lado. El rubio quería tener cáncer y el solo quería sacárselo de encima.
Habría escapado con éxito, casi estaba a punto de salir por la puerta cuando un brazo lo detuvo. No tenia que ser experto para saber quien era. Su fragancia mezclada con el olor a nicotina rápidamente había llegado a sus pulmones, la suavidad de su mano y la fuerza en la que lo sujetaban solo podían pertenecerle a él.
- Espera Jungkook no te vayas.
Su voz, Jungkook podría jurar que no existía mejor placer que el tenor de la voz de Taehyung. No era suave, era varonil y sensual, jodidamente áspera y gruesa, demasiado madura para un joven de su edad, pero tan jodidamente perfecta que lograba hacer estragos en su cabeza. Todo de Taehyung le encantaba, todo de él, justo ahora resultaba peligroso el hecho de mantenerse cerca de él. Sabia que al girarse se encontraría con esos hermosos ojos, con esa inmensidad similar al océano y tan penetrante que no hacían mas que intimidarlo, que se encontraría con esos rizos rubios cayendo por su frente y con esos labios que lo enloquecían e impedían hacer uso consciente de su razón.
Jungkook sabia que al girarse no habría marcha atrás.
- Déjame Taehyung.
Sin decir mas forzó el agarre y salió casi corriendo de allí, prontamente sintió la calidez de Taehyung esfumarse, se sintió vacío, frio, desolado, pero no podía arrepentirse.
Taehyung lo vio marcharse, las lágrimas cayeron por su rostro, quiso perseguirlo, pero su cuerpo no reaccionaba, ¿así sentía Jungkook cada vez que él lo rechazaba? Poco a poco, fue dándose cuenta que amaba a ese chico, que no le importaba en absoluto la muerte, esa jodida maldición, perderlo, el dolor. Que le importaba poco todo eso, porque estar lejos de Jungkook era mas doloroso que cualquier otra razón y como lo hizo ese lindo azabache, lucharía por él porque entre el dolor de perderlo y las ganas de amarlo, prefería amarlo sin importarle las consecuencias.
Jungkook no paró hasta sentir que estaba lo suficientemente alejado de allí, su cuerpo últimamente se había sentido demasiado agotado y tenía mucho dolor de cabeza. Los doctores aun seguían desconcertados, Jungkook no presentaba todos los síntomas de un paciente terminal, tampoco poseía el desgaste físico que se suponía debería de haber alcanzado meses atrás, mucho menos considerando el estado avanzado de su tumor. Jungkook ya debería de haber muerto, debería de estar postrado en una cama, intentando resistir dolores tormentosos, pero su enfermedad era extraña, sus dolores eran intensos, pero soportables. Para Jungkook, esos dolores eran mínimos comparados con el dolor de su pecho, ese si era mucho más letal, más doloroso e insoportable.
Había comenzado a llorar, agradeció a la estación del año, puesto que era temporada de lluvia y con ellas sus lágrimas se camuflaron, pensó en alejarse de allí, de todas formas, la escuela ya no era una prioridad, pero, unos brazos lo rodearon desde atrás, y de nuevo esa fragancia alteró su sistema. Taehyung no se rendiría, dejaría de ser un cobarde y lucharía por Jungkook y su primer paso fue seguirlo, aferrarse a él con tanto apego hasta que a Jungkook no le quedase más remedio que quedarse a su lado.
- Tae, ¿Qué estás haciendo?
- Lo que debería haber hecho desde el momento en el que te conocí.
Giró a Jungkook y estampó sus labios contra los suyos.
¡NEW CHAPTER!
Espero lo disfruten. Me duele ver el poco apoyo que tiene esta historia, la verdad.
BORAHAE PURPLE U 🥀
TAELLIKOOK.
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STAY ALIVE/KOOKV
FanfictionJeon Jungkook solo era un niño, un niño que se subió a una rueda de la fortuna y el azar decidió su fortuna. Taehyung, decidió acompañarlo. Kim Taehyung, era un rubio de ojos azules y el chico de capuchas. Él, parecía locomotora que expulsaba humo...