CHAPTER 26

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Esta joyita, llorando.

JUNGKOOK

Pensó que se iría, en serio lo pensó, pero no. Taehyung nunca salió de ese hospital. Se había quedado dormido en la sala esperando por él. Eran las 01.00 a.m. cuando la enfermera lo despertó preguntándole por el pequeño rubio que descansaba en la sala. Nuevamente estaba lloviendo y la temperatura descendía con la lluvia, la preocupación rápidamente se apoderó de él, le agradeció y se levantó a verlo. Y ahí estaba, tan hermoso como siempre, él se había quedado, Taehyung esta vez se quedó a su lado y aunque se sintiera incorrecto el corazón del azabache se llenó de calidez. Es que Jungkook no lo sabía, pero él logró romper esa barrera, ese muro que separaba el asustadizo corazón de Taehyung del mundo.

- Tae... Tae... Despierta. – sutilmente comenzó a moverle para lograr alguna reacción y poco a poco vio como esos ojitos azules adormilados lo invadían.

- ¡JUNGKOOK QUE HACES LEVANTADO! ¿ESTAS BIEN? ¿NECESITAS ALGO? – Jungkook juraría que jamás, nunca en la vida podría ver esa faceta de Kim Taehyung. Esa preocupación lo hacía ver más tierno que lo que ya era.

- Estoy bien... deberías de marcharte esta lloviendo y es muy tarde. Ya es hora de dormir y yo necesito descansar.

- Está bien, escogeré mi lado de la cama.

- ¿Ah?

Sin decir más, Taehyung se adentró en la habitación y comenzó a desabrochar sus cordones para luego acostarse en un espacio de esa reconfortante cama. Jungkook lo miró con desconcierto, había insultado a ese chico, lo hizo llorar, algo prácticamente imposible, y él estaba allí sonriéndole malditamente sexy e invitándolo a acostarse a su lado.

- Yo no puedo Tae. – la idea de que eran hermanos era lo único que más lo atormentaba últimamente.

- Prometo que solo dormiré y en cuanto amanezca me iré, es tarde para manejar y con este tiempo, bueno podría tener un accidente.

- Esta bien. – Jungkook juró que solo lo hacía por el bien del menor, pero muy en el fondo de su corazón sabía que no era así, que estar a su lado era lo único que deseaba todos los días de su vida.

Cedió a sus encantos, como siempre lo hacía, y en menos de lo que canta un gallo ambos se encontraban acostados uno al lado del otro, pero la posición era extremadamente incomoda así que Taehyung giró hacia el chico y se afirmó en su pecho tapando la boca de lo que sea que estaba por decir Jungkookie pidiéndole silencio. Poco a poco, ambos fueron atacados por Morfeo y Jungkook no pudo evitar acurrucar bien a su chico, temía que se enfermara y si solo él veía, no contaba como una derrota. Porque si, a pesar de su enfermedad, de su aparente parentesco, Jungkook jamás podría ganar contra aquello que sentía por el menor y así sea como su novio o tan solo como su hermano, él lo protegería y haría que fuese feliz porque eso es lo que hacemos cuando uno ama de verdad ¿cierto? Proteger y buscar la felicidad de la persona que amamos, así sea que eso nos lastime y perdamos vida en el proceso.

Cuando el sol salió, Jungkookie abrió los ojos para ver la cosa mas hermosa del mundo, le encantaba transportarse al océano en todo momento, pero Taehyung no estaba allí. Se levantó y buscó en la sala, pero no lo encontró, fue a mirar al baño e incluso en el armario, pero su lindo rubio no aparecía. Recordó sus palabras y regresó desanimado a su cuarto, por alguna razón le habría gustado que no se fuera de allí, que Taehyung jamás se hubiera marchado. Unos minutos más tarde, el doctor había pasado a revisarlo solo para decir lo obvio, no había nada que hacer por él, ni siquiera las quimios funcionarían en su estado, solo le restaba ser fuerte y tomar los medicamentos que evitarían el dolor y ayudarían a su cuerpo a mantenerse fuerte el mayor tiempo posible. Estaba preparando sus cosas al lado de Jin y Bogum, quienes habían llegado temprano en la mañana debido a la incesante tormenta que no les permitió asistir la noche anterior, cuando la puerta se abrió de par en par, Taehyung apareció con varias bolsas cargando.

STAY ALIVE/KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora