"Dime lo que quiero escuchar, dime que me amas, ámame, dime que me amas y te entregaré todo de mí, absolutamente todo."
Temprano en la mañana, Jungkook se despertó más vivo que nunca. Era día de semana y eso solo significaba una cosa; ir al colegio, pero no era relevante estudiar, eso también era bueno, pero lo que más le importaba era otra cosa; Taehyung estaría sentado a su lado, podrían hablar, conocerse y quizás con el tiempo..... Se preparó y esta vez sí se colocó el uniforme, un detalle que obligatorio, pero ayer no lo cumplió porque los únicos que tenía estaban en la tintorería, un pequeño detalle que olvido durante el fin de semana por estar leyendo el último libro de su grandiosa saga. Para suerte de él, los profesores lo adoraban y lo dejaron pasar, no era favoritismo, era valorar sus esfuerzos y Jungkook era responsable todo el año, un día, no era para tanto. Muy contrario a Taehyung, quien, si se llevó un buen regaño por parte de la profesora de música, pero que pasó de ser un jalón de orejas por el hecho de ser nuevo.
Desayunó con rapidez y muy poco, recibiendo una queja de su hermosa madre, besó su frente, olió su cabello, le dijo que la amaba y salió corriendo del lugar. No, Jungkook no era sentimental, tampoco cargoso o niño de mami, el solo apreciaba lo que le importaba, sabía que ese abrazo o ese beso podría ser el último y solo quería quedarse con un recuerdo hermoso, no con un arrepentimiento, y es que la verdad Jungkook tenía razón; uno nunca sabe lo que puede pasar allá afuera.
Como siempre Jungkook salió en su moto, tenía que pasar a recoger a Jin en la parada del bus, quien, al igual que él, era chico de pocos recursos, estaban por encima de la línea de pobreza sí, pero eso no significaba que tuvieran acceso a todas las comodidades y el transporte era uno de ellos. Por suerte, ya lo estaba esperando quejándose por hacerlo despertar más temprano y extrañándose por la avidez del azabache. Jungkook era el tipo de nerd que solía quejarse por levantarse temprano, solía aparecer con el cabello aun mojado y desordenado con unos ojos de mapache y con su cara de póker, pero hoy parecía como si fuera todo, menos Jungkook. Ambos eran altos, con cuerpos y rostros de envidia, por lo que era un completo privilegio para las chicas de otros colegios deleitar sus ojos, tan temprano, con los chicos de la moto deportiva.
Muy diferente a Jungkook, Taehyung apenas si pudo levantarse luego de que la muchacha de servicio le suplicara que lo hiciera. Todas los que trabajaban para los Kim sabían que el nieto del señor Hoseok era un perezoso y malhumorado con medallas de oro bien ganadas. Y si, era muy malhumorado porque apenas estuvo de pie comenzó a tirar maldiciones y despedir al personal por ser tan incompetente, el agua de su baño mañanero estaba tibia, casi fría y eso lo molesto demasiado, aunque claro, el ignoraba totalmente el hecho de que las pobres muchachas tardaron más de una hora en despertarlo, hora en la que el agua, caliente, se enfrió. De mala gana se bañó y de mala gana se colocó uno de los cientos de buzos que tenía, un pantalón negro ajustado y arrastró su mochila hasta el comedor. Su abuelo lo estaba esperando para desayunar y eso lo sorprendió, siempre se iba temprano.
- Muchacho hasta que te despiertas, ya solo faltan 20 minutos para tu entrada, ven desayuna.
- Buen dia abuelo.
- Buen perezoso y malhumorado día muchacho. No sé si lo olvidaste, pero ese chico Jungkook debe de estar ansioso de verte. ¿No te da curiosidad verlo?
- ¿Verlo? ¿Para qué o qué? – No, lo único que ansiaba Taehyung era su cama, cómoda y calentita, lo único.
- Estos muchachos de hoy en dia. No importa desayuna que te llevaré al colegio.
- ¿Tu? ¿No estás hablando en serio no? No voy a caer en tu jueguito, a otro perro con ese cuento. – No, Taehyung no se dejaría engañar, quizás las cosas estén bien, pero no, su abuelo jamás pondría su empresa por debajo de él, eso lo sabía, vivió asi 16 largos años.
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STAY ALIVE/KOOKV
FanficJeon Jungkook solo era un niño, un niño que se subió a una rueda de la fortuna y el azar decidió su fortuna. Taehyung, decidió acompañarlo. Kim Taehyung, era un rubio de ojos azules y el chico de capuchas. Él, parecía locomotora que expulsaba humo...