CHAPTER 25

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JUNGKOOK

"Aquí termina todo"

Su beso fue... ¿húmedo? Como esos días lluviosos de verano, justamente como estos días. La lluvia resbalándose por su cuerpo, la temperatura de nuestros cuerpos descendiendo, las lagrimas cayendo, todo hacia que sus besos se sintieran húmedos, fríos, refrescantes, sus labios parecían fresas heladas, copos de nieve. Siendo sincero, Taehyung no vino más que para hacer eso en mi vida: llenarme de nuevas sensaciones que solo me provocan una completa dependencia hacia él. ¿Dije que sus ojos son como la inmensidad del océano? Sus hermosos ojos... Ojalá pudiera verlos 100 años al amanecer y 1000 vidas al atardecer. Cuando lentamente se separó de mí y me perdí en esa inmensidad, ellos me penetraron y formamos juntos nuestra noche en la playa. Fueron segundos, pero sentí que fueron horas, segundos en los que nos mirábamos sintiendo nuestras respiraciones, segundos en los que tardé en reaccionar y en los que juraría amarlo la vida entera de no ser por los acontecimientos que últimamente hicieron pedazos la vida que había soñado a su lado.

Debería de haberme quedado, debería de aceptar que sentía lo mismo, que vivir sin él es una completa y jodida mierda, pero no puedo ser egoísta, no puedo ir contra la naturaleza en todos los sentidos, en nuestros parentescos, en mi enfermedad. No puedo, porque cuando todo esto acabe y las luces se apaguen, él será quien sufrirá por los dos y no quiero eso. No para él. Así que hice lo que un cobarde hace; huir como un soldado sin guerra.

Había corrido sin detenerme, mis pulmones exigían oxigeno que no tenía, mi cuerpo se debilitaba y mi visión entorpecida por las gotas de lluvia poco a poco se desvanecía. Estaba desmayándome, pero lo prefirió antes de quedarme a su lado y no tener la valentía de alejarlo de mí.

- ¡JUNGKOOK CUIDADO!

Él no se rendiría ¿verdad?

Poco a poco, mis ojos se fueron abriendo, el sonido molesto del monitor provocaba cosquillas molestas en mis oídos, ejercí movimientos con mi cuerpo y me di cuenta que, nuevamente, estaba conectado a miles de aparatos.

- Jungkook, ¿estas bien?

- ¿Tae?

- ¿Quién más?

- ¿Qué hacemos aquí?

- ¿No lo recuerdas? - Negué con mi cabeza. Él solo me miró preocupado, aun empapado por la lluvia y mas pálido de lo normal – Tú... te desmayaste y tuve que traerte al hospital. El doctor dijo que tienes que descansar, que estas muy débil.

- Yo... lo siento, perdóname por causarte este inconveniente, pero... Ya puedes irte.

- ¿Es en serio? – Miré su rostro, su molestia era más que notoria, pero no era mas fuerte que el dolor en su pequeño rostro. Me siento tan miserable.

- Si, no quiero que estes aquí. De hecho, no te quiero en mi vida Taehyung.

- ¿Por qué demonios me tratas así? ¿Qué nos pasó Jungkook? ¿Estas molesto porque no vine a visitarte antes?

- Pasa que estoy postrado en esta jodida camilla, que desde que te conocí no hago más que parar en este hospital y es por tu culpa, por esa jodida maldición que dices que tienes. Eso pasa, por eso no te quiero cerca, estás maldito Taehyung y todos los que se acercan a ti terminan así y yo no quiero seguir así. - Tenía que alejarlo, no tuve opción. Las palabras me dolían más a mí, que, a él, pero no podía, no quería que él me viera así y que dejara su rutina por permanecer al lado de un desahuciado. Él, necesitaba ser feliz al lado de alguien que pueda compartir una larga vida, sin desmayarse y sin terminar hospitalizado a cada segundo. Kim Taehyung necesitaba a su alma gemela y lamentablemente yo Jeon Jungkook no lo soy.

Pensé que me insultaría, incluso que haría un berrinche o me golpearía, pero no. Él solo se fue, Taehyung se fue, lo perdí para siempre y ahora no estoy seguro si eso es lo que quería. ¿Podría aguantar todo esto sin estar a su lado? Ni siquiera eso me importa, porque ahora lo único que rondaba en mi cabeza era mi mayor condena.

¿Cuándo todo se acabe, y noche y océano se separen, podrás perdonarme Taehyung, me olvidaras?

STAY ALIVE/KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora