CHAPTER 33

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Permanecieron un momento eterno, juntos. Se habían sentado en la yerba, con Taehyung entre las piernas de Jungkook, mientras los brazos de éste lo envolvían. Solo mirando ese viejo pozo, y quizás algunos pájaros que se asentaba a cantar con el eco del agua, el rubio había encendido otro cigarro y el azabache solo miraba las figuras de humo que desprendía el chico de las capuchas. El silencio había reinado, pero no era incomodo o molesto, se sentían en paz, estaban juntos, eso era lo que realmente importaba.

- ¿Y ahora qué sigue? – Jungkook, juraría que hasta temblaba cuando la voz gruesa del rubio se dirigía a él.

- No lo sé. – Jungkook pensó en ello. Quizás se había precipitado en decirle la verdad a Taehyung, quizás, que él continuara pensando que eran hermanos, era lo mejor. Después de todo, él no podría ofrecerle nada estable y duradero, pero luego pensaba en la agonía de esa verdad dolorosa y se convencía de que hacerlo era lo correcto.

- ¿Cómo que no sabes, Jungkook? Se supone que tienes que pedirme que sea tu novio, es lo lógico, lo justo y lo correcto. No me besaré contigo si no hay nada formal entre nosotros. – Taehyung, lo miraba por encima de su hombro, con esos ojos azules y algunos mechones alborotados en su frente. Era hermoso, incluso sin ellos.

- ¿Desde cuando te interesa seguir las reglas?

- Desde que te conocí. – No se necesitaba ser adivino para saber que todo en el interior del azabache se removió provocándole cosquillas y mucho nerviosismo.

- Tú, ¿quieres ser mi novio? – Para ese punto, Jungkook rogaba que dijera que no. Que ahora que toda esa pesadilla había terminado el rubio continuara alejándolo, como si se tratara de una enfermedad mortal, pero también sabría que si lo rechazaba le dolería, porque lo amaba, realmente amaba a ese chico. Y, si Taehyung respondía que sí, le valía el mundo, el tiempo, la vida, todo. Lucharía por hacerlo feliz.

- Claro que quiero serlo idiota, aunque no sé si quiero ahora que tengo que estar rogándote que me lo pidas, me siento un ofrece... - Algo lindo de Taehyung, era su tierno puchero, muy tierno, demasiado de hecho.

Labios rosados fueron los que lo callaron y un agarre en su cintura lo atrajo mas hacia el culpable. Taehyung, sonrió entre besos y con sus brazos rodeó el cuello de Jungkook. ¿Es posible sentirse tan vulnerable y tan vivo solo con el contacto de una persona? Al lado de Jungkook, Taehyung se sentía vivo, no podía creer cuanto podría sentir al lado de ese azabache y solo era contacto físico. Según él, un instinto animal y primitivo que solo nos recuerda el sentido y la necesidad de preservar la especie.

- Niño bonito.

- ¿Mmm?

- ¿Quieres ser mi novio por el resto de la eternidad? – Jungkook había perdido por completo la razón, pero a ese punto ya no le importaba. Su amor, su relación era única en el mundo y ellos eran felices, era lo único que importaba.

- ¿No crees que es mucho tiempo?

- Lo es, pero eso es lo que quiero contigo, Taehyung. Amarte más allá del tiempo, del estado corporal, de las circunstancias y los momentos trágicos. Quiero amarte como recuerdo, como vida, muerte, esencia. Quiero amarte incluso si solo fuese una ilusión.

- Entonces, si quiero. Acepto ser tu novio por el resto de la eternidad. – Y Jungkook, sonrió, se sintió el ser más miserable, pero también, él más inmensamente feliz en la tierra, en su mente, en su ser, en todo lo que define la existencia de aquella persona que tiene por nombre Jeon Jungkook. Él se sentido vivo, realmente vivo, luego de tantos años.

Hizo lo que cualquiera haría en su lugar, reclamó sus labios, reclamó su existencia y todo lo que define a ese ser, ese recuerdo, esa creación perfecta que lo miraba como si el universo se encontrase en sus ojos, y lo besó. Beso a Kim Taehyung, su Taehyung.

- ¿¡MUCHACHOS QUÉ CREEN QUE ESTAN HACIENDO!?

El señor Hoseok, había salido a verificar que aquellos dos, supuestos hermanos, no se estuvieran matando, conociéndolo a Taehyung. Se esperó todo, quizás un poco de sangre, puños heridos y quizás un poco de polvo, pero jamás verlos así, pegados como pulgas y devorándose como leones salvajes, porque eso era lo que él podía interpretar. ¡Ellos eran hermanos! ¡Eso era incesto!

- No sé si lo sabes anciano, pero si no puedes adivinar con lo expresivos que somos pues entonces te lo diré, estoy devorando la boca de mi novio. Y me lo habría follado de no ser por...

- ¡Taehyung! – El señor Hoseok casi se infartaba en ese preciso instante. - ¡Son hermanos, hermanos! ¡Aléjate de él, Taehyung! y tú, Jungkook. Dios creí que tú eras más sensato que...

- No somos hermanos, abuelo, mi madre me lo confesó.

- ¿¡Que!?

- Solo fue un cruel engaño de su parte.

- Pero, ¿cómo?

- Si no es mucha molestia, Jungkook y yo subiremos a mi cuarto.

- Pero...

- ¡Adiós, anciano!

- ¡TAEHYUNG! – El señor Hoseok sabía que reclamar era absurdo, que no importara cuanto hiciera o dijera, lo que había entre esos chicos era mucho mas grande y complicado de lo que parecía. Así que solo, solo los dejó ser. Y, solo se limitó a contemplar como corrían alejándose entre la hierba, con sus manos entrelazadas, con un sonrisa adornando su rostro y sus cabellos agitados por la brisa mañanera.




¡NEW CHAPTER! 

¿Adivinaron el final? 

BORAHAE PURPLE U. 

TAELLIKOOK. 🥀

STAY ALIVE/KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora