EXTRA

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Terminamos con el tema que dio inicio a esta historia.


Una desgastada mujer, caminaba al lado de un hombre de avanzada edad, vestidos de negro, con un paraguas en sus manos y la lluvia salpicando sus ropas. Se detuvieron frente de dos lapidas con palabras plateadas grabadas:

KIM, TAEHYUNG, 30/12/2006 AL 26/01/2010.

JEON, JUGKOOK 01/09/2006 AL 30/01/23.

- Ahora, por fin están juntos. – La voz del señor Hoseok sonó suave y aliviada. Había pasado un año de la muerte de Jungkook, y ellos, aún mantenían el luto.

- Señor, gracias por jamás dejarnos solos. – La señora Jeon, miró con ternura aquel renovado anciano, detraje caro y ojos azules. La madre de Jungkook había sido por muchos años la empleada de la familia Kim y por eso, los pequeños se conocían, por eso eran como hermanos. Ella jamás había salido con el padre de Taehyung, todo había sido una fantasía de su hijo.

- No tienes que agradecer mujer, Jungkook fue como un nieto para mi y créeme que habría hecho lo imposible por sanarlo, por salvarlo.

- Lo hizo, por supuesto que lo hizo, pero mi hijo... él no sabia vivir sin él.

- Vamos a casa, Yoongi esta esperando.

- Vamos.

Ambos miraron las lapidas mojadas por la lluvia y cubiertas de flores silvestres y césped tierno. La señora Jeon, tocó la lapida de su hijo y soltó un sollozo lastimero. Por fin, después de tantos años de sufrimiento, Jungkook descansaba en paz. El señor Hoseok, dejó un ramo de flores en cada lapido y solo sonrió al ver la lapida de su pequeño nieto, ahora tenia a quien lo protegiera por él y agradeció a Jungkook por todos esos años de sufrimiento a su lado.

Min Yoongi, los esperaba en su carro negro y cuando ambos subieron, la señora Jeon dio una ultima mirada hacia aquel lugar. Llovía, siempre llovía cuando se trataba de Kim Taehyung y Jeon Jungkook.

Al regresar a su casa, la mujer se hizo una taza de té y se dispuso a regar las plantas que le habían entregado del psiquiátrico, y que pertenecían a su hijo, pero el timbre sonó y al abrir, Jin y Bogum la miraban en silencio, con un cuadro en sus manos y una carta en la otra. Ella, les permitió pasar.

- Señora Jeon, creo que esto le pertenece. – Jin habló con delicadeza y tristeza en su voz. A él, le había dolido demasiado la muerte de Jungkook, solía hacerlo pasear en su moto o acompañarlo a sus estudios en el hospital. Él estuvo cuando una de las mas vividas y reales fantasías del menor, se hicieron presentes y estuvo cuando las pesadillas en las madrugadas despertaban al azabache hasta hacerlo gritar de dolor. – Jungkook me pidió que lo guardará y se lo entregara a Taehyung, una vez que todo terminara.

- Pero, Taehyung nunca...

- Tácheme de loco, pero creo que para todos, el chico de las capuchas de ojos azules y cabellera rubia, fue tan real que duele, duele perderlos, a ambos. Si quiere, ciérreme la puerta en la cara, pero creo que Jungkook, en todos estos años en los que fui su cuidador, cuando conoció a esta versión de Taehyung, fue feliz, realmente lo fue y quiero... quiero que usted conserve esto, que lo hago por él.

- Jin... - Bogum habló con lagrimas brotando en sus ojos. – Creo que Jin tiene razón, nosotros los vimos a ambos, ellos eran felices. Quizás solo era Jungkook solo en carne y hueso, pero ese chico estuvo allí, así de hermoso y gruñón como nuestro menor nos lo describía, así, siempre estuvo. Por favor señora Jeon, nosotros no podemos conservarlo, no es correcto hacerlo.

STAY ALIVE/KOOKVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora