"¿Él sabe que me llamas cuando él duerme?"
Marina Bay, Singapur.
Lena.
La humedad en Singapur era de lo peor, sentía el sudor en mi piel y lo odiaba, desearía tanto estar en Mónaco con su clima fantástico, pero en cambio estoy en el enorme hotel Marina Bay Sands siendo la burla de los amigos de Lando.
Tengo más de media hora discutiendo con Max Fewtrell, Pierre no deja de reírse en silencio al ver que el mejor amigo de Lando y yo no podemos estar ni un segundo sin pelear.
— No se como la soportas Gasly. — No dejó que diga algo más porque arrojó un cojín que tenía a un lado de mi directo a su rostro.
— Y yo no se porque has venido.
— Por favor, ¿Pueden cerrar la boca? — Lando nos mira exasperado mientras intenta hablar con su madre, se que no soporta que peleemos pero la culpa no era mía.
— ¿Saben que? Pierre y yo nos vamos.
— Ya era hora.
— Sigue hablando Max y te juro que te doy una patada en las bolas. — La sonrisa que el británico me da esta llena de puro egocentrismo, en serio si quiero soltarle un golpe.
— Ya, mejor vámonos. — Pierre me toma por la cintura evitando que pueda si quiera acercarme a Max, pero eso no me impide dedicarle una mirada asesina.
Nos despedimos de Lando y ambos caminamos rumbo a la habitación que estamos compartiendo desde que llegamos a Singapur.
— ¿Max no festejará su cumpleaños aquí? — Pregunta el francés cuando entramos a la habitación.
— Dijo que mañana cenaríamos, algo tranquilo porque en Mónaco ya festejo en grande. — Veo a mi novio asentir conforme con mi respuesta. — ¿Cuando llega tu madre?
— Mañana, voy a ir por ella, esperaba que fueras conmigo pero Lando ya te a pedido que vayas con él al paddock temprano.
Pierre luce feliz de tener a su madre para la carrera, más yo no me sentía de la misma manera, no porque su madre no fuera de mi agrado, al contrario era bastante amigable, pero por todo lo que ha pasado prefería no tener que convivir tanto con su familia.
Voy a tomar mi pijama para poder ir a dormir pero al llegar a mi maleta los brazos de Pierre me rodean por detrás. Deja suaves besos en la piel descubierta de mi hombro y sube hacia mi cuello.
No siento nada, absolutamente nada, mi cuerpo ya no reacciona a él como lo hacía hace meses. Me siento tan culpable por no sentir nada pero el único que despertaba algo en mí era Charles.
Sus manos suben por mi abdomen y una de ellas llega hasta mis pechos, se lo que quiere, pero no se si estoy dispuesta a dárselo. Los besos húmedos que reparte por mi cuello ni siquiera me hacen suspirar, no hay ninguna emoción provocada por su tacto.
Con toda la culpa que siento encima retiró su mano de mis pechos impidiendo que siga tocándome.
— Pierre estoy con mi periodo. — Susurro lo más suave que puedo tanteando el terreno.
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THE ONE
RomansaLena no se enamora fácil, o al menos eso creía. Dos hombres, un amor más fuerte que el otro, una amistad rota. ¿A quién elegirá?