Capítulo 19 - "Veo chispas volar cada vez que sonríes."

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"Veo chispas volar cada vez que sonríes."

Monte-Carlo, Mónaco.

Lena.

Lando había decidido pasar el pequeño descanso de una semana y media en Mónaco, estuve de acuerdo con su decisión porque en realidad Mónaco me ha encantado. Las calles eran angostas y a los edificios bastante pintorescos, dándole un aspecto único al lugar.

Las llamadas con mis padres habían sido pocas pero los mensajes constantes nunca faltaban, siempre manteniéndose en comunicación conmigo seguramente para ver si me he arrepentido de viajar con Lando, y claro que no me he arrepentido, solo un idiota lo haría.

Camino un poco cansada con las bolsas que llevan las cosas que he comprado. La escasez de artículos femeninos en el departamento de Lando era obvia por lo que me vi en la necesidad de salir en busca de ellos cuando me di cuenta que mi periodo había llegado esta mañana.

Un mes más sin un bebé, de Pierre obviamente porque desde la primera vez que me acosté con él no he estado con otro hombre mas que con el francés.

Llevo mis audífonos puestos mientras camino observando todo a mi alrededor, los edificios  que se alzan a mi alrededor lleno de lujo. No estoy segura de donde estoy porque aún no conozco las calles y tengo miedo de estar perdida. Las calles parecen un callejón sin salida y cuando menos me doy cuenta termino en el puerto donde se encuentran aquellos lujosos yates. Tampoco es como si no me gustara el lugar, pero no esperaba llegar ahí.

Camino admirando todo el lugar, cada minúsculo detalle me hace amar más Mónaco.

Me quedo de pie admirando como el sol está por ocultarse, veo como poco a poco cae sobre el mar generando una gran cantidad de colores que son un verdadero espectáculo. Estaba segura de nunca haber presenciado un atardecer así.

— Bonito, ¿No crees? — Sin poder evitarlo pego un pequeño salto cuando escucho aquella voz.

Una de mis manos se ubica en mi pecho antes de ver al dueño de la voz que me ha asustado hace uno segundos.

La sonrisa burlona de Charles es lo primero que veo.

— ¿Qué haces aquí?

— ¿En Mónaco? — Pregunta y yo asiendo esperando su respuesta. — Aquí vivo.

— Si, lo se. — Respondo obvia ante su respuesta. — Pensé que estarías con Carlos en Italia.

Veo como enarca una ceja en duda por lo que he dicho.

— Carlos tenía planeado venir a Mónaco con Lando pero dijo que tenía compromisos en Italia.

— Lo necesitaban a él, a mi no así que vine a Mónaco a pasar unos días.

— Igual yo, bueno, Lando y yo.

— ¿No vuelves a París?

— Huyó de París, se que cuando vaya mis padres estarán esperando que me quede con ello, así que no voy.

Escucho su suave risa y me es imposible no acompañarlo.

Nos quedamos en silencio observando el horizonte, yo me pierdo por completo y parece que él también.

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