"La parte más difícil es saber cuándo dejarlo ir."
Spa, Bélgica.
Lena.
Si alguien me hubiera dicho a principios del año que estaría en Bélgica organizando una carrera en bicicleta con los famosos pilotos de Fórmula 1 probablemente me hubiera reído en su cara.
El menor de los Leclerc me ayuda a ponerme el casco de Lando, que me queda enorme de hecho. Max, Daniel, Pierre, Lando, George, Alex e incluso Charles están alineados en la pista listos para iniciar nuestra carrera.
— Lena apúrate, se va a hacer de día si seguimos esperándote. — Lo único que se gana Max con sus palabras es que le levante mi dedo medio en cuanto Arthur me lo permite.
— No se a quien se le ocurrió hacer eso de noche. — Comenta Arthur al terminar de acomodar el caso.
— A mi, de día nunca hubiéramos podido.
El pequeño monegasco solo suelta una risita para después alejarse de mi, toma la bandera verde y la agita gritando que la carrera ha empezado.
Mi lado competitivo sale a relucir cuando Max pasa por mi lado, pero no dejo que se aleje demasiado, tal vez mi condición ha mejorado desde que Lando me obligó a entrenar con él las semanas que tuvo libres, podía sentir mis piernas cansadas pero no iba a permitir que el campeón del mundo de Fórmula 1 me ganara en una carrera de bicicletas.
Pedaleo lo más rápido que mis piernas me lo permiten y lo alcanzo, le saco la lengua de manera infantil cuando pasó a su lado, pero no soy capaz de controlar mi bicicleta y es muy tarde para hacerlo, porque por burlarme de Max caigo en la dura pista.
La carcajada del neerlandés se escucha seguramente por todo el circuito, ni siquiera se detiene para ver si me he lastimado, mi rodilla me arde y maldigo por usar una falda.
Lando detiene su bicicleta frente a mi y aparta la mía cuando se da cuenta que mi pierna está atorada. Intenta no reírse pero como siempre falla en el intento, su risita suena culpable pero termina contagiándome.
Lejos de nosotros escuchamos a Max festejar porque se ha llevado la victoria. ¿Acaso siempre ganaba en todo?
— ¿Puedes levantarte? — Pregunta Lando agachándose para revisar mi rodilla lastimada.
— ¿Vamos a festejar mi victoria?
— Solo ganaste porque me caí Verstappen, quiero la revancha. — Max me mira notablemente ofendido por quitarle el mérito de su estúpida victoria.
— No seas envidiosa.
— Lena tiene razón, ganaste porque ella se ha caído, no fue una victoria justa. — Sonrió de manera burlesca al escuchar las palabras de George.
— Gracias Georgie.
De pronto me encuentro rodeada de los pilotos, mientras Lando y Max ayudan a que me ponga de pie. Daniel me mira queriéndose reír al igual que Lando, pero este si es capaz de controlar su risa a comparación de mi querido primo.
— ¿Te has lastimado? — Pregunta Pierre rodeando mi cintura cuando me pongo de pie.
— Me arde la rodilla.
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THE ONE
RomanceLena no se enamora fácil, o al menos eso creía. Dos hombres, un amor más fuerte que el otro, una amistad rota. ¿A quién elegirá?