"Gran ciudad, decisiones equivocadas."
París, Francia.
Lena.
Los besos de Charles en mi espalda desnuda provocan que despierte de mi preciado sueño, no deja de repartir pequeños besos sobre mi piel en un intento de despertarme.
— Lenita, despierta, he preparado el desayuno. — Su susurro y el beso que deja en mi mejilla al apartar mi cabello de mi rostro solo me hacen sonreír como tonta.
— Solo Lando y Daniel me llaman así. — Mi voz se escucha un poco ronca, mis ojos intentan acostumbrarse a la luz que entra por las ventanas pero eso no evita que mi sonrisa desaparezca.
— Tendré que buscarte un apodo entonces. — Siento como desaparece su peso del colchón. — Vamos, que el desayuno se va a enfriar.
Sale de mi habitación y escucho sus pasos hacia la cocina dejándome sola en mi cama.
Los días con Charles han sido perfectos, nunca imaginé que podría sentirme plena con alguien pero él me hacía sentir así. Despertar a su lado se ha convertido en mi mejor momento del día, sentir su cuerpo junto al mío o su brazo rodeando mi cintura era de lo mejor.
Pero todo en la vida se acaba, hoy sería nuestro último día juntos, tenía que partir rumbo a Le Castellet en la noche, su equipo lo esperaba y a mi me esperaba Lando.
Los pasados días intentamos ocultar el hecho de que él estaba conmigo, no han salido noticias hasta el momento, Pierre cree que estoy sola y Charlotte cree que Charles está en Italia. Nos hemos convertido en los mejores mentirosos de mundo.
Charles tomaba sus videollamadas con Charlotte en mi habitación, que según él era parecida a su habitación en Italia, yo no necesitaba ocultarme, respondía a las llamadas de Pierre en cualquier lugar del departamento siempre cuidando de que el monegasco no se escuchara en ellas.
Nadie más que Noelle y Max tienen conocimiento de que él está conmigo. Noelle me hizo contarle todo lo que ha pasado, recibí cientos de reclamos y regaños de su parte pero en realidad los olvidé en el momento que llegue al departamento y vi la hermosa sonrisa de Charles.
Estábamos en París, lo que para algunos sería un sueño, la gran ciudad que todos desean visitar, pero por obvias razones no podríamos salir a caminar como quisiéramos, la ciudad era grande, nuestras decisiones equivocadas. Si fuera otra situación sería todo lo contrario.
— Lena no quiero tener que ir a sacarte de la cama de nuevo.
El grito de Charles desde la cocina solo provoca que suelte un gruñido exasperado, deseo no salir de mis sábanas pero tengo que hacerle caso al hombre que se encuentra en mi cocina.
El calor golpea mi piel, se ha vuelto infernal desde que llegamos. Voy al baño poniéndome la camiseta que Charles llevaba puesta ayer por la noche, recojo mi cabello para despejar mi rostro mientras me echo un poco de agua para terminar de despertar y me cepillo los dientes antes de salir rumbo a la cocina.
Charles está sirviendo lo que ha preparado en dos platos, los músculos de su espalda se contraen mientras lo hace y yo solo lo observo embobada. Mis brazos rodean su torso, mis pechos son aplastados cuando me pego a su espalda y dejo un beso en su hombro.
— Creía que no podías verte más sexy, pero me equivoqué.
Deja la sartén y la espátula que tenía en las manos para darse la vuelta ente mis brazos. Sus bonitos ojos verdes me observan cuando sus manos me toman de las mejillas para dejar un suave beso en mis labios.
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THE ONE
Storie d'amoreLena no se enamora fácil, o al menos eso creía. Dos hombres, un amor más fuerte que el otro, una amistad rota. ¿A quién elegirá?