Capítulo 23 - "Y el toque de una mano encendió la mecha."

790 47 1
                                    

"Y el toque de una mano encendió la mecha."


Miami, Estados Unidos.

Lena.

Apenas y puedo seguir el paso que llevan Daniel y Lando frente a mi, no soy capaz de seguirlos como ellos desearían por lo que me quedo parada recuperando un poco del aliento que he pedido por tratar de caminar como ellos.

Definitivamente tendría que decirle a Jon, el entrenador de Lando, que me ayude a tener un poco de condición para ser capaz de seguirle el ritmo a los dos pilotos.

— Lena apúrate. — La voz de Lando se hace presente pero se escucha lejos. — ¿Ya te cansaste?

— No es mi culpa no tener la condición que tienen ustedes, par de cretinos.

Daniel no puede evitar reírse de mí, como es común. No había día que ese hombre no se burlara de algo que me involucre.

— ¿Para tener sexo con Pierre si tienes condición?

La pregunta de Daniel solo provoca que Lando lo mire molesto y con una mueca de asco, haciendo que obviamente suelte una risita al verlo así.

— No me interesa saber de la vida sexual de mi prima, así que no más preguntas de ese tipo.

— Si, por favor Daniel, el niño se nos va a traumar. — Mencionó poniéndome a la par de ellos, empujado con el hombro a Daniel de manera juguetona provocando que Lando ponga los ojos en blanco. — Vamos Lando, como si tú no tuvieras sexo con Lu.

Decir que el rostro de Lando es un poema se quedaría corto, luce entre molesto y divertido por mi comentario. Daniel y yo no dudamos en soltar una fuerte carcajada que llama la atención de las personas que están pasando por nuestros lados en la calle.

— Son unos idiotas. — Lando apresura su paso dejándonos detrás de él.

Lando siempre ha sido un pequeño dramático, se escandalizaba con temas íntimos y para mí era demasiado gracioso por eso siempre que surgía la oportunidad no dudaba en molestarlo q a con eso.

Sin dudarlo tomo impulso para lanzarme sobre su espalda, tomándolo desprevenido haciendo que casi caiga conmigo al piso, pero sus reflejosson más rápidos y evita que ambos nos llevemos un buen golpe. Sus manos toman mis piernas por la parte trasera de mis rodillas y camina conmigo a cuestas.

— Te quiero Landito, me encanta que seas un bebé. — Dejó muchos besos en su mejilla provocando que suelte varias risitas juguetonas.

— No soy ningún bebé Lenita.

— Si ustedes son Landito y Lenita, ¿Yo que soy? — Pregunta Daniel cuando llega con nosotros.

— Danielito, es obvio. — Respondo bajando de la espalda de Lando ganándome una sonrisa de su parte. — Tengo hambre.

— Lena acabamos de comer hace un par de horas. — El comentario de Lando solo provoca que le saque la legua de manera infantil.

— Vamos al hotel a ver películas y ordenamos algo para comer.

Aplaudo contenta la idea que ha propuesto Daniel y miro a Lando con una sonrisa victoriosa que solo lo hace reír.

THE ONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora