Capítulo 1 - "Dulce como la miel."

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"Dulce como la miel."

París, Francia.

Lena.

Esperaba poder salvarme de todos aquellos compromisos que tengo esta tarde y esta noche, pero parece que las cosas no saldrán a mi favor, no cuando apenas son las 6 de la mañana y mi padre ya me está bombardeando con mensajes y llamadas, solo para recordarle a su única hija que tiene responsabilidades porque ya es una adulta.

Tomo el teléfono solo para responder a sus mensajes y lo dejo de nuevo sobre el mueble a lado de mi cama. Sé que tengo que levantarme, pero mi cama es demasiado cómoda como para querer hacerlo más cuando mi teléfono suena de nuevo solo termina con la paciencia que tenía, por lo que lo tomo solo para colgar la llamada, más al ver el nombre de Noelle en la pantalla respondo, sin ganas, pero termino respondiendo.

— ¿Qué quieres? — Pregunto de una sin siquiera saludarla.

— Estoy bien amiga, gracias por preguntar. — Responde de manera sarcástica.

— Te lo mereces por joder tan temprano.

— Son las 10 Lena, no puedes seguir dormida a esta hora. — Menciona alzando la voz por el bullicio que se escucha por el altavoz de mi teléfono, por lo que asumo que justo está caminando por alguna calle transitada. — Deberías ser buena conmigo, justo estoy yendo a tu departamento con el vestido que tu padre quiere que uses esta noche.

— Increíble, Monsieur Boisseau ha elegido mi atuendo de esta noche después de hacerme trabajar hasta madrugada. — Me quejo dejándome caer sobre la almohada.

Ciertamente que no tiene límites. Se que el evento es importante, estamos hablando de la apertura de una tienda de lentes, no una tienda cualquiera, Hawkers está abriendo una sucursal nueva en Paris y la agencia de mi familia es la encargada de cubrir el evento en cuando a publicidad, tendrían invitados de lujo y demás, pero la encargada de supervisar todo obviamente tengo que ser yo, y claro que Noelle estará ahí supervisándome a mí.

Es más que obvio que mi papá la envía a supervisarme solo porque teme que tal vez cometa algún error, lo cual entiendo pero me molesta demasiado.

— No te quejes que tu vestido es más lindo que el mío. — La voz de mi amiga suena un poco molesta por mis quejas, no entiendo porque esta acostumbrada a ellas.

— No importa, te dejaré la puerta del departamento abierta, me iré a duchar. —Respondo y ella solo emite un sonido de afirmación y me cuelga sin más.

Sin ganas de querer avanzar mis pies se dirigen a la puerta para dejarla abierta para Noelle y después voy directo al baño a darme la ducha que terminará de despertarme.

Me duele un poco la cabeza, no he dormido bien todo porque necesitaba terminar los últimos detalles de una campaña que la agencia realizará en un par de semanas. Todo por orgullo hice el trabajo, no puedo evitar que mi lado francés orgulloso deje que todos piensen que consigo cuentas por ser hija del sueño de la agencia de publicidad. Es cierto que muchas veces llegaba a tomar ventaja de eso, pero no por ser hija de quien soy voy a permitir que los demás piensen que no me esfuerzo nada por el trabajo, aunque este no termine de gustarme.

Había estudiado negocios y marketing solo por deseos de mi padre, mi gran sueño frustrado era ser maestra de idiomas, eso era lo que realmente me apasionaba, aprender y enseñar nuevos idiomas. Lo cual no pudo suceder solo por cumplir los sueños de mis padres, aunque eso no impido en nada el no aprender a hablar más idiomas, por naturaleza podía hablar francés e inglés, todo por términos familiares, padre francés y madre inglesa; pero también hablaba italiano, español y un poco de japonés. Me era posible hablar español con Noelle ya que ella era española, así que lo practicábamos seguido.

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