"Los labios que yo solía llamar hogar."
Montreal, Canadá.
Pierre.
Observar a Lena mientras reía a carcajadas se convertido en mi pasatiempo favorito. Mi chica ríe siendo perseguida por Max con una botella de champaña, ella huye pero no puede seguir escapando porque Daniel la detiene antes de que logre llevar lejos de mis amigos.
Max no duda en vaciar la botella en su cabeza, ella no puede escapar y termina empapada de champaña. Su cabello se pega en su frente cuando Max deja caer el líquido sobre ella.
Daniel la suelta y se gana un buen golpe por seguirle el juego a Max. El neerlandés es el que huye ahora de ella, todos ríen observando como Lena persigue a Max por el pit lane, más ella no es capaz de seguir corriendo después de unos segundos.
— Eres un imbécil. — La escuchó gritar cuando ve que no puede atraparlo.
Maldice miles de cosas molesta por lo qué Max le ha hecho, pero se que en el fondo está disfrutando el momento, a ella le encantaba ser el centro de atención, le encantaba que los ojos de todos estuviera sobre ella, como justo ocurría en este instante. Y a mi me encantaba que ella fuera así, me encantaba ver la sonrisa egocéntrica que siempre portaba cuando caminaba con la mirada en alto acompañada de Lando, Max o Daniel.
Tanto Max como Daniel no la dejan sola, siempre se encuentran peleando con ella, cualquier cosa era pretexto para molestarla. Me causaba demasiada gracia ver cómo Max tiraba de un mechón de su cabello al despedirse de ella, ver a Daniel siempre buscarla me hace entender que se ha ganado el aprecio de los pilotos.
El día que supe que Hamilton me estaba deseoso por saber quien era la prima de Lando fue la primera vez que sentí celos, no podía creer como al piloto de Mercedes no le pasaba desapercibida mi chica. Y ver cómo llegaba a la fiesta de Lena en Mónaco me hizo incrementar mi agarre en su cintura cuando él se acercó a saludarla.
Yuki no dudaba en burlarse de mí y decirme que me estaba convirtiendo en un dominado, pero lo que él no podía entender era que Lena podría tener a cualquier hombre a su disposición si ella así lo quisiera. Lo entendí el día que vi que los ingenieros de McLaren y mi precisado equipo no dejaban de observarla, se por Max que algún miembro de Red Bull también le ha dedicado una que otra mirada sin que se dé cuenta. Pero es que era imposible no mirarla, cuando se paseaba con una sonrisa coqueta por todos lados.
— Quien diría que la chica por la que me abandonaste en París te tendría sonriendo así. — Yuki llama mi atención provocando que sonría como tonto.
— Creí que habías olvidado que te dejé botado por ella.
— Esas heridas nunca sanan. — Murmura dolido, ubicando una mano en su pecho.
— Siento haberte abandonado pero no me arrepiento. — Él me mira, lo hace de una manera que me hace entender que quiere una explicación. — Solo mírala Yuki, es la chica que siempre he deseado, es hermosa, es honesta, me entiende a la perfección, es graciosa, se lleva bien con todo el mundo, no puedo ser capaz de encontrarle un defecto porque creo que no tiene.
— Mierda, si te tiene enamorado.
— Creo que si.
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THE ONE
RomanceLena no se enamora fácil, o al menos eso creía. Dos hombres, un amor más fuerte que el otro, una amistad rota. ¿A quién elegirá?