«Mire, hágase un favor y no se humille más, en todo caso Mario sea o no... ¿usted cree que él está enamorado de mí, no?» la voz de Armando resonaba en su cabeza, Daniel solo salió de sus pensamientos cuando escuchó la puerta abrirse.
"Hola, jefe... como le dije: a tiempo para seguir ordenando esas carpetas ¿ya almorzó?" preguntó Mario alegre luego de cerrar la puerta de la oficina detrás de él.
"No almorzaré hoy, y dese prisa con esos papeles que luego necesito que me ayude a hacer unas proyecciones y por último estas otras carpetas” ordenó colocando 3 carpetas grandes en sus brazos.
Mario miró a Daniel y luego a las carpetas suspirando “seguro...” caminó a su oficina y se encerró a retomar su trabajo.
[...] Una noche anterior.
Afortunadamente para Armando la cena había terminado, afortunadamente porque había sido un tedio, había pasado su cena en completo silencio escuchando por un lado a su padre hablar con Daniel acerca de la empresa y negocios, y por el otro a su madre con Marcela hablando de su estadía en Londres; había sido casi como una tortura, pero finalmente había podido dejar la mesa y en cambio se acercó al minibar de la casa en búsqueda de un buen vaso de whisky.
"Pensé que lo tenían controlado y ya no podía beber" dijo Daniel desde atrás.
Armando puso los ojos en blanco al escucharlo y luego volteó a verlo "yo controlo la bebida, Danielito".
"Ajá" se acercó a servirse un vaso también y luego caminó al sofá "me sorprendió que no lo invitara".
"Mire si cree que voy a preguntarle a quien para que libremente me responda que a mi novio refiriéndose a Mario Calderón, se equivoca, ya me cansé, ¿por qué no lo invitó usted mejor? parece que el que lo tiene en la cabeza día y noche es usted".
Daniel sonrió de lado "¿sabe qué? tal vez sí debí haberlo invitado yo... finalmente creo que tenemos una gran conexión, gracias de hecho porque es gracias a que usted lo arruinó todo que pude acercarme más a su amigo" dijo mordazmente y bebió un trago de su whisky.
Armando arqueó una ceja "¿está confirmandome que le interesa Mario?".
"Tómelo como quiera".
"Mire Daniel... ya le dije que me cansé, me cansé de usted, déjeme en paz a mi y a Mario, usted solo es un imbécil que quiere acercarse a él para molestar, y todavía le estoy haciendo un favor porque si se le llega a acercar solo estará haciendo el ridículo porque él no es un bicho raro como usted" se acercó a él amenazante y exclamó fastidiado.
"¿Ah no?" Daniel arqueó una ceja "¿y eso lo sabe porque ya lo comprobó o puedo hacerlo yo?" su sonrisa apareció nuevamente.
“Mire, hágase un favor y no se humille más, en todo caso Mario sea o no... ¿después de todo usted cree que él está enamorado de mi, no?” Armando sonrió cínico.
Daniel se quedó en silencio por algunos segundos, le había afectado, alzó su mirada y visualizó la sonrisa del moreno, trago con dificultad y acomodó su corbata, no lo dejaría sentirse victorioso.
“¿Está celoso?” Daniel le devolvió la misma sonrisa.
"...Ay ya, no digas estupideces Daniel, usted solo está usando las últimas cartas que le quedan y él no le seguirá el juego, déjelo en paz, ¿de verdad no le fue suficiente con mis padres? ¿también quiere alejar a Mario de mi? no entiendo su obsesión conmigo".
Daniel lo escuchó y de pronto su semblante cambió "¿qué? ¿qué tienen que ver sus padres con todo esto?... Armando no seas ridículo, ¿de verdad sigues pensando en eso?, llegué a tu casa cuando tenía 10, Roberto y Margarita no nos cuidaron porque quisieran cambiarte, lo hicieron porque perdimos a nuestros padres".
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Drunk
FanfictionArmando piensa que está arruinado por lo que siente, Mario piensa que Armando lo está cuando lo encuentra tomado. Aviso: Personajes originales de Fernando Gaitán. ⚠️ Contenido: sufrimiento emocional, violencia, alcoholismo y homofobia internalizada...