Mario abrió un ojo “¿cree que me iría bien en un museo?, parece que le gusta admirarme” bromeó y terminó por despertar, tallando sus ojos.
Armando rodó los ojos y volvió a la posición de la noche anterior, boca arriba viendo al techo "usted sí es mucho bobo, ¿no?".
Fue turno de Mario de imitar la posición anterior de Armando, se acomodó de lado con su cabeza sobre ambos brazos y sonrió ahora admirandolo a él.
"No" acercó tímido su mano al pecho de Armando "buenos días" dijo con dulzura y con su dedo trazó círculos en su pecho.
Armando se erizó ante su tacto y respiró hondo antes de voltear de la misma manera "buenos días... tampoco llevaba mucho tiempo viéndolo, para que conste" bromeó aligerando el ambiente.
Mario sonrió con diversión y acarició su barbilla "hagamos como que le creo..."
El castaño se acercó lentamente para acortar la distancia, todo se sentía raro, difícil, pero no planeaba huir o dejar que el otro huyera, en cambio plantó un beso en sus labios con ternura.
Y para su suerte, él le correspondió.
Armando no dejaba de sentirse de cierta manera ajeno a la situación, pero aunque su confusión interna era grande, nada le evitaba derretirse ante Mario, podía mentirse lo que quisiera pero lo que había pasado la noche anterior había sido maravilloso.
"Bien, dígame qué le gustaría de desayunar, intentaré no quemar la cocina" preguntó Mario contra sus labios.
Armando se separó por completo y se incorporó sentandose para dar un pequeño suspiro "lo siento, Mario, debo salir ya para el departamento, quedé de seguir con el tour para Alejandra".
"Oh" Mario se sentó también y asintió "está bien, entiendo... ¿pero no va a desayunar nada entonces?".
"No se preocupe, veré que como fuera" Armando le dió la espalda para sentarse a la orilla de la cama y tomó unos minutos para pensar antes de ponerse de pie.
"Que sepa que se perderá un desayuno fantástico".
Armando sonrió al levantarse "oh, ya lo creo... y de un incendio también" bromeó y tomó su ropa para iniciar a vestirse "la próxima vez yo lo invito ¿bien?".
Mario sonrió ante la propuesta.
"Bien, en ese caso creo que puedo dejarlo ir en paz".
"Muchas gracias, no me iría tranquilo sin su permiso" dijo sarcástico "lo veré luego, alimaña" sorpresivamente se agachó para depositar un beso corto en sus labios antes de caminar a la salida.
[...]
“Espero te guste, te garantizo que aquí sirven los mejores almuerzos de la ciudad”.
Alejandra sonrió “sí, todo se ve delicioso” dijo entregando el menú después de realizar su pedido “mmm.. Armando ¿y todo está bien? ayer me preocupó como te fuiste del hotel”.
Armando alzó ambas cejas en sorpresa y tomó un sorbo de su agua con un poco de nervio “eh, sí, todo está bien, simplemente tuve que... fuí a arreglar un malentendido con Mario, la verdad es que me comporté como un idiota antes de salir del desfile y es mi mejor amigo, le debía una disculpa”.
“Oh, ¿y todo está bien ahora?”.
Armando pensó por unos segundos antes de responder aquello “sí... eso creo”.
“Eso es maravilloso, me alegro por ambos. Aún no sé porque no me contaste de él en Venezuela, Armando, parece muy agradable, ¿hace cuánto son amigos?” preguntó Alejandra con curiosidad.
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Drunk
Fiksi PenggemarArmando piensa que está arruinado por lo que siente, Mario piensa que Armando lo está cuando lo encuentra tomado. Aviso: Personajes originales de Fernando Gaitán. ⚠️ Contenido: sufrimiento emocional, violencia, alcoholismo y homofobia internalizada...