Después de que Enzo pasara mientras se me hizo el lindo, cerré la puerta y me puse a acomodar un poco el living mientras ellos hacían la picada.
Julieta y Fran bajaron ya cambiadas, estaban hermosas y entonces ahí me acordé que yo tenía que bañarme y cambiarme también.
-Hola Enzo- lo saluda Julieta sonriéndole y poniendo su mano en el hombro de Enzo.
-Todo bien Juli- la saluda él todo simpático y sonriente.
Miré de reojo, no pude evitar.
Pero ya está ahora, no puedo intentar nada con Enzo sino voy a quedar como la más rata, pero es que me puede, de tanto que me busca me puede, de como me sonríe me puede, todo me puede, es una tentación ese pibe.. Pero me tengo que controlar.
-Che Juli, ¿a qué hora vienen tus amigos?- pregunté desde el living.
-Ahora en un rato, ponele que a las 22 o 22:30- me dice.
Miré mi reloj, eran las 21:46, si me baño como flash me da el tiempo.
-Bueno yo me voy a bañar y me tengo que cambiar y eso..- dije yendo a la puerta de la cocina.
Me desconcentró ver a Enzo ayudando a los chicos mientras se reía, estaba poniendo las papitas lays en un plato y palitos salados en otro, qué lindo.
-..Así que si llegan tus amigos hacelos pasar igual- continué.
-Dale- me respondió Julián- anda tranquila.
Antes de girarme e irme, Enzo me miró de reojo y no me sacó la mirada hasta que lo dejé de mirar.
Me fui y subí las escaleras, en mi pieza dejé preparada la ropa que me iba a poner y me fui a bañar.
Habré tarado 10 minutos en bañarme, salí envuelta en mi toalla y corrí a mi pieza. Después de secarme el pelo, me cambié y por último me quedaba solo maquillarme un poco.
Lo típico, rimel, brillo en los labios y un poco de color en los cachetes, parece natural y el maquillaje natural creo que es el más lindo.
Como estaba en mi casa, no me vestí tam producida, me puse un pantalón tipo cargo que tenía y una remera del real madrid que tenía de hace mil.
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Me senté a terminar de retocarme un poco el pelo, hasta que me pegué un susto que me hizo saltar un poco de mi silla.
-Qué linda estás- me dijo una voz desde la puerta de mi pieza.
-¡Ay, Enzo!- le dije- casi me matas.
Se rió bajando la cabeza mientras se apoyaba en el marco de mi puerta.
-Vos me matas a mi- me dice mordiéndose el labio- mirá lo linda que sos.
-Basta Enzo- dije volviéndome a planchar el pelo- no te cansas de tirarme los perros.
-No te estoy tirando los perros- dice- solo digo lo que pienso.
-Bueno no lo hagas más, hoy casi se me re pudre.
-¿Y?- preguntó- vos estas soltera podes hacer lo que quieras y yo también.
Me giré a mirarlo, y fruncí el ceño.
-¿Qué me miras así?- vuelve a hacer otra pregunta.
-¿Ya sabías lo de Julieta?- respondí con una pregunta.
-Si boluda- me dice levantando los hombros- me contó el Juli el otro día.
-¿Y no te parece que deberías tirarle los perros a ella? Julieta es re linda y encima ya está muerta con vos- lo alenté con Julieta.
-Yo le tiro los perros a quien yo quiera- dijo más serio- a mi Julieta no me llama la atención como vos.
Suspiré, ya lo dijo todo.
-¿No vas a decir nada?- preguntó.
-¿Qué queres que te diga Enzo?- le pregunté.
-Que me digas que vos estás muerta conmigo también- dijo mientras sus ojos bajaban a mis labios.
