Tentación. (enzo fernández)

capítulo 62.

Narra Ari.

Julián me mandó un mensaje diciéndome que lo vaya a buscar al predio y que de ahí nos íbamos a comer algo al shopping, eran las dos de la tarde y ya me estaba cagando de hambre.

Estaba en las instalaciones del predio, recorriendo todo. Me dejaron pasar porque me preguntaron por mi nombre y cuando les dije me dijeron "esta chica es la novia de Enzo, ¿te acordás que él nos pidió un pase VIP para ella?". Los guardias charlaron entre ellos y hasta afirmar que yo era la supuesta "novia" de Enzo Fernández, me dejaron pasar.

No sé como llegué hasta el buffet del predio, divino era, me daban ganas de comer todo lo que estaba a mi vista. Seguí caminando y me encontré con el vestuario de los chicos, estaba vacío, parecía que seguían entrenando.

Julián

che juli siguen entrenando?
14:03

a que hora terminan?
14:03

yo ya estoy acá
14:03

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Aproveché mientras Julián no me contestaba y entré al vestuario a chusmear nada más para saber que era lo que se sentía estar acá, a pesar de que era consciente que mis amigos eran jugadores reconocidos, para mi eran todo lo contrario, sin mencionar que siendo conocidos para todos, yo no los junaba cuando me los presentaron, cero fútbol yo solo conozco a Messi, Dí María, el Kun y el resto de la generación de ellos.

-Acá también respira Messi chabon- dije hablándome a mi misma, sorprendida.

Como era de esperarse, todo estaba tirado y desordenado.

Botellas, medias, shorts, toallas, todo por doquier.

-Na, me estás jodiendo- me dice una voz masculina atrás mío- ¿Qué haces acá vos?

Me giré sobresaltada, era Enzo, me reí.

-Encima que te tengo en mi cabeza todo el día, venís a aparecerte acá- me dice mordiéndose el labio.

-¿Ah si? ¿Me pensás?- le pregunté ingenua.

-Más de lo que me gustaría- me respondió.

Estaba con la camiseta de entrenamiento pegada al cuerpo por el sudor, el pelo todo mojado y el transpirado, qué linda imagen de Enzo.

-¿No deberías estar entrenando?- le pregunté queriendo no pensar cosas indebidas con su imagen.

-¿Y vos no deberías estar esperando a Julián afuera de los vestuarios?- me remató sonriendo.

-Yo pregunté primero- le remonté.

Se rió bajando la cabeza.

-Ya terminamos de entrenar y estirar, recién- me dijo- están viniendo todos ya.

-¿Uy, posta?- le pregunté- me tendría que ir sino me matan acá adentro.

Enzo asintió, pero cuando estaba caminando para la puerta del vestuario y salir, se escucharon las voces de todos viniendo por el pasillo.