capítulo 8.

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-No, no interrumpís nada- dice Lauta, sin dejarme de ayudar con los tragos.

-¿Queres que yo te ayude, Ari?- me preguntó Enzo ignorando al Lauta.

-No- le dije dándole más celos, me encantaba verlo así serio y apretando los dientes- el Lauta me está ayudando.

-Dale, joya- dijo y se fue de la cocina serio.

Lauta se rió sin poder aguantar.

-No sabe lo que es una broma parece- me dice- ¿son algo ustedes?

-¿Enzo y yo?- pregunté sorprendida por su pregunta.

-Si.

-No ni ahí, conocidos, amigos- dije- ¿por?

-No digo porque se le transformó la cara de la nada- dice Lauta analizándolo.

-Es así él, celoso de todos- mentí haciéndome la que lo conocía de hace mil.

Terminamos de prepararnos los fernet y fuimos al living de vuelta.

-Al fin- dice Nicolás- ya me estaba durmiendo.

-Anda- dije peleándolo- probalo y decime si no soy la mejor.

-Bueno bueno che- se mete Julián- el maestro de los fernet soy yo.

-Puede ser puede ser, estamos igualados- le competí.

Enzo estaba serio y callado, no me sacaba la mirada.

Me senté entre Lauta y él.

-¿Qué te pasa?- me hice la boluda.

-Nada, ¿por?- me dijo sacándome la mirada apenas me senté. Se hacía el indiferente.

-No sé, pregunto nomás- dije- te veo medio serio.

-¿Sos amiga íntima del Lauta ahora?- se le escapó y preguntó sin disimular que le había molestado verme con Lautaro.

-Qué celoso- dije- me estaba riendo con él nada más, aparte que te importa.

-Me importa si- dijo sin mostrar una sonrisa y todavía sin mirarme.

-¿Queres tomar de mi vaso de fernet? Te comparto así levantas ese ánimo- le sugerí.

-Otra cosa me anima a mi- me dijo.

-¿Qué cosa?- le pregunté siguiéndole el juego.

Veo como se queda callado y lucha contra él por no decir lo que estaba pasando por su cabeza.

-Dale decime- insistí.

-Dame el vaso- dijo sacándome el vaso de la mano.

Optó por no decírmelo y me salió una sonrisa burlona pero él no se rió.

-Che hablen con nosotros también- se mete Leandro refiriéndose a nosotros- hablar en secreto es de mala educación.

Enzo se rió finalmente y se mordió el labio de abajo mientras negó con la cabeza.

-Las bobadas que decís, Dios mío- le dice Enzo.

-¿Salen los Fifa entonces?- preguntó Nico y todos los pibes dijeron que sí.

Estuvieron rato jugando y yo me entretuve viéndolos, me mataba de risa por como se cagaban a puteadas y lo daban todo, re competitivos.

Yo seguía entre Lautaro y Enzo, si será tan celoso que hasta me pidió correrme para su lado con la excusa de poder ver mejor la
pantalla, literal estaba en frente no había chance que no viera, pero obvio yo le hice caso.

-Ari vení para este lado- me dice golpeando con su mano el sillón de su lado.

Lauta lo miró de reojo pero no dijo nada, siguió jugando.

Sin decir nada, me levanté, Enzo se corrió al lado del Lauta y yo me puse al lado de Enzo.

A Enzo se le dibujó una sonrisita ganadora entre dientes, se la quiso aguantar pero no lo podía disimular.

Qué pibe, pensé.

Tentación. (enzo fernández)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora