capítulo 49.

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Me despertaron unos ruidos a las 07:20 de la mañana, no entendía nada.

Estaba acostada con el peso de alguien al lado mío y abrazándome por atrás, miré el brazo que me abrazaba por la cintura, eran los tatuajes de Enzo.

Sonreí. Qué lindo dormir con él, por favor.

Me acordé de lo que pasó a la madrugada en la piscina y me recorrió un escalofrío por todo el cuerpo, apenas habíamos terminado con eso y nos vinimos a acostar al cuarto, sin pasar más nada, caímos rendidos los dos por el sueño.

-Shh, hagan silencio wacho- se escucha la voz de Ota hablando bajo por el pasillo.

-Ah, es verdad que los chicos se habían venido antes- susurra Nahuel.

Con mis ojos entrecerrados del sueño y que muy apenas podía abrir, los ví entrar despacio sin hacer ruido.

-Bue, está despierta la boluda- dice Ota aguantándose la risa, con un re pedo igual que Nahuel.

-Enzo está palmado igual- le dije- hagan silencio.

-Enzito no se despierta con nada, es un tronco- dice peleándolo.

A todo eso, entra Lisandro y atrás Julián.

-Naa, miralo al Enzo todo pollerudo- dice impresionado Lisandro- qué hijo de puta.

Se ríen todos de ternura y yo claramente me morí de vergüenza, Julián no paraba de mirarme como un cupido que cumplió su objetivo, empalagoso.

-Bueno basta, acuéstense a dormir de una vez- dije sintiendo como mis cachetes otra vez se sonrojaban.

-Dejame dormir a mi con Enzo, un frío tengo- dice Lisandro trasnochado.

-Vení conmigo papito- dice entrando el Cuti mientras no dejaban de reírse en voz baja.

-¿La pasaron lindo?- pregunté curiosa.

-Si, buenísimo todo, bailamos y nos gozamos una banda- me contesta Ota- igual nos faltaron ustedes.

Hice puchero.

-Tenemos dos días más para gozarnos así que fue- dije contenta.

-Si pero te vamos a controlar todos con el alcohol hija de mil- me dice riéndose.

-Si porfa- rogué- no me dejen quebrar otra vez.

-Fa pero la verdad es tremendo lugar ese, muy piola- dice Julián y todos le dieron la razón.

-Bueno, vamos a dormir banda- dice Ota acomodándose en una cama- después chusmeamos todo bien.

-Si vapai- dice Lisandro y empezaron a acomodarse todos.

Me dieron ganas de ir al baño, despacio moví el brazo de Enzo y me levanté intentando ser una pluma.

Salí del cuarto y me fui directo al baño toda endormecida, hice mis necesidades, me lavé las manos y salí.

Desde el otro cuarto se escuchan unas risas, decidí ir a saludar.

Caminé hasta la puerta y la abrí apoyándome en el marco, me encontré con las miradas de todos a mi dirección, y con todos me refería a Leandro, Lara y el Cache.

Tentación. (enzo fernández)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora