capítulo 7.

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Narra Enzo.

Me divierte mucho provocar.. Provocar a Ari.

Me encanta verla mirándome y ver como se pone nerviosa cuando la toco o cuando le digo alguna bobada de las mías.

-¿Qué queres que te diga Enzo?- me preguntó mirándome.

-Que me digas que vos estás muerta conmigo también- le dije bajando mi mirada.

-Dejá de mirarme así- me dice y me di cuenta como tragó saliva, nerviosa.

Se dió vuelta de nuevo y se siguió planchando el pelo, me levanté del marco donde estaba apoyado y me mandé para adentro de su pieza sin preguntar, un atrevido.

-¿Querés que te ayude a plancharte?- le pregunté tocándole el pelo atrás despacio.

-Si no sabes cómo planchar el pelo- me desafió riéndose.

-¿Tas segura?- le dije- Dale, dale, dame
la planchita.

Ari riéndose con esa sonrisa linda me pasó la planchita y se la pasé por atrás en el pelo dónde ella no llegaba tanto, tenía un poco ondulado pero se lo arreglé.

-Listo- le dije devolviéndole la planchita- impecable te quedó.

-Gracias Enzito- me dijo sonriéndome.

-No agradezcas, nena- le dije.

Narra Ari.

NENA, NENA ME DICE.

Este pibe cada vez me puede más.

-Bueno- dijo Enzo sacándome de mis pensamientos- me voy al baño sino van a sospechar por qué tardo tanto.

-Como si ya no se hubiesen dado cuenta- le dije rodando los ojos.

-No me hagas así con los ojos- me dijo saliendo de la pieza mientras me sonreía.

Desconecté la planchita y bajé con el resto de los chicos.

Escuché más voces masculinas, qué miedo.

Apenas bajé al living, todas las miradas se dirigieron a mi.

-Bueno chicos- habla Julián sonriéndome- ella es la dueña de la casa, Ari.

-Hola- me saludaron todos.

-Hola- me acerqué a saludarlos- un gusto, soy Ari.

-Bueno este de acá- dice Julián señalándolo- es Joaquin Correa, le decimos Tucu.

El Tucu me sonrió y yo le devolví la sonrisa.

-Este es el Lea Paredes y el de al lado es el Lauta Martinez- siguió presentando.

Me reí por la forma que los presentaba, "el Lea", "el Lauta", "el Tucu".

-Un gusto Ari- me dice Lautaro sonriéndome.

-Un gusto Lauta- le dije de la misma manera.

-Y por último- dice el Cache- es el más viejo de los que estamos acá pero tiene nuestra mente de 12 años, así que es un copadísimo, Nico Otamendi.

-Hola Ari- me dice levantándose y me saluda.

Se levantó y todo, me muero. Qué lindo y caballero.

-Hola Nico, un gusto- le dije- bueno, ¿ya andan tomando algo o quieren que les traiga?

Vi que las chicas, Julián, Cache, Paredes y el Tucu ya tenían vasos, menos Lauta y Nicolás.

-Yo un fernecito me tomo- dijo Nico levantándose de hombros.

-Yo también- se sumó Lauta.

-Ah gil- se queja el Juli- cuando te ofrecí yo no quisiste.

Los chicos se rieron y no pude evitar reírme también de como lo mandó al frente.

-Tengo mi magia- le dije a Juli haciéndome la genia.

Mientras el Juli me peleaba yo me fui riéndome a la cocina y agarré tres vasos para prepararnos el fernet.

-Es tremendo este Juli- me dice alguien siguiéndome atrás.

-Si si, se pasa- le dije a Lautaro que estaba con un poco de color en los cachetes, obviamente evité reírme de ternura para no hacerlo sentir más incómodo.

-Pará que te ayudo- me dijo agarrando la bolsa de hielo que estaba en la mesada mientras yo abría el fernet.

Lautaro puso los hielos en cada vaso y yo le iba tirando fernet encima.

-¿40, 60 hacemos?- le pregunté y entonces hizo una mueca.

-No seas animal- me dijo riéndose- hagamos un 70, 30. Suave

-Perdón me gusta fuerte- le dije y se empezó a reír.

No había entendido por qué se reía hasta que me puse a pensar lo que dije y me empecé a reír también.

-¡Que mal pensando que sos che!- le dije sin poder frenar mi risa con la de él.

Entonces una voz masculina se escucha entrando desde el living, aclarando la garganta, típica de interrupción.

-¿Interrumpo algo?- preguntó serio Enzo.

Tentación. (enzo fernández)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora