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Intenté algo simple pero a la vez fancy. Mi maquillaje fue natural, sombra de ojos y máscara de pestañas, no me delineé, y me puse un poco de color en los cachetes, apenitas.
Ah, casi me olvidaba del brillo.
Antes de que Juli venga a buscarme, fui hasta el super de la vuelta y compré un Fernet para llevar, así encima que iba de arriba porque Juli me invitó no voy con las manos vacías.
Eran 21:24, Julián ya me había avisado que salía para acá. Llegué a casa, agarré mi bolsito donde guardé lo más importante, me puse perfume y me quedé esperando por Juli.
21:36 ya estaba tocando bocina en la puerta de casa.
Me levanté emocionada del sillón y agarré todo, cerré la puerta y me subí al auto del Juli.
-Hola hola- dije con una sonrisa.
-¡Buenas buenas amiga estás hermosa!- me dijo sonriéndome.
-Gracias rey vos vos no te quedas atrás- le di el mismo el cumplido.
Arrancamos camino para la casa del Tucu, que era el que ponía su casa para el asado, nos tomó 25 minutos llegar.
Apenas estacionamos en la puerta de la casa del Tucu, los gritos y música ya se escuchaban desde afuera, por ende también lo que me decía que ya había gente y estaban en una.
Ruidosos, como amo a este gente, pensé.
El Tucu nos recibió con una sonrisa y nos hizo pasar, me alegró entrar y ver caritas que ya conocía aparte del Tucu y Julián, que eran las caras del Cache, Leandro, Otamendi y Lauta Martinez.
Estaban algunos con vasitos en la mano y bailoteando en el living cuando me vieron, nos empezaron a gritar y alentarnos a mi y a Julián, que fuimos hasta ellos con caras de feliz cumpleaños.
-EAAAA- grita Ota con su alegría particular y tan inigualable- como andan la bandaaa.
-¿Todo bien chicos?- saludé contenta uno por uno a los chicos.
Nos quedamos hablando hasta que me acordé que tenía el fernet para dar y servir.
-Ah chicos, ¿dónde está la cocina?- pregunté- para dejar el fernet.
-Está por allá- me señaló el Cache.
-Vení te acompaño- se ofrece Lauta y le sonreí.
Fuimos hasta la cocina charlando, ya teníamos pedido de fernet por Ota, el Juli y Leandro, y de paso para Lauta y para mi también.
-Bueno, volvió de nuevo el dúo de bartenders- me dice el Lauta.
-Mal, tremendo dúo- le dije riéndome por su comentario.
