18. Transcastidad.

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Siempre odio su casta, nunca se sintió como su propia casta gracias a malos comentarios por parte de su familia, su corazón siempre se hacia pequeño tras algún problema con su género porque era demasiado "femenino" a palabras de sus padres, sus ojos eran más grandes de lo que deberían y eran cafés como los de su madre pero jamás lo sintió como una conexión omega y cachorro, siempre lo sintió como una maldición hasta que conoció a cierto alfa que lo hizo sentir como en casa, sus ojos que albergaban una tranquilidad intranquila que solo la persona correcto podría saber que pasaba por su mente y corazón, esa persona fue Eiji Okumura.

Pero eso no explica el porqué ahora mismo está frente a frente con el chino y no se miran para nada, simplemente no pueden evitar o atrasar la conversación porque saben que están en una situación incomoda y que no podrán salir adelante si no hablan como se debe, Bones tenía razón, la comunicación que tuvo con Aslan no fue la mejor y que debieron hablar más sobre todo antes de tomar una decisión apresurada y que años después odiarían, no solo eso, si no que perjudicaría a terceros aparte de que su actual pareja saldría lastimado, tienen que hablarlo.

—¿Le dirás a Hikaru? —. Y la pregunta le saca de sus pensamientos para verlo por primera vez, literalmente están cerca el uno con el otro pero no se tocan, no se ven y no hacen nada más que ver al suelo.

—No lo se aun —. Tuvieron que irse a la cocina para asegurarse que Hikaru no escuche nada de nada —. No creo que él sepa sobre ella o algo por el estilo.

—¿No crees que ella quisiera saber? —. Y claro que lo sabe, sabe que quisiera tener una familia normal pero por desgracia tomo una mala decisión —. Deberías hablar con ese alfa.

—Su nombre es Ash, y si, debería hablar con él pero no se como, dudo que quiera tener una familia después de cumplir el sueño por el cual lucho tanto —. Y cuando recuerda lo que el chico le contó su corazón se hace más pequeño, no sabía que le había sucedido todo eso y probablemente fue difícil para él rubio pasar todo eso sin ti —. ¿Que opinas tu?

—No soy nadie para decirte que hacer.

—Pero eres mi pareja y ella te quiere como un padre —. Y por primera vez tras toda la platica le toma la mano y siente que está fría, no como...no, tiene que dejarlo—. Y quiero que también sepas que pasará.

Y el chino entrelaza sus manos haciendo que sienta un poco más cálida su mano que antes, su corazón late pero ya no es como antes, no se pregunta por eso porque ahora mismo quiere saber que sucederá ahora en adelante si elige alguna mala decisión, no cuenta con sus amigos durante una semana al ser el rut del peli-morado pero no le preocupa, sabe que quizá no tengan nada que ver aparte que es su propio problema y no tiene que meter a nadie más que a si mismo en el fuego de la vida porque es responsable, es responsable de todo esto así que se tiene que hacer cargo antes de que el fuego queme a todo lo que ama.

O eso es lo que cree porque el fuego ya alcanzó a tres personas.

—¿Qué? —. Pregunta incrédulo el rubio viendo a las tres personas enfrente de él sin poder creer lo que dijieron —. ¿Sabían dónde se encontraba todo este tiempo y no me dijieron?

—Lo sentimos mucho, jefe, pero tiene que entender que no podíamos —. Dice el moreno viendo a los otros dos —. El camaroncito no nos dejaba.

—¡Exacto! Aparte que seria traicionar su confianza —. Explica rápidamente el peli-rosa.

—Era su pareja, tenía derecho a saber si estaba o no bien, ¡estuve preocupado por el durante años y ustedes bien lo sabían! —. Grita desesperado el rubio, se siente traicionado, les confío el secreto de que lloro por el japonés y ellos sabían todo este tiempo —. ¡¿Que fue tan importante que no tuvieron el valor de decirme?!

Días nublosos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora