31.Dia libre.

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○Dedicada a MrGako

Es veinte de diciembre, hace frío en las calles y cae poca nieve afuera, todo esto le trae recuerdos de las frias calles de Nueva York donde salía al parque que estaba cerca de su edificio a hacer muñecos de nieve, aveces salía con el rubio y veía...

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Es veinte de diciembre, hace frío en las calles y cae poca nieve afuera, todo esto le trae recuerdos de las frias calles de Nueva York donde salía al parque que estaba cerca de su edificio a hacer muñecos de nieve, aveces salía con el rubio y veían la nieve caer en sus cabellos, otras simplemente la veía por la ventana donde se había convertido en su refugio, otras veces se acordaba de su primer invierno en Hong Kong, caia nieve en todas partes y era totalmente hermosa la vista, podía tomar y tomar miles de fotos y nunca cansarse de quedar tan enamorado de esa vista tan explendida que tuvieron, recuerda cuando tuvo a Hikaru y la noche estaba totalmente helada que no lo podía soportar pero se centro en el dolor que sentía y en traer a la vida a su hija en vez del frío.

—¡Feliz cumpleaños! —. Gritan todos al ver bajar a Hikaru de las escaleras, tiene una carita adormilada y los cabellos que todavía están húmedos tras una rápida ducha caliente, ella los ve con la sonrisa más hermosa del mundo y sale corriendo para luego brincar a los brazos del peli-morado —. ¡Feliz cumpleaños princesa!

—¡Tíos!  —. Grita con emoción la niña y abraza al peli-rosa para luego aventarse a los brazos del castaño —. ¡Si vinieron!

La emoción con la cual la niña les grita lo es todo para ellos, el lado donde pueden simplemente ser la consentida y eso es algo único para ellos, todos les dan regalos y el peli-negro le pone una gorrita de color vino mientras el chino le pone sus lentes negros que le quedan grandes, todos se ríen del como se ve y el como el chino regaña al peli-morado y este ríe, la casa se siente calentita ante sus presencias, sus padres salen de la cocina con un pastel de chocolate con cobertura de chocolate blanco simulando nieve, y encima se esa cobertura tiene con letras enormes su nombre, la niña lo ve como si fuera lo más hermoso del mundo y eso les saca una sonrisa a todos, ella apaga las velas y pide ser cargada por su papá.

—¡Papá si me gusto! Ahora los regalos —. Dice mientras intentaba agarrar un regalo pero el japonés la quita y la mira —. ¿Que?

—Ash te quiere dar algo.

Y aunque él chino menor tiene cara de asesinar al rubio y él peli-morado lo ve con confianza el rubio se aparece y le da una bolsa un tanto grande a la pequeña que lo toma gustosa, es bajada por su padre mientras da la noticia de que fueran a comer pastel de desayuno a lo que todos van y el peli-negro se acerca al rubio.

—Le tocas un pelo a mi niña y te rompo los huesos —. Amenaza el chino viéndolo seriamente a lo que la niña los ve curiosa mientras saca dos libros de la bolsa y grita emocionada —. Peque, mi preciosa Yut-lung Junior, ven que te traje un regalo también.

—¡Tío Yue te quiero mucho! —. Y el rubio los ve irritado y el chino lo ve victorioso —. ¡Muchas gracias papá Ash me gustaron los libros y la figura! —. Y se da cuenta de lo que dijo —. Emmm... ¿si te puedo decir así?

Días nublosos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora