MISSING -TMNT Y Tú-

Capítulo VI : Perdida

Las cosas se estaban desmoronando.

¡Toda se estaba desvaneciendo!

No podía pararse a pensar en lo que estaba ocurriendo cuando a lo lejos notó como la gran ciudad desapareció frente a sus ojos.

Y mientras ella trataba de hacerle ver a su amiga que algo raro pasaba, ella solo le decía que era una alucinación. Cosa que no era cierta.

No, todo lo que estaba viendo, era real.

Intentó escapar cuando su amiga fuertemente la tomó del brazo y la sujetó con tanta fuerza que llegó a dolerle. Su voy era robótica, sin sentido, le decía que lo olvidara, que le dijera en donde estaban las tortugas.

No comprendía que sucedía.

¿Que tortugas?

Su mente solo le decía que debía escapar lejos de allí.

Y entonces corrió, corrió tan lejos como sus pies se lo permitían. Todo para tratar de alejarse de lo que sea que estuviera ocurriendo.

Y mientras corre, puede notar a lo lejos como la ciudad desaparecía y ella se adentraba a lo que serían unas alcantarillas.

Su respiración agitada y la falta de está la hace detenerse, puede recordar ese lugar, sabe que está en las alcantarillas de Nueva York.

Pero ¿Por qué?

Recuerda que se mudó con su madre por el trabajo de ella, que vivían en un departamento solo las dos y que ella iba a la escuela.

Recuerda eso.

Recuerda que iba en la noche, como cada noche a su hogar luego de...

¿Luego de qué? ¿A donde iba?

No lo recuerda...

Pero ¿Por qué las alcantarillas? ¿Que tenían ellas?

No recuerda si alguna vez estuvo allí, no recuerda que lo hiciera y si así fuera, diría que estaba loca. Debería estarlo si se adentraba a ellas como si ya conociera un camino.

Aún así, ella sigue caminando, a lo lejos puede oír el metro. Las luces se prenden y apagan, y gira a la derecha adentrándose a la oscuridad. Pero realmente no teme, algo en su interior le dice que está en un lugar conocido y que por ello, está segura. Aunque sigue sin comprenderlo del todo.

Cuando siente que ya no daba más por el cansancio, puede ver un gran espacio, todo acomodado como si fuera un hogar.

¿De quien? No lo sabe. Pero ve los torniquetes, lo que sería la sala y más adentro, un laboratorio. Una cocina, una televisión, algunos comics tirados en el suelo.

Entra por mera curiosidad. No sabe que hace allí la verdad. No recuerda alguna vez haber estado en una casa en las alcantarillas. 

Se adentra al dojo, un árbol crece en su interior y puede ver unas tazas de té japonés junto a dos katanas.

¿Por qué se sentía tan familiar?

Su corazón late desenfrenado, no por nervios, sino como algo más parecido a si algo hubiera pasado con esas cosas que no quería que volviera a ocurrir. Como una terrible ansiedad que le decía que no debía seguir buscando.

—¿Hay alguien aquí? – Grita, no quiere estar sola, menos en ese lugar.

Pero nadie responde.

Va a la cocina. Hay una pizza y unos nunchakus. ¡Oh! Ni siquiera recordaba que así se llamaban esas armas, solo recuerda haberlas visto alguna vez en alguna parte.

El laboratorio no era para nada a como lo imaginó, era incluso mejor, lleno de experimentos sin terminar y algunos robots. Cosas super extrañas y un bō.

Habían tantas cosas y a eso también se le incluía un juego de pinball junto a un saco de boxeo y sais.

Su cabeza duele, quiere dormir o al menos descansar un poco, ya no recuerda de que está huyendo, solo quiere tranquilidad para ella misma, una tranquilidad que siente que nunca ha tenido.

Se recuesta en medio de unos cojines, justo frente a la televisión, puede ver su reflejo, está sola. Tan sola como siempre se ha sentido. Cierra sus ojos por un instante.

No hay ruido y puede sentir que este lugar tenía algo que la quería hacer llorar.

Y no es culpa de nadie, solo es un sentimiento que en algún momento logró superar, pero ahora volvía, sin nadie en quién confiar, mientras el mundo a su alrededor comenzaba a derrumbarse de nuevo. 

T/N ya no sabe que hacer o en quién confiar.