Capítulo XXI

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—Ugh, eso dolió en serio

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—Ugh, eso dolió en serio. – Dice Miguel Ángel levantandose —No quiero entrar a más puertas...– De repente, se calló. Los chicos lo miraron confundidos.

Su silencio y su mirada decían mucho.

Allí, frente a ellos, estaba ella.

Ahí estaba T/N.

Con una mirada asustada. La habían encontrado...

¡La habían encontrado!

—¡T-T/N! – Miguel Ángel gritó su nombre, asustandola o tal vez es la impresión que se niega a creer que en algún momento la encontrarían.

Baja su mirada. Se aferra con más fuerza a la manta que tenía sobre su cuerpo, el frío había estado aumentando en ese lugar.

Pero no quería verlo.

No ahora.

No después de eso...

—T/N... – Murmura sorprendido Leonardo.

Intenta acercarse a la chica, pero ella se encoge más en su lugar.

—¡No te acerques! – Grita ella.

Oír nuevamente la voz de la chica hizo que una extraña alegría los inundara. Después de tanto tiempo, podían verla nuevamente y no con sus ojos cerrados como si estuviera apunto de dar su último suspiro.

No, ella aquí se ve bien, sus mejillas están rojas y sus ojos tienen rastros de lágrimas. Había estado llorando, pero incluso así, se ve tan hermosa. Se ve bien, se ve como la chica que ellos conocían antes de desaparecer.

—No, T/N. No lo entiendes. – Intenta decir Miguel Ángel con desespero. 

Pero T/N se tapa los oídos, negándose a escucharlos otra vez.

La habían hecho sentirse horrible, la habían hecho creer que realmente no valía para estar en el quipo.

Y aunque por un momento no lo recordaba, ahora sí lo hacía, y duele. Duele tanto que solo quiere seguir llorando mientras sigue allí dentro. En el único lugar donde puede tener el control de todo y así no salir lastimada.

—Estamos en tu mente, debemos sacarte de aquí, si no lo hacemos podrías... – Donatello con cuidado se acerca.

—No... ¡Alejense! Nadie los invitó. –

—Pero, T/N... Somos tus amigos. – Miguel Ángel toca con cuidado su espalda, un pequeño cariño para que supiera que ellos estaban allí.

Pero eso la hace llorar más.

Negando.

—No, no lo son. No son mis amigos... Así que larguense de aquí. –

Raphael se había mantenido callado todo ese tiempo. Sus puños se apretaban con fuerza al oírla decir que no eran amigos, y lo comprende. Está dolida. Pero ellos había ido hasta allí solo por ella. ¿Acaso en serio no volvería?

MISSING  -TMNT Y Tú-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora