MISSING -TMNT Y Tú-

Capítulo XI

Donatello se pone unos lentes inteligentes y es gracias a ellos que logra ver un poco de mutageno en el suelo. Lo cual significaba que hubo actividad Kraang por ahí.

Raphael golpea otro basurero.

—Deja a los basureros, no es culpa suya de que no podamos encontrar pistas. – Dice Miguel Ángel, sentando en el suelo con sus rodillas apegadas a su pecho.

Luego suspira, observando como Leonardo detrás de uno de esos basureros encuentra un arma Kraang.

—¿Creen que esto sea importante? – Pregunta.

—¿Que hacemos aquí? Si sabemos que el Kraang la tiene ¡¿Por qué no vamos con ellos a buscarla?! –

—Por que solo es una teoría. – Responde Donatello. —Bien, encontré un camino casi difuso de mutageno, es posible que ella los haya visto y haya decidido acercarse para saber que ocurría.–

Y Donatello comienza a caminar lejos de ese callejón, siguiendo las pocas huellas que podían verse.

Pero al poco tiempo estás se desvanecen, dejando al grupo en lo mismo que la nada, tal y como habían empezado.

—¿Eso es todo? – Pregunta Leonardo, decir que está decepcionado es poco.

La paciencia poco a poco se iba y la incertidumbre de lo que pueda ocurrirle a su amiga se va apoderando de ellos.

—¡¿Eso es todo?! – Grita enojado Raphael. —¡Mierda! –

—Rapha, calmate. –

—¡¿Que me calme dices?! ¡¿No ves que estás estúpidas huellas no nos llevaron a nada?! –

—En realidad... Podemos afirmar que él Kraang está fuertemente involucrado lo que...–

—No hables Donatello... – Raphael está más frutrado. Se frota el rostro y luego mira el suelo. Quiere golpear algo, pero sabe que no resolvería la situación en la que se encontraban. —¡Maldición! –

—Maldición... –

Miguel Ángel corre a abrazarlo, sintiendo como las manos de Raphael tiemblan.

—Iremos al TCRI, si tienen que ocultar algo, definitivamente sería ahí. – Dice Leonardo. —No podemos rendirnos así de fácil. No ahora. –

—Hasta que por fin dices algo inteligente, intrépido líder. –

Y corren por las azoteas hasta llegar al gran edificio. Era sabido por las tortugas que este era el centro de muchos planes que él Kraang hacia, en especial si se trataba de tecnología y mutageno.

No les sorprende ver a varios Kraangdroides vigilando la puerta. Pero no tenían tiempo, asique sin dudarlo, Leonardo y Raphael corren hacia ellos y Donatello y Miguel Ángel corren hacia los otros dos, noqueandolos y haciendo que él Kraang que habitaba en el interior corriera despavorido.

Entran por la puerta principal, no hay nadie dentro. O al menos no en el primer piso.

—Bien, recibo una lectura de movimiento en los pisos número cinco, seis, siete y el diez. Sin embargo, si tomamos el ascensor será más fácil llegar al último y...–

—Bien, andando. –

Sin mucho problema llegan al último piso. Ni siquiera tuvieron que pelear.

Se sorprenden al ver de hecho que no hay muchos Kraangs vigilando el lugar, eso facilita las cosas y ellos ya están en la computadora buscando información.

Donatello entra fácilmente, comenzando a buscar algo que les diera una pista, un gran mapa se extiende en la pantalla y muestra el lago con una "X" en rojo. Algo había en ese lugar. Sigue buscando, pero lo que dice está en otro idioma, tendría que pedirle ayuda a Abril para poder traducirlo, él podría claro, poco a poco comenzaba a entender ese extraño idioma, sin embargo, era más rápido ahora pedirle ayuda a su amiga que intentarlo él mismo, el tiempo aquí era realmente clave.

Mientras, Leonardo comienza a revisar los papeles y otras cosas que había por allí.

Se sorprende al darse cuenta de que aún no se enteraban que ellos estaban allí buscando información. Pero lo bueno de todo eso, es que no tendrían que pelear.

—Chicos, ¿Esto es importante? – Pregunta entonces Miguel Ángel, tomando un extraño casco que tenía varios cables unidos a él.

Mete por mera diversión su cabeza, notando entonces como comenzaba a sentirse más cansado, mucho más cansado.

¡Bip! ¡Bip! ¡Bip!

La alarma delatando su presencia hace que Doantello comience a meter todo en un pequeño pendrive que siempre llevaba con él.

—¡Mikey! – Grita Raphael antes de que el chico cayera desmayado en sus brazos. —¡Oye! ¡No es gracioso! –

Pero Miguel Ángel no se despierta.

—¡Leo! – Grita Raphael.

El Kraang a entrado a la habitación, no dudan en disparar y al primero que intentan asesinar es a Donatello, quién rápidamente logra esquivar y corre hacia sus hermanos.

—¡Donnie, lleba a Mikey! Raph y yo iremos detrás de ustedes. –

Con la orden dada, Donatello toma en brazos a su hermano menor y corren hacia el techo, observando la gran caída si es que llegarán a tirarse.

Leonardo corta por la mitad a uno y luego clava sus katanas en otro. Rápidamente el Kraang comienza a caer pero simplemente llegaban más y más.

Donatello toma su pistola de gancho y tira de él para que llegara a otro edificio. No duda en tirarse aún con Miguel Ángel en sus brazos.

Detrás de él nota que viene Leonardo y Raphael.

—Ugh. Dime qué al menos pudiste conseguir algo. – Súplica Leonardo.

Y Donatello asiente, mostrando el pendrive.

—Y tomé esto de ese lugar, espero que te sirva de algo. – Dice Raphael, mostrando casco.

—Si, creo que algo puedo hacer con eso. –

—Bien, volvamos a casa. –