Capítulo VIII

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Leonardo observó asustado a sus hermanos

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Leonardo observó asustado a sus hermanos. Su rostro reflejaba el terror que sentía en esos momentos y como la culpa estaba instalada en su pecho ahora que todo parecía diferente a lo que él creía.

Ella no los estaba ignorando.

Porque una broma no podía ser.

—¡Ella no está! – Dice, ocultando su rostro en sus manos, obligándose a intentar no llorar aunque sus manos temblaban y demostraran lo nervioso y ansioso que se sentía en ese momento.

— No, ella no... – Raphael observa como Leonardo sigue en el suelo, puede ver sus dudas y puede ver el terror en él. Miguel Ángel niega, intentando negar lo que Leonardo les decía. —Eso es imposible... Ella.. –

—¡No, es imposible! ¡La vimos hace unos días! –

—¡Pero no hoy! – Gritó Leonardo a Ralphael con desesperación. —¡Ni ayer! ¡No contestó los teléfonos! – Leonardo inhala profundamente antes de levantarse. —¡Splinter no la recuerda! ¡Abril me preguntó quién era! ¡Desapareció! –

Miguel Ángel niega. Se niega a creer que eso fuera verdad. Tal vez porque sabe que es una consecuencia de que ese día hayan decidido que se fuera sola y no la acompañaron como usualmente lo harían. Aún sabiendo que el Kraang sabe de ella y que Karai también la conoce.

Todo era una consecuencia por la culpa de ellos.

—No tiene... Maldición... – Donatello, lo que creía era cierto. Lo que tanto temía era real.

Ella no se fue, la hicieron desaparecer. Justo como en el video, justo como sus cosas, justo como el que ella no respondiera sus mensajes.

Habían hecho desaparecer a T/N, no estaba, y Donatello piensa en las probabilidades que hubiera tenido de tenerla allí con ellos si hubieran hecho bien las cosas.

—Pero podemos buscarla ¿No? - Pregunta Miguel Ángel.

Leonardo no sabe que responder. Si, deberían buscarla, pero siente que ha hecho todo mal como líder que ya no se sienta capaz para ese puesto.

Maldición, no sabe cómo darles esperanzas a sus hermanos si ni él la tenía para si mismo.

Raphael, aunque estuviera enojado, o más bien frustrado, solo tocó su hombro.

Sus ojos verdes le dieron la respuesta que buscaba. La valentía de darla y esperar lo mejor.

Asintiendo cuando esa mirada llena de dolor y cargada de odio se fijaron en los suyos.

—Lo haremos. – Dice entonces con firmeza.

Observando a sus hermanos con determinación. Lo harían porque era su amiga, y era parte del equipo...

—Debemos buscar pistas del último lugar en donde ella estuvo, ver videos de las cámaras y... –

Donatello suspira. —Ya busqué en las cámaras... – Sus labios se fruncen un poco. No el gustaba cuando ni él sabía algo, cuando no tenía una respuesta, no le gustaba esa sensación de inconformidad que se creaba en él cuando no podía resolver algo. Porque lo hacíaa sentir inútil. —No la encontré... Solo un vídeo en donde aparece en un solo fotograma... Leonardo... A ella la secuestraron y quisieron borrar todo rastro de ella. –

Raphael frunce su ceño. Se cruza de brazos, no tenía sentido.

¿Por qué?

¿Para qué?

—¡¿Y como explicas que el maestro Splinter no la recuerde?! –

Donatello solo podía decir no sé. No lo sabía, no había forma de explicarlo.

—¿Y si la borraron? –Pregunta Miguel Ángel temeroso.

—¿De qué hablas, Mikey? –Pregunta Leonardo.

—Borrarla de nuestra memoria. Borrarla del mundo, como si nunca hubiera existido. –

—Eso no es posible... – Responde Raphael.

—Es que no tiene sentido eso... ¿Por qué lo harían? –Donatello tiene demasiadas preguntas y realmente no llegan a nada.

—Mierda... ¿O sea que no escapó? ¿Si no que alguien la borró del mundo? – Raphael se ve alterado.

—¿Es posible hacer eso? –Pregunta Leonardo, temiendo que la respuesta fuera un si.

Pero Donatello niega, no era posible borrar la existencia de alguien así como así. Pero, pensandolo bien, entonces tendría sentido que no aparezca en los vídeos de las cámaras y que no estén sus cosas en el departamento que se supone, era en donde ella vivía. Tendría sentido que solo en las cámaras hayan cortes justo en la hora en la que ella debería haberse ido a su casa y que solo exista un fotograma de ella apenas visible. Tendría sentido que su padre y sus más cercanos como lo fueron Abril y Casey no la recordaran.

¿Tenía sentido realmente?

No... Pero era la única respuesta que tenían.

—Si fuera así... Entonces solo el Kraang sería capaz de hacerlo. – Dice Donatello.

Miguel Ángel ahora comprende porque su número salía como inexistente. Ella no los estaba ignorando, ella simplemente no estaba allí.

¿La volverían a ver?

Raphael grita con furia, su garganta saca esa frustración que lleva guardada en el pecho desde que ella no llegó el día anterior.

Leonardo solo agacha su cabeza, y Donatello ya no sabe que hacer. No saben que hacer.

Ella no solo ha desaparecido.

No solo se ha ido a quien sabe dónde.

La han borrado y son los único que la recuerdan.

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MISSING  -TMNT Y Tú-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora