T/N ha desaparecido.
Nadie sabe en donde se encuentra, ni ella misma lo sabe.
Lo único que se aferra a que jamás se pierda su memoria, son cuatro chicos. Cuatro chicos tortugas.
Una búsqueda para encontrarla mientras ella busca una manera de ser...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Qué... ? – Preguntó Raphael. Sus ojos la miraron con terror.
¿Aún así no volvería?
¿Realmente la había perdido para siempre?
Sus manos temblaron. Realmente aterrado ante esa idea.
—¡Pero...! ¡T/N! Necesitamos que vuelvas. – Dijo Donatello.
—Te necesitamos... – Miguel Ángel intentó acercarse.
Raphael miró el suelo, sin poder procesarlo.
Su culpa... Todo era su culpa... Si, y ese era el karma, castigandolo por ser un idiota, por no ser un buen amigo... Este era su castigo y lo peor de todo es que sus hermanos también sufrirían aquello.
—No pertenezco allá... Este lugar es donde yo debo estar...–
—¡No! Te equivocas, T/N. – Le dijo Leonardo asustado igual que sus hermanos.
Sus corazones latían con miedo.
Raphael alzó su mirada. Miró a su hermano buscando una respuesta. ¿De qué...? Si ya la había cagado en grande.
—Perteneces allá con nosotros. – Le dijo Leonardo con convicción.
—No, se equivocan... Tenían razón cuando diejron que no pertenezco al grupo... Ni siquiera debería estar viva... –
Ellos negaron. ¿Cómo dirías aquello? Debías vivir, debías hacerlo.
—Recuerdas... ¿Esa vez que entramos a esa tienda de comics? – Comenzó a hablar Raphael. Sus hermanos lo miraron curiosos, sin saber de qué estaba hablando.
—No es... –
—¿La recuerdas? ¿Verdad? – Volvió a insistir.
Ella lo hizo con curiosidad, recordaba esa noche, si.
Con lentitud asintió.
—Leímos varios comics de nuestros superhéroes favoritos, imitaste varias voces y nos sacamos muchas fotos antes de que entrara ese guardia por el ruido que hicimos... – Una sonrisa apareció en tu rostro. Riendo al recordar cómo se asustaron—Corriamos por los techos ¿Verdad? Gritamos... Yo grité "Soy el mejor de todos"... Tú gritaste... –
—Que era la mejor noche de mi vida... – Terminó de hablar ella.
Raphael asintió. Tomó sus manos.
—Jamás me había sentido tan feliz y aceptado por alguien... Mierda, esto es vergonzoso... –Sus manos temblaron —Pero esa noche, me sentí como un adolescente... Me sentí comprendido... Y fue por ti, T/N. Tu me hiciste tan feliz esa noche, solo siendo mi amiga, siendo aquella persona que comprendió lo que me estaba atormentando... Y justo como yo, que pensé que no pertenecía a ese mundo, te tuve a ti para hacerme ver que no. –
