Capítulo XXII : Final Alternativo

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¿Por qué volverías al lugar que te hizo tanto daño?

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¿Por qué volverías al lugar que te hizo tanto daño?

Sabe en el fondo que, aunque lo deseara, nada cambiaría. T/N sabe que es así, que aunque ellos pidieran mil veces disculpas, nada cambiaría.

Porque mil veces lo hicieron antes.

Sabe que siempre fue un problema al adaptarse a nuevos grupos de amigos y, cuando creía que pertenecía, sucedía algo que le volvía a decir que no era así.

Y la verdad, es que ya no quería eso. Estaba cansada de sentirse así.

Raphael la miró asustado, ella aún así no quería volver. Y le daba miedo pensar en eso.

El terror de no verla, el de no oírla, el de no estar a su lado, eran cosas que Raphael no quería experimentar más. No quería eso.

Ninguno quería eso.

Los cuatro la miraban con miedo en sus ojos.

Raphael suspiró, respiró hondo y trató de no llorar. No aún.

Se agachó para estar frente a ella, quitando con cuidado la manta que tapaba su cabeza, riendo al ver su cabello revuelto y desordenado. Sus mejillas rojas y sus ojos brillantes por el llanto.

—Cuando dije que no eras parte del grupo, me equivoqué... – Comenzó a hablar, su voz salía rota, tenía tantas cosas que decirle, y tenía tan poco tiempo, que le era difícil pensar en que decir correctamente. —Perteneces a él, a nosotros, como una más. –

Ella negó efusivamente. Sus manos temblaban sobre la manta y con cada palabra parecía que se hacía más y más pequeña. No quería más mentiras.

—Pertences allá, con nosotros. Cómo un equipo, como amigos. – Comenzó a decir desesperado.

—Sabes que no, Raphael. – Lloró ella. —Tenías razón al decir eso... Tenías razón... Yo no soy de ningún lado, ni siquiera debería estar viva. –

—¡No, no! Te equivocas, T/N. – Raphael tomó sus manos, esperando, pidiendo que ella aceptara volver.

—¡No es así! –

—Yo estaba equivocado... ¡Yo tuve la culpa! –

Eso era, la culpa de saber que ella no volvería, lo carcomía por dentro.

Entonces, Raphael comenzó a llorar.

Nadie esperaba que eso sucediera, Raphael no lloraba. Raphael solo gritaba. Se enojaba, explotaba y peleaba. No lloraba porque creía que era de débiles. Pero él era débil creyendo que no podía demostrar lo que realmente sentía. Y por culpa de eso, se había equivocado.

Sus dedos acariciaron el dorso de las manos de ella.

—Recuerdas... ¿Recuerdas esa vez que ambos salimos juntos? –

MISSING  -TMNT Y Tú-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora