T/N ha desaparecido.
Nadie sabe en donde se encuentra, ni ella misma lo sabe.
Lo único que se aferra a que jamás se pierda su memoria, son cuatro chicos. Cuatro chicos tortugas.
Una búsqueda para encontrarla mientras ella busca una manera de ser...
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Slash se abre paso con su arma, golpeando a varios Kraangs con fuerza. Llegando justo a tiempo para tomar a los androides que estaban por llevarse a T/N. Rockwell con sus poderes toma a varios de los androides y los manda volando. Todos caen y las tortugas están libres para poder terminar su trabajo.
—¡Cabeza de piel! – Grita Miguel Ángel, luego corre a T/N, tocando su rostro con delicadeza. Estaba helada.
—Gracias mutaninales, sin ustedes... – Trata de hablar Leonardo.
—Está bien.– Responde Cabeza de piel. —Toda amiga de ustedes, es amiga nuestra. Ahora, vayan a salvar al mundo, tortugas. Nosotros nos encargaremos de ella. – Dijo, tomando a la chica en sus brazos.
Miguel Ángel asintió antes de besar su frente con cariño. Volvería, ella volvería, de eso él se iba a asegurar.
Asienten. Saben que pueden confiar en ellos, después de todo, también habían ayudado para salvar a la tierra del Kraang. Saben que son confiables, asíque antes de marcharse dan una última mirada a su amiga inconsciente y se pierden entre los pasillos de la instalación del Kraang.
Corren con rapidez. No quedaba mucho tiempo, el reloj con cada paso que daban seguía avanzando y ellos debían llegar antes de que diera cero.
Donatello por fin golpea a uno androides y gracias a eso logran entrar a la habitación que necesitaban.
Era una computadora inmensa. El contador en medio, solo quedaban cinco minutos.
Donatello corre hacia ella.
Estaba conectada a varias antenas, habían cristales de la dimensión X, por lo que supone que eso le dará la energía suficiente para borrar completamente la existencia de quienes ellos quisieran. Podrían incluso borrarse así mismo, al planeta entero. Pero el Kraang solo quería borrarlos a ellos.
Leonardo no dice nada, solo se mantiene callado mientras intenta darle tiempo a su hermano, quién ahora se ve más tranquilo luego de que T/N quedara en manos de los mutanimales.
Raphael grita con enojo. Golpea a un par de cerebros Kraang y los lanza hacia otros androides.
—¡Vengan, malditos hijos de...! –
—¡Rapha! – Grita Leonardo.
—¡Esto no se quedará así, los mataré a todos ustedes por hacerle eso a nuestra amiga! – Grita con rabia.
Su corazón dolía, no de esa herida superficial, era por todo lo que había pasado, pero ese mismo dolor era lo que le daba fuerza para luchar contra el Kraang, era como su venganza.
Dicen que no es buena, pero se siente bien hacerlo luego de que ellos tuvieran a su amiga cuativa como experimento.
Donatello mueve rápidamente sus manos, ya estaba acostumbrado a las computadoras del Kraang. Podía hacerlo, se dice, puede hacerlo.
