Extrañamente despierta.
El áspero tacto del suelo y el frío de este le hacen preguntarse en donde está, y la sensación de encierro hace que decida por fin abrir sus ojos.
Se encuentra bajo la cama.
Bajo una cama. La suya de hace muchos años atrás.
Observa desde donde está, la poca vista que le puede dar su posición, notando una pared blanca y las patas de un escritorio.
Curiosamente, esperó los gritos de furia con los que siempre se despertaba, sin embargo, no se oyen, en cambio, puede sentir el dulce aroma a café y el dulce habla de su madre que le pedía bajar a tomar desayuno.
Decide, curiosamente, hacerle caso. Asíque lentamente comienza a salir del pequeño espacio bajo la cama y es entonces que puede observar mejor el cuarto.
Pero no sé detiene a analizarlo lo suficiente, porque escucha más voces en el primer piso y decide mejor buscar ropa y la mochila para ir a la escuela, como si todo ya estuviera programado de esa manera.
Asíque baja al primer piso y sonrie al ver a su madre conversando alegremente con una de sus amigas, quién tenía en sus manos dos loncheras en donde, supone, iban sus almuerzos.
—¡Hasta que por fin despiertas! – Dice su madre, le sorprende el que no esté enojada o al menos, que no tenga ese tono de voz tan fuerte que intimada a cualquiera.
—Perdón, me quedé dormida... – Responde ella, aunque ni siquiera recuerda que hizo la noche anterior como para dormirse bajo la cama y despertar tarde si se supone que debía ir a la escuela.
—Bajo de tu cama, como siempre. Sabes que no debes dormir ahí, podrías resfriarte.– Su tono era dulce y cariñoso, aunque pareciera llegar tarde, ella seguía manteniendo la calma al igual que la chica, su amiga.
—¿Nos vamos? – Pregunta ella moviendo sus manos.
Es extraño, piensa. Algo no parecía cuadrar.
Más no decide pensarlo tanto, porque iba tarde a la escuela.
Asíque se despide de su madre y sale de su hogar con su amiga guiandola entre las calles poco transitadas del barrio.
El calor es poco. El silencio es cómodo y sin embargo, siente que nada está bien aquí.
—¿Pasa algo? – Le pregunta ella, quién mueve su cabello hacia atrás y la deja ver un audífono inalámbrico.
—Mmm... No, solo pensaba en si hoy había algo importante.– Miente.
No sabe porque, pero una parte de ella le gritaba que debía escapar, más no podía hacerle caso, era solo una estudiante que iba tranquilamente a la escuela y que tendría un día normal. No podía escapar, era como si algo la anclara a ese lugar.
No puede ni siquiera notar cuando llegó a la escuela, solo sabe que algo allí no cuadra para nada cuando ve que algo aparece distorsionsrse frente a sus ojos.
Pero su amiga ni siquiera lo nota y la toma rápidamente de su mano para llevarla al salón de clases.
¿Que estaba pasando?
Quiere recordar, algo había en su mente que debía recordar.
Pero nada aparecía.
Incluso siendo sincera, no recordaba el nombre de quién era su amiga, no lo recordaba. Ni recordaba que la escuela fuera así, o que el cielo estuviera casi tan oscuro como lo estaba ahora.
—¿No sientes nada raro? – Pregunta al aire.
Pero de pronto puede sentir el fuerte apretón que su amiga en su muñeca y la mirada tétrica que le dedica. Como si hubiera dicho algo que no debía decirse, como si de un secreto se tratase.
Quiere soltarse, pero el agarre se hace mas fuerte, y más fuerte.
Le duele y puede ya casi escuchar el sonido de su muñeca a punto de romperse por al fuerza.
—¡O-oye! ¡Las clases! – Trata de decir.
El agarre se suelta y puede ver la mirada nuevamente amable de la chica.
—Tienes razón, hay que irnos. –
Y la deja atrás.
El cielo vuelve a ser normal.
Es claro y solo puede oír la campana dando inicio a las primeras horas.
Pero las cosas todavía parecían fuera de lugar incluso si recordaba a su profesor y que todo estaba en orden.
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MISSING -TMNT Y Tú-
FanfictionT/N ha desaparecido. Nadie sabe en donde se encuentra, ni ella misma lo sabe. Lo único que se aferra a que jamás se pierda su memoria, son cuatro chicos. Cuatro chicos tortugas. Una búsqueda para encontrarla mientras ella busca una manera de ser...