Capítulo XIX

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—Cuando entren, deben tener cuidado con lo que tocan, con lo que interactúan y traten de no tocar los recuerdos de ella

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—Cuando entren, deben tener cuidado con lo que tocan, con lo que interactúan y traten de no tocar los recuerdos de ella. Si algo se pierde allí, la T/N que conocemos también lo hará. –

Todos asienten antes de colocarse cada uno en los círculos que le corresponden.

Debían ser rápidos, solo buscarla y salir.

Splinter había dado la idea, fue difícil hacer que todos estuvieran en el mismo nivel espiritual, en especial cuando cada uno cargaba con molestias en sus corazones que los hacia retroceder. Pero esto es por ella, se dicen. Es para traerla.

Porque si bien, su cuerpo estaba allí, su mente se encontraba perdida en alguna parte.

Abril toma la mano de Splinter, luego cierran sus ojos y tratan de que los chicos entrarán a ese espacio no terrenal entre los sueños y sus mentes. Como aquella vez cuando estuvieron perdidos en sus sueños por culpa de esos roedores en la casa del campo hace no mucho tiempo.

—Y no lo olviden, ella es su amiga. Una parte importante de ustedes. – Dice Splinter mirando a sus hijos.

Todos asienten. Dispuestos a lo que estaban por hacer.

Cierran sus ojos, como si estuvieran meditando, mente en blanco, corazón sereno. No pensamientos, solo ella. Ella y el hogar que la esperaba.

Inhalan... Y exhalan...

De repente se sienten volar. Flotaban en la oscuridad.

Leonardo es el primero en abrir sus ojos, era un espacio en negro, parecía que no había suelo o paredes. No hay un arriba o abajo, solo ellos y una solitaria puerta de color café desgastado.

—Abran los ojos, ya estamos. – Dice Leonardo.

Miguel Ángel los abre primero, Donatello y Raphael. El ambiente es frío. Un extraño pesar los inundó.

No es así como se imaginaban que sería la mente de T/N. No así tan oscura y fría. Era triste.

Se arman de valor cuando la puerta se abre y la luz que proviene de allí dentro los invita a pasar. Leonardo es quien va primero. Abriendo más la puerta para que pudieran entrar, notando que hay un pasillo, paredes bonitas  empapeladas de un patrón rosado pastel, si estuviera más vivo, sería un bonito lugar. Ahora se veía desgastado.

Las luces parpadean.

Los días comenzaron a pasar, seguian andando y ella no daba señales de querer despertar. Sus ojos seguían cerrados, y ellos Comenzaron a asustarse de no verla despertar nunca más.

Así que, con eso en mente, entran.

De todas formas ¿Que podría pasar allí dentro?

Solo era la mente de su amiga.

Notan que hay fotografías enmarcadas. Eran momentos especiales de la chica.

—Miren este, se ve pequeña. – Dice Miguel Ángel, la foto mostraba a la humana con solo cinco años, sosteniendo un diploma. Sonreía y llevaba ropa de graduación, incluso en la foto podían ver a sus padres.

Donatello ve otra foto, muchos años habían pasado desde la anterior a esta, en donde se ve con un bonito vestido de gala. Se ve feliz, sonríente, radiante mientras hace una pose chistosa y sacaba la lengua para la foto.

—Esta es... – Leonardo con suavidad tocó otro marco. Estaba empolvado mientras descansaba sobre un mueble. La tomó entre sus manos.

Un escalosfrios lo recorrió. Eran ellos, el primer día que se conocieron.

—¿Lo recuerdan? – Preguntó él a sus hermanos.

Todos asintieron, recordando aquella noche. La noche en que sus vidas cambiaron al conocerla.

Era tranquila esa noche, ellos corrían por los tejados cuando la vieron correr hacia un callejón. La curiosidad les ganó y fueron a ver qué sucedía. Ella, radiante, llena de energía, como un sol, golpeaba a otros tipos que traían máscaras sobre sus rostros y en sus manos tenían un bolso. Una señora en el fondo del callejón ocultándose. Decidieron ayudar, porque eso hacían los héroes, y creyeron que ella se asutaria de verlos, pero sonrió agradeciéndoles. Ella solo sonrió diciendo que eran "cool".

Esa noche marcó el comienzo de su amistad.

La recordaron llena de vida. Nada que ver al color que ella tiene ahora. Cuidarla ha sido un trabajo duro, en especial darle líquidos para mantenerla con vida, ya que no puede comer. Sin embargo es peor, porque con los días se puede ver que va adelgazando.

La T/N que los esperaba afuera de su mente era totalmente diferente a la chica que ven en las fotos. Todo en ella es diferente.

—Aquí está con nosotros. – Dice entonces Miguel Ángel con un extraño sabor en su boca. El mismo que sentía cuando la fueron a buscar aquella noche cuando descubrieron que había desaparecido.

Con cuidado toca el marco, estaba maltratado, la imagen apenas tiene color. Como si hubiera sido abandonada por mucho tiempo.

—Se ve feliz... – Nota Miguel Ángel. Su rostro está sonriente, sus mejillas se ven rosadas y todo en ella brilla.

Lo que pasó ese día con el Kraang habia quedado como una misión más en donde ellos salvaban al mundo. Pero ella seguía sin despertar. Ya no saben si despertará a menos que ellos sigan avanzando.

Pero todo lo que veían, les daba esa amarga sensación de que algo no andaba bien. Lo cual es molesto, es una muy mala sensación.

—Debemos seguir. –

Según Rockwell, quién intentó entrar en su mente gracias sus poderes psíquicos, es que ella estaba perdida. No se encontraba en ese plano, por decirlo de alguna manera.

Y ahora eso estaban haciendo, la estaban buscando.

Leonardo mencionó que era como cuando él se encontraba meditando y parecía que su mente se iba a otro plano entre estar consciente y dormido. O bueno, que esa era la mejor manera de explicarlo.

Miguel Ángel con los días iba a hablarle, le comentaba que es lo que hacía y que estaba aprendiendo a hacer nuevas recetas para cuando ella despertara.

—Te lo juro, T/N, no son como mis usuales comidas de pizza. –

Pero ella seguía con los ojos cerrados.

Y ahí surgió la idea de entrar en su mente, fue Abril quién dió la idea, luego de recordar lo que pasó en su casa del campo.

Sería difícil, más si no tienen cuidado.

Pero ellos están dispuestos por traer de vuelta a su amiga.

Y ahí están ellos ahora... Observando una puerta que está entre abierta, dice en un gran letrero "No entrar" habian unas cadenas impidiendo el paso, sin embargo Leonardo las rompió con su katana.

Respiran y entran, notando de inmediato que no hay un suelo o algo de lo cual afirmarse, entonces caen.

Sin saber que esperar allá abajo.

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MISSING  -TMNT Y Tú-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora