Evie.
Sus labios encajan con los míos a la perfección, es como si fueran las piezas de un puzzle que finalmente se ha completado.
Podríamos haber seguido besándonos durante un largo rato, de no haber sido porque la luz del portal de mi casa nos sorprende y se enciende haciendo que ambos volvamos a la realidad. Ambos acabamos separándonos de golpe.
De repente Amelia abre la puerta: —Evie, Rafe, ¿qué estáis haciendo aquí parados?
—Me ha traído en su moto. Acabamos de llegar. —La contesto rápidamente.
—Si, yo ya me voy. —Dice Rafe.
—¿No quieres pasar? Esta Asher en casa, seguro que se alegrará de verte.
—No es necesario señora Hale, de hecho mi padre está esperando. —Dice mirando el reloj.
—Está bien Rafe, espero verte otro día. —Dice Amelia y camina hacia el interior de la casa.
Nos miramos en silencio, siento como si no supiera cómo actuar. Finalmente el suelta una risa nerviosa que se me hace adorable, y vuelve hacia su moto para ponerse el casco.
—Nos vemos pronto, Evie.
—Adiós Rafe.
El se monta en la moto y me echa una mirada por última vez antes de irse, me despido con la mano y arranca la moto.
Cuando veo que ha desaparecido por la calle, entro en la casa. Una sonrisa tonta se forma en mi rostro y para evitar todo tipo de preguntas por parte de Amelia, voy lo más rápido posible a mi habitación.
(...)
El día siguiente era domingo, no tenía apenas nada que hacer así que había quedado para pasear con Sarah por la orilla de la playa.
Ese dia había amanecido algo menos caluroso, se notaba que el verano cada vez quedaba mas lejos y el otoño se aproximaba, aunque en los Outer Banks nunca hacía muchísimo frío, las situaciones más extremas con respecto al tiempo eran con las tormentas y huracanes.
Mientras caminamos por la orilla de la playa, le cuento acerca de mi discusión con JJ y Kiara. Aunque su respuesta no es nada neutral, ya que el odio que se tiene con Kiara es más que evidente y me da la razón sin dudarlo ni un momento. A pesar de todo Sarah es una kook de nacimiento, y es entendible que le cueste entender todo de manera neutral.
—Demasiado duraste en el barco, yo habría saltado y
nadado hasta la orilla con tal de no volver con ellos. —Dice entre risas.—Sarah... —Digo suspirando ya que para mí es una conversación seria.
—Ah, perdon... Pero lo habría hecho. —Me mira y se encoge de hombros. —¿Y John B que opina de esto?
La miro sonriendo y levanto una de mis cejas: —¿Te importa lo que él piensa?
Sarah pone los ojos en blanco y me da un leve codazo.
—Sabes lo que pasó. Claro que me importa.
—Pues... creo que por ti no se posicionó. —Ella me mira y sonrie como una ilusa. —Eso si, he de contarte que cuando te vio con Topper en la lancha creo que se puso algo triste.
Sarah suspira y baja su mirada. Se detiene unos segundos y su expresión cambia a una algo preocupada.
—Intenté dejar a Topper, pero es que se me hace muy difícil la situación y al final nunca puedo.
—Oh mierda. ¿Y John B creía que lo ibas a dejar?
—Claro, se lo había dicho hace unos pocos días. —Me confiesa.
—Entonces entiendo que se haya desilusionado.
Noto como la preocupación comienza a invadir a Sarah. Se muerde las uñas nerviosa, y cuando miro al frente puedo entender mejor la situación. John B y JJ están con las tablas de surf entrando en el mar.
Justo en ese momento John B se gira y nos puede ver en la lejanía. En vez, de seguir caminando hacia el interior del mar, se detiene en seco. JJ que había entrado mucho más, se gira y al ver que John B ha fijado su mirada en otro punto, pasa de miradle a mirarnos.
Ambos están completamente quietos en el mar mirándonos, y es como si una tormenta de sentimientos nos estuviera invadiendo a todos al mismo tiempo. Estoy segura de que cada uno está abstraído en un mundo distinto sobre lo que siente, pero en ese momento todos estamos experimentando lo mismo.
JJ es el primero que reacciona, y decide llamar a su amigo para que también salga del trance. Cundo John B vuelve en si, mira al rubio y este le ordena que sigue caminando y vayan a surfear.
—Creo que debería ir a hablar con el. —Murmura Sarah sin retirar su vista de John B.
—Cada vez están más adentro del mar, déjalo para otro día.
—Joder... Tengo que acabar con Topper.
No la contesto. Sinceramente es lo mejor que podría hacer porque ese tío me has demostrado que es un completo idiota en el poco tiempo que llevo conociéndole. Pero no quiero ser yo quien la condicione a hacer nada.
—Vámonos. —La digo. —Si quieres vamos a mi casa y pasamos la tarde en la piscina.
Sarah asiente. Nos giramos para cambiar de dirección y dejamos a los chicos atrás. Por suerte mi casa no está muy lejos de la playa y en cuestión de quince minutos llegamos.
Lo primero que hacemos es ir a mi habitación para escoger unos bikinis y unas toallas. Después vamos a la cocina y tomo un par de batidos. Y finalmente salimos a la piscina y nos sentamos en el borde de esta metiendo tan solo los pies.
—Por cierto, hay algo que me gustaría contarte. —Le digo ofreciendola un batido. Creo que debería contarle lo sucedido con su hermano, ya que no sé si eso afectará nuestra amistad.
—Claro, dime.
—Pues... es sobre Rafe.
Cuando menciona el nombre de su hermano, ella me mira y rueda los ojos.
—¿Ya está metido en problemas de nuevo?
—No, no. Que va. —Digo negando con la cabeza. —Es solo que...
—¡Evie! —De repente la voz de Asher hace que nos giremos.
Cuando nos volteamos vemos cómo el, Kelce y Topper y otros pocos más están detrás de nosotras.
—¿Que te pasa? ¿Por que gritas?
—¿Que hacéis aqui? Te dije que hoy tenía planes en la piscina con mis amigos.
—Lo olvidé. —Digo tranquilamente. —¿Acaso nos vas a echar?
—Si, iros a la playa.
—Oh venga Ash, no seas aburrido. Deja a las chicas que se queden. —Dice la voz de Rafe interrumpiéndole.
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Let me go || Rafe Cameron
FanfictionTras la muerte de sus padres, Evie debe dejar su vida como pogue atrás. Ahora, su tutela pertenecerá a su tía materna, lo que la llevará a vivir en Figure Eight y por tanto alejarse de sus amigos. Sin embargo, ahora otra clase de personas aparecerán...