Capítulo 30

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Evie.

Toda la mañana en la academia ha sido de lo más irritante. Absolutamente todo el mundo ha hablado de lo sucedido en la fiesta de Ash, y todo lo que dicen sobre JJ no es nada bueno.

Mi mente estaba realmente agotada, sé que después de lo que JJ me había hecho lo último que deberia hacer es preocuparme por él pero... ¿quién aguantaría tantas críticas del que había sido hasta hace poco su mejor amigo de toda la vida? Se habían inventado mil cosas; que si la pistola era por que su padre era narcotraficante, que si JJ era un traficante del parque de caravanas, que si a alguien ya le había amenazado previamente... Todo mentiras.

—¿Estás bien?

La voz de Sarah hace que vuelva a la realidad. La verdad es que esta mañana se me ha hecho más que dificil.

Miro a mi alrededor y veo como prácticamente todo el mundo ha recogido y está saliendo de la clase, e instintivamente me pongo a recoger.

—Si, si. —Digo metiendo todo en la mochila.

—¿Seguro?

Asiento levemente. Cuando termino de recoger salimos de clase y vamos caminando hacia la salida.

—Sé que no estás bien, Evie. Lo que hizo JJ la otra noche en la playa fue horrible. —Dice Sarah apenada. —Topper lo está pasando mal.

—Lo entiendo, no sé de dónde sacaría el arma JJ...

—Ni yo, ¿has hablado con alguno de ellos?

Me quedo callada unos segundos y niego.

—Salí corriendo al igual que todos. —Miento.

—Bueno, si alguien se enterase de algo esa serás tu.

Me encojo de hombros y llegamos a la salida de la academia. Están Ash y Rafe hablando apoyados sobre el coche del último mientras están charlando.

La mirada de Rafe se cruza con la mía y no sé descifrar muy bien que quiere decir. La verdad, sé que no he actuado del todo bien ya que no respondí su mensaje y que me vea ahora... es algo incómodo.

Sarah y yo nos despedimos, mientras se sube al coche Ash se hace a un lado y se une a mi. Todo esto bajo la mirada de Rafe, que no la aparta hasta que se sube al coche.

—Adiós. —Dice Ash.

—¡Adios! —Grita Sarah desde dentro del coche y yo ma devuelvo el saludo con la mano.

Agacho mi mirada y no digo nada hasta que veo como el coche de los Cameron se aleja en la distancia y nos quedamos solos mi primo y yo.

Mientras caminamos a casa mi móvil vibra, lo saco de mi bolsillo y al ver el nombre de Rafe inevitablemente me sonrojo.

"No respondiste a mi mensaje anterior, pero la propuesta sigue en pie."

De Rafe Cameron.

Me pienso unos segundos en contestar y decido hacerlo.

"Está bien. Quedamos esta tarde."

—¿Y esa cara de empalagosa? —Pregunta Ash mientras se ríe y me saca de mis pensamientos.

—¿Que cara?

—Pues la que estás poniendo.

—No he puesto ninguna cara. —Le doy un leve empujón. —Estaba leyendo un mensaje de Sarah.

—Ya, de Sarah... —Dice irónicamente. —¿Tarea de clase no? —Se rie.

—Eres idiota.

(...)

Llega la tarde, la verdad es que los nervios me comen por dentro porque no sé como enfrentar a Rafe...

Durante la comida me escribió de nuevo, a las 6 p.m. quedaríamos a escasos metros de la puerta de mi casa y daríamos un simple paseo.

Y estaba a punto de ser la hora.

Salgo de mi habitación con mucho cuidado, lo último que quiero es que Asher me vea. Es un entrometido, es amigo de Rafe y además es un kook. Y mientras salgo veo como está distraído en el salón, viendo la televisión y a la misma vez hablando por el teléfono.

Salgo rápidamente y llego al punto dónde he quedado con Rafe. Son pocos los minutos que pasan hasta que él aparece, pero se me habian hecho eternos. Los nervios por verle hacían que me doliera la tripa hasta que ha aparecido, pero al fin han desaparecido.

—Hola, Ev. —Dice cuando aparece y le saludo de vuelta con una sonrisa. —¿Estas mejor?

—Si, la verdad. Muchas gracias.

Nos miramos y comenzamos a caminar en dirección a la playa, pero ninguno dice nada.

—¿Qué querias? —Le pregunto.

—¿Eh?

—Tú has propuesto esta... este... lo que sea que estemos haciendo. —Digo nervisoa.

—Solamente me preocupé por ti.

—Em gracias. —Le miro. Guardamos unos segundos de silencio pero no logro aguantar seguir preguntándole. —¿Por qué?

—¿Por qué?

—Si, por qué te preocupas por mi.

—Fue duro lo que oí, lo que te dijo JJ... Y me preocupo por ti.

—Nos conocemos desde hace pocos meses. —Le contestó rápidamente.

Rafe no contesta. Sé que se está haciendo el duro... Es un chico con una gran muralla puesta frente a él y es algo que sé desde que le conozco.

—No importa. Eres la prima de uno de mis mejores amigos también.

—Y una pogue.

—Tu no eres una pogue.

—Si lo soy. —Le miro.

Justo llegamos a la playa. Cuando entramos nos quitamos nuestros zapatos para cargarlos con las manos mientras caminamos en paralelo al mar.

—No eres igual que ellos. Estoy seguro de que tú no traerías un arma a una fiesta donde hay decenas de adolescentes menores de edad.

—No, pero... nací en el arrabal.

—Eso solo quiere decir algo de tu pasado, pero ahora no vives ahí.

—Eres un cabezon. —Le digo molesta.

—Y tú también. Que quieras desviar la conversación no quitará el que me haya preocupado por ti.

—Pero no entiendo el por qué.

—¿Quieres saber el por qué? —Me dice mirándome fijamente y asiento. —Desde que nos besamos no me he quitado ese momento de la cabeza. No me he quitado tu imagen de la cabeza.

No me espero sus palabras y me quedo paralizada, de mis labios sólo sale una simple palabra: —¿Q-qué?

—No paro de buscarte con la mirada si coincidimos en algún lugar, no paro de pensar en ti, en una pogue como tú dices. —Se detiene. —Y me da igual. Aquella tarde, cuándo me bajé de la moto y te besé a la puerta de tu casa fue una de las mejores decisiones que he tomado en los últimos meses.

Let me go || Rafe CameronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora