Capítulo 41

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Rafe.

La noche está a punto de caer sobre los Outer Banks. El cielo comienza a oscurecerse mientras las luces del Pelícano Club parpadean en la distancia. Estoy aquí, sentado con Kelce, Logan que es su primo y Nate cuyos padres son buenos amigos de mi familia. En teoría, son mis amigos, pero mientras los escucho hablar, reírse de las mismas bromas de siempre, me doy cuenta de que no me siento cómodo. No es como antes. Siento que cada segundo que paso aquí es una farsa.

Logan está contando alguna historia exagerada sobre su última "conquista", y los demás se ríen. Yo apenas puedo fingir una sonrisa. Mi mente no está aquí. Está en otro lugar, con otra persona. Con Evie.

—¿Y tú, Rafe? —Pregunta Kelce y Nate de repente me da un codazo. —Te vimos irte anoche con la prima de Asher, ¿que haces con una pogue, tío?

—Sí, ¿qué tal se siente estar con una chica del arrabal? —Dice Logan riéndose.

Mi mandíbula se tensa, pero trato de mantener la calma. No quiero que sospechen, no quiero que empiecen a hacer preguntas. Les sonrío, como siempre.

—No tengo nada con ella. Jamás caería tan bajo como con alguien del arrabal. —Respondo, tomando un trago de mi cerveza para evitar seguir hablando del tema.

Kelce se ríe y me da una palmada en la espalda.

—¡Claro, claro! No caerías tan bajo como para estar con una pogue, ¿verdad?

Siento que el calor sube a mi rostro, pero no es el tipo de calor agradable. Es vergüenza. Molestia. No sé cómo salir de esta situación sin que noten lo que realmente está pasando conmigo. Estoy atrapado, y cada palabra que digo me arrastra más.

—N-no... —Murmuro.

Cambiamos de tema pero por un rato largo siguen siendo las mismas estupideces y ya no tengo ganas de charlar con ellos. Por suerte, mi teléfono vibra sobre la mesa. Lo cojo rápido, casi con alivio, y veo que es Asher.

—¿Rafe? —La voz de Ash suena tensa. —¿Sabes dónde está Evie? No ha vuelto a casa en horas, y estamos empezando a preocuparnos.

Mi corazón se acelera. Evie no está en casa. Miro alrededor del club, como si pudiera verla aparecer por la puerta, pero no está aquí.

—No está conmigo. —Le digo, levantándome de la mesa mientras siento las miradas curiosas de mis supuestos amigos. —Pero voy a buscarla. No te preocupes.

Corto la llamada y me vuelvo hacia ellos.

—Tengo que largarme, chicos. Tengo un asunto pendiente.

—¿Vas a buscar a la pogue, eh? —Bromea Logan.

—Cállate de una maldita vez. —Digo de manera agresiva mientras doy un paso hacia el. Me quedo con ganas de gritarle pero no me molesto en hacer nada más. No puedo seguir aquí. No quiero seguir aquí.

Salgo del Pelícano Club lo más rápido que puedo, el aire frío de la noche golpea mi cara mientras enciendo mi moto. El motor ruge, y no pienso dos veces antes de lanzarme a buscarla.

Paso por casi toda la isla, recorriendo las calles con el corazón en la garganta. Cada esquina, cada lugar que alguna vez compartimos, me recuerda lo que podría estar perdiendo. ¿Dónde está? ¿Por qué no ha vuelto a casa?

Después de casi una hora, me detengo frente a la casa de John B. Nunca pensé que me vería obligado a venir aquí, a la casa de uno de los pogues que más odio. Pero por Evie, lo haría.

Me bajo de la moto y camino hasta la puerta, sintiéndome extraño, como si no perteneciera aquí. Y no lo hago.

John B abre la puerta y me mira con esa típica mirada de desconfianza. Me cruzo de brazos, incómodo.

Let me go || Rafe CameronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora